La breve historia del Archivo de
Mieres
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La Casa Consistorial de Mieres, a finales del siglo XIX |
Las
dificultades del concejo para recopilar y mantener su legado escrito
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La sede del Archivo de Mieres, en el momento de su apertura. LNE |
Los primeros archivos de la historia
aparecen en "los imperios" y servían como una herramienta de control
de población y de riqueza. De igual manera, los archivos municipales se forman
con la documentación que ha producido y produce un proceso natural de
recopilación por una persona o entidad pública o privada, o simplemente por el
ayuntamiento a través del tiempo y de sus diferentes órganos y servicios,
establecidos unos por Ley y otros por su autoridad de auto organización para la
gestión de los asuntos que entran dentro del amplio ámbito de competencias
municipales, destacando entre ellos la prestación de importantes servicios a
los ciