Las minas
prehistóricas de Texeo. Una de las bocaminas cerrada con una verja de hierro y
que aún conserva en su entrada unas vagonetas oxidadas y bastante deterioradas.
Foto Alba Llano. Las minas prehistóricas se re-explotaron desde finales del
siglo XIX y con algunas pausas y cambios empresariales, se prolongó hasta
mediados del siglo XX. (...).. Saber más... El Comercio. |
"Este
yacimiento es el centro de atención de muchos investigadores, que lo han
considerado uno de los más antiguos e importantes de Europa." El
descubrimiento casual de las minas de Texeo en 1888 por parte del ingeniero
belga A. Van Straalem representó un punto de partida para la reanudación del aprovechamiento de minerales de cobre en
la zona del Aramo. Los trabajos de reconocimiento de las antiguas labores
mineras evidenciaron la existencia de numerosas galerías y pozos en toda la
zona, con la aparición de elementos que permiten datar una actividad de hace
4.500 años. (...). Saber más... Ayuntamiento de Riosa. |
La Nueva España
La mina del Aramo donde el miércoles 12 de julio de 2006 fue encontrado el esqueleto completo de un ser humano de hace 4.000 años es un testimonio reconocible de la actividad de nuestros antepasados remotos. Comprobarlo in situ es una experiencia emocionante. Eso sí, el yacimiento no ofrece comodidades para visitarlo. No abundan los lugares para ponerse en pie y a menudo hay que caminar a gatas, reptar o arrastrarse para seguir la pista de los antiguos mineros y comprobar como, con sus primitivos instrumentos y sus técnicas no por rudimentarias menos eficaces, fueron liberando el filón de mineral que estaba encajado entre consistentes paredes de caliza. Y, aunque lo hicieron iluminándose precariamente, por ejemplo con bastones resinosos que fijaban en la pared con una pella de arcilla, se comportaron con tal eficacia que, como diría un minero actual, lo rapizaron todo.