Un alcalde con recursos |
El Alcalde D. Celso Antuña Álvarez, alcalde desde 1970 a 1977 (Archivo del Blog) |
Celso Antuña, por entonces regidor de Mieres, bendijo en 1971 la nueva sede de Correos ante la negativa de los párrocos a asistir al acto |
Ilustración de Alfonso Zapico |
La Nueva EspañaEl laicismo no es otra cosa que defender la independencia de la sociedad y especialmente del Estado de toda influencia religiosa o eclesiástica, por lo que, aunque en estos tiempos de cambalache y confusión se confunda con el ateísmo, el caso es que tan laico puede ser un descreído como un devoto siempre que tenga claro que las creencias son algo personal y por ello las ceremonias religiosas deben ser independientes de los actos políticos. Esta norma, que se sigue desde hace años en muchos países civilizados, aún no es general en España donde todavía podemos ver en muchos pueblos y capitales como las autoridades municipales, que representan a toda la ciudadanía, presiden procesiones y ocupan lugares de preferencia en las misas mayores de sus localidades, a pesar de que el artículo 16 de la Constitución española dice en uno de sus puntos que “ninguna confesión tendrá carácter estatal”.