El Blog de Acebedo: La mujer en la industria minera

Las carboneras asturianas

Carboneras en una mina asturiana. Las difíciles condiciones económicas de la época fueron las que propiciaron el trabajo de la mujer, e incluso de los niños, en la mina, con jornadas de trabajo iguales a las de los hombres (foto del Archivo Histórico de Hunosa). Archivo del Blog.
El trabajo de la mujer en las empresas preindustriales fue muy importante, pero el auge fabril del siglo XIX hizo que se incorporasen a la plantilla como obreras fijas, en condiciones similares a los hombres. Con el tiempo, muchos de estos puestos de trabajo dejaron de ser un apoyo a los ingresos del marido, empezaron a tener cierta autonomía y dieron a la mujer una independencia personal
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
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La actividad extractiva ha acompañado al ser humano desde el principio de la historia, donde la tradición la ha posicionado como un “asunto de hombres”. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico declaraba que, en el año 2020, «de los 29.319 trabajadores totales del sector en España, solo 2.520 eran mujeres, de las cuales más de la mitad desempeñan funciones administrativas, por lo que tienen una presencia prácticamente inexistente en labores de producción y restauración». (Minería Sostenible), Conozcamos un poco mejor el mundo de esas mujeres mineras en Asturias.

Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La mujer en el mundo industrial
En algunos contratos laborales de las mujeres se decía que, "las mujeres tenían el permiso de su padre o marido para emplearse en los lavaderos, circunstancia que las asimilaba a un menor de edad". A veces, y mientras no se casasen, "estas mujeres debían entregar su jornal en casa, pues la mayoría empezaba a trabajar para ayudar a la familia, sobre todo cuando el hombre de la casa había muerto en la mina o estaba impedido para el trabajo". En estas solicitudes "siempre se alude a la vinculación de las mujeres con la empresa a través del padre o del marido, que estaban enfermos o jubilados en la misma compañía". Se hace hincapié en las cargas familiares y en la difícil economía de la solicitante, apelando al sentido caritativo y cristiano de la empresa.

La mina fue uno de los ámbitos laborales de la mujer, sobre todo hasta mediados del siglo XX. En la imagen, instalaciones del pozo San Luis en La Nueva (Langreo). Archivo del Blog.

Las difíciles condiciones económicas y la falta de escrúpulo de las empresas hicieron que las mujeres y los menores de edad entrasen a trabajar en la mina. En una época en que los trabajadores no tenían cobertura social, estos contratos ayudaron a muchas familias. «Muchas mujeres ingresaron en los lavaderos después de trabajar varios años en la repoblación forestal de los cotos mineros, donde plantaban árboles para el entibado de las minas, y terminaron su ciclo laboral en la empresa trabajando de limpiadoras». La penuria económica que empujó a las mujeres a trabajar de carboneras las convirtió en unas empleadas menos problemáticas que los hombres, pues el temor a perder su puesto de trabajo hacía que respetasen los horarios laborales y que no fuesen tan reivindicativas como ellos.

Además, cobraban un sueldo inferior al de los hombres. Las mujeres, por la misma razón, no tenían un compromiso político público y activo, no desarrollaban actitudes combativas y no se sumaban a huelgas que pudiesen causar su despido. "llegaron a desarrollar cierto espíritu de grupo que sólo funciona en un contexto privado e íntimo y no se dejó traslucir en el plano laboral". Tras la jubilación, unas se quedaron en las cuencas mineras y otras emigraron a otros concejos, sobre todo Gijón, pero mantuvieron los vínculos de amistad entre ellas.

En algunos contratos laborales se dice que las carboneras tenían el permiso de su padre o marido para trabajar en los lavaderos, circunstancia que las asimilaba a un menor de edad (foto del Archivo Histórico de Hunosa). Archivo del Blog.

