El
agua de Nava llega a Gijón
Multitud asistente a la inauguración, también estaba reventar la calle Covadonga. Facebook de Hernán Piniella Iglesias.
Aun no se habían apagado los ecos de las
celebraciones de la traída de agua de Llantones cuando nuevamente Gijón tenía
sedArrastrando la
tubería para el agua. Facebook: Hernán Piniella Iglesias.
Arrastrando la
tubería para el agua. Facebook: Hernán Piniella Iglesias.
El Blog de Acebedo
Tan solo nueve años después de la llegada del agua desde el
manantial de Leorio y con motivo de los fastos de la Exposición Regional de
1.899 se evidenció que iba a hacer falta mucha más agua. La ciudad crecía de un
modo vertiginoso y las previsiones del aumento demográfico eran un constante y
pertinaz dolor de cabeza para el consistorio gijonés. Además estaba latente el problema de los continuos
brotes epidémicos de fiebres tifoideas, siendo las más acusadas las de los años
1.910 y 1.911, que se creía eran a causa de la insalubridad de las aguas, lo
que llevo al ayuntamiento a solicitar un análisis físico-químico-bacteriológico
al prestigioso Instituto Imperial de Berlín, que determinó que el agua de
Llantones no era plenamente potable.