Obreros de la
Fábrica de Mieres a finales del siglo XIX. Foto Archivo. |
El proceso de
industrialización en Asturias generó la aparición de un numeroso proletariado y
una conflictividad laboral que forja progresivamente la conciencia obrera.
Fuente: Historia de Asturias. Tomo III. Págs. 710 a 713. Editorial Prensa
Asturiana. La Nueva España. |
En el año 1860 el número de trabajadores industriales alcanzaba unos 7.000 empleados, para 1896 la población laboral de la industria y la minería era de unos 27.000 individuos (12.000 mineros, 5.000 metalúrgicos y 10.000 asalariados de otras fábricas), superando los 35.000 en 1901. Lógicamente, el crecimiento de la población trabajadora se concentró en los municipios mineros e industriales: mientras que la población asturiana crecía un 21,5 por 100 entre 1857 y 1900, la de los municipios de Oviedo, Mieres o Avilés lo hizo en un 70 por 100; la de San Martín del Rey Aurelio en un 90 por 100; la de Gijón se duplicó y la de Langreo se multiplicó por 2,4. Las primeras manifestaciones de la protesta obrera contra las nuevas condiciones sociales creadas por la burguesía están vinculadas a opciones políticas republicanas y de los grupos demócratas, propias de la pequeña burguesía. Desde tales grupos políticos se estimuló la asociación de los trabajadores dentro de una concepción de reformismo social que buscaba la «armonía social» y la conciliación de las clases.