Las condiciones laborales
La jornada laboral solía ser de ocho horas y se organizaba en turnos que se rotaban cada semana. «El turno de día era de 8 a 4 y el de noche de 4 a 12. Este último podía alargarse hasta las 2 o 5 de la madrugada, cuando se acumulaba el trabajo en el lavadero, pero se cobraba como horas extraordinarias que, en 1944, se pagaban a 1 real la hora». La semana laboral era de lunes a sábado, pero en ocasiones se trabajaba el domingo, para lo cual se trasladaba un sacerdote a un taller cercano al lavadero, donde se daba la misa. Las mujeres llevaban la comida de su casa en un cesto de mimbre cerrado y solían comer sobre las 12 horas en un espacio cerca de las instalaciones. «Iban protegidas con un mandil negro, utilizaban un pañuelo para proteger del polvo el cabello que llevaban recogido y calzaban madreñas».

Las empresas comenzaron a darles guantes de piel o goma cada 3 o 4 meses avanzada ya la posguerra. "Las instalaciones donde trabajaban estaban techadas, pero tenían los laterales abiertos para que ventilasen y se pudiese respirar. Esto hacía que las condiciones de trabajo fuesen muy duras debido al frío, la carbonilla y la humedad. Trabajaban de pie y sufrían frecuentes dolores de espalda y cadera, agravados por el peso de los deshechos que tenían que apartar para limpiar el carbón". No obstante, nunca lograron el reconocimiento de enfermedad laboral de los variados achaques que sufrían, entre ellos la silicosis, por respirar el polvo que soltaba el carbón en el lavadero.

Carboneras, fotografía de Valentín Vega en 1944 (colección Museo del Pueblo de Asturias). Archivo del Blog.

Mujeres y recogida de carbón
«Las “mujeres de les escombreres” y “les atropaores” desarrollaban su actividad al margen de la empresa minera, empujadas por la necesidad, y para ellas esto no suponía una profesión en sentido estricto, sino una tarea complementaria y regular, a la que dedicaban parte del día. Las empresas consentían esta actividad y no planteaban mayores problemas. Las primeras iban a las escombreras de las empresas (dir al carbón) con una fesoria o un pequeño gancho de hierro con dos dientes, para coger el carbón mezclado entre los estériles, meterlo en calderos o cestos y venderlo a los carboneros o particulares. Algunas empleaban este carbón para el consumo de su casa y estaban un par de horas en las escombreras, y otras pasaban en ellas la jornada completa, pudiendo reunir ocho o diez cestos en un día, equivalentes a más de 200 kg, que destinaban a la venta. “Les atropaores” se dedicaban a recoger el carbón menudo extraviado por las instalaciones de la mina y por las vías del tren».

Las carboneras fueron menos problemáticas que los hombres, ya que su temor a perder el trabajo hizo que respetasen los horarios y fueran menos reivindicativas (foto del Archivo Histórico de Hunosa). Archivo del Blog.
La organización del trabajo
La mayoría de las mujeres mineras tenía la categoría profesional de escogedoras, pero también existieron otros trabajos. A finales del siglo XIX las mujeres entraban en las empresas mineras como:

cargadoras o paleadoras
cribadoras
pizarreras. (estas pasarían a llamarse escogedoras)

También se contrataban:

aguadoras
guardabarreras de vía estrecha y ancha.

lampisteras
ayudantes de lampistería

En la parte no productiva, también contrataron a un buen número de:

limpiadoras
algunas enfermeras
telefonistas.

Las paleadoras cargaban el carbón y las maderas de entibado en vagones para transportarlo fuera de las instalaciones de la mina.
Las lampisteras se ocupaban de mantener en buen estado las lámparas de los mineros y abastecerlas de combustible. Estrictamente
Las carboneras eran las mujeres que trabajaban en las instalaciones de los lavaderos con la categoría de escogedoras, y se las llamaba muyeres de la cadena. Este trabajo consistía en separar manualmente los costeros, restos de entibado y otros estériles del carbón, que llegaban a través de una cinta transportadora conocida por la cadena. Los costeros eran en gran medida de pizarra, lo que explica que hasta la década de 1930 se las llamase pizarreras.

Recreación de pizarreras en la cinta de escogido. Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.

La cinta de escogido llevaba un sentido ascendente hasta una tolva de salida, por donde se expulsa el carbón ya limpio. «Las mujeres se disponían a lo largo de la cinta transportadora, con las manos quitaban los estériles y desechos que estaban mezclados con el carbón y los tiraban a unas tolvas situadas junto a ellas». Al final de la cinta estaba una mujer que se turnaba con las demás para parar la cinta con un botón o palanca, durante cinco o diez minutos, cada vez que sus compañeras no lograban retirar a tiempo los desechos.

Captura de pantalla de la Portada del libro "carboneras". Esta, es una novela contemporánea escrita por la periodista asturiana Aitana Castaño y el ilustrador Alfonso Zapico. Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.

«Este puesto estaba bonificado por la tensión que se creaba cuando no se realizaban las suficientes paradas y las carboneras se veían superadas por la cantidad de material». "La organización de la cadena corría a cargo de un vigilante que llevaba un férreo control de la instalación y sancionaba a las mujeres cuando el carbón no estaba bien limpio y tenía demasiados estériles, quitándoles la mitad del sueldo como castigo". Las mejoras técnicas de mediados del siglo XX en los lavaderos y la llegada de HUNOSA causaron la desaparición de las carboneras y paleadoras, que siguieron trabajando en la empresa, pero reconvertidas en limpiadoras.

Las mujeres nunca consiguieron desligarse del todo de esta faceta femenina, pues cuando trabajaban en los lavaderos solían lavar y remendar la ropa de los vigilantes e ingenieros, les llevaban hasta casa su cupo de carbón y hacían diferentes encargos por un poco de dinero. «Las aguadoras de la empresa cobraban lo mismo que las carboneras, pero después de la guerra civil empezaron a cobrar un diez por ciento menos. Su jornada laboral era de ocho horas y trabajaban llevando agua a los distintos grupos de trabajadores».

La mayoría de las carboneras tenían la categoría de escogedoras, pero también trabajaron como cargadoras o paleadoras, cribadoras, aguadoras, guardabarreras y en la lampistería, además de limpiadoras, enfermeras y telefonistas. Archivo del Blog.

Para ello "iban a la fuente con un pipote que tenía capacidad para abastecer a diez o quince personas, lo que en ocasiones tenía cierta dificultad, pues las fuentes estaban alejadas de las instalaciones, muchas se agotaban por la sequía y se les exigía que el agua fuera de buena calidad". Estas mujeres se sintieron solidarias con los conflictos históricos de la minería, pero no solían participar en las huelgas debido a su situación económica, lo que les costó algunas recriminaciones En cambio sí "intentaron mejorar sus condiciones con reivindicaciones puntuales sobre los horarios laborales o el ritmo de trabajo en la cadena". Las carboneras desempeñaron un papel fundamental durante la industrialización, sin embargo, carecieron históricamente de la valoración social merecida, a pesar de algunos reconocimientos puntuales, como la calle que se les ha dedicado en El Entrego.

FUENTE: © CRISTINA CANTERO FERNÁNDEZ Y © FRÁNCISCO XOSE FERNÁNDEZ RIESTRA. libro "LOS ASTURIANOS". Raíces Culturales y Sociales de una Identidad. La Nueva España. Págs. de la 341 a 344. © Editorial Prensa Asturiana S.A. El Blog de Acebedo.

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ARTÍCULOS REALCIONADOS

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AUTORES.

Cristina Cantero Fernández es una profesional del ámbito cultural especializada en interpretación y gestión del patrimonio. Directora Técnica del Museo Etnográfico del Oriente de Asturias. Historiadora de formación, ha simultaneado su desempeño profesional con estudios universitarios en Antropología Social y Cultural, que la han llevado a renovar enfoques en el ámbito del patrimonio cultural. Socia fundadora de la Asociación Asturiana de Antropología y Patrimonio Etnológico (ASAPE), ha sido responsable de la conceptualización y elaboración de contenidos de distintos museos y centros de interpretación; ha formado parte de grupos de expertos, como el «Comité Director y Científico de la candidatura de la cultura sidrera asturiana a Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco»; y cuenta entre su haber con publicaciones como Etnohistoria del Cotu de Curiel, El agua en la vida cotidiana. Fuentes, lavaderos y abrevaderos de Asturias o Un legado indiano para el siglo XXI. Ramón Álvarez de Arriba (1837-1920), además de la elaboración del “Documento marco de recomendaciones sobre la gestión de bienes patrimoniales de carácter etnológico: Hórreos y Paneras” para la Consejería de Cultura del Principado de Asturias. Desde hace años, colabora profesionalmente con instituciones culturales como el Muséu del Pueblu d’Asturies, la Fundación Archivo de Indianos o el Instituto del Patrimonio Cultural de España, en la difusión y socialización del patrimonio. (...). Saber más... Ayuntamiento de Llanes.

Francisco Xosé Fernández Riestra, arqueólogo historiador y experto en historia de la imagen y del fotoperiodismo. Fuente: La Nueva España.

Alfonso Zapico (Blimea, Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance. Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del Principado de Asturias (Aula Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia). Realiza ilustraciones, diseños y campañas para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…). Se estrena en 2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce (Astiberri, 2011). Vive en la localidad francesa de Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de cuatro tomos. Esta magnífica obra es un auténtico tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte". En un paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de La balada del norte, Zapico completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018), para mostrar de nuevo su faceta como reportero gráfico al poner el micro al diálogo entre el político Eduardo Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán o polaco. (…). Texto: WIKIPEDIA - Foto: Gráffica. elDiario.es.

Wikipedia, la enciclopedia libre, fue creada el 15 de enero de 2001 como proyecto de edición abierta que pretendía agilizar y flexibilizar el desarrollo de la hoy extinta enciclopedia con revisión por pares Nupedia, y ha crecido continuamente en número de artículos y de ediciones idiomáticas hasta la actualidad. (…). En marzo de 2000 Jimbo Wales creó Nupedia, un proyecto de enciclopedia libre basado en un ambicioso proceso de revisión por pares, diseñado para hacer sus artículos de una calidad comparable a la de las ASTURES(principalmente doctorandos y académicos), a los que se proponía colaborar de modo no remunerado. Debido al lento avance del proyecto, el 15 de enero de 2001 se creó un wiki (UseModWiki) vinculado a Nupedia cuya finalidad inicial era agilizar la creación de artículos de forma paralela, antes de que estos pasaran al sistema de revisión por expertos. Existe cierta polémica entre los fundadores de Nupedia sobre quién propuso originalmente la idea de usar un wiki a Jimbo Wales, si Larry Sanger o bien una tercera persona, pero el caso es que el éxito de aquel "pequeño proyecto paralelo" (Wikipedia) acabó eclipsando a Nupedia, que dejó de funcionar en 2003. (...). Seguir leyendo.... Wikipedia.

EDITORIAL PRENSA ASTURIANA, S.A.U (LA NUEVA ESPAÑA). (...). Tras la restauración de la democracia, el Estado se desprendió de sus medios de comunicación impresos, con lo que, como la mayoría de la "Prensa del Movimiento", fue privatizado y adquirido en 1984 mediante subasta pública por el grupo Editorial Prensa Ibérica S.A. (presidido por Francisco Javier Moll de Miguel). Los nuevos propietarios mantuvieron el logotipo de cabecera original, ligeramente modificado, y eliminando el yugo y las flechas, símbolo del Movimiento. El diario creó en 1988 el Club Prensa Asturiana, un foro de comunicación y debate que permite una relación directa y fluida con la sociedad asturiana. (...). Saber más... WIKIPEDIA.

La Nueva España es el periódico más difundido en el Principado de Asturias y el noveno de información general en España. Se define a sí mismo como un "diario independiente de Asturias", de tendencia liberal moderada. Se publica en Oviedo desde 1936 y es editado por la empresa Editorial Prensa Ibérica. La redacción se encuentra en Oviedo y publica a diario seis ediciones locales que cubren el Principado de Asturias: la general y las específicas para Oviedo, Gijón, Avilés, las cuencas mineras, el Occidente y el Oriente de Asturias. Es el más importante en cuanto a tirada según la OJD de todos los periódicos asturianos: tuvo una difusión media de 57 396 ejemplares julio 2009/junio 2010 y de 91 626 durante los domingos del periodo julio 2006/junio 2007. Su director es desde 2019 Gonzalo Martínez Peón, quién sucedió a Ángeles Rivero. (...). Saber más... WIKIPEDIA.

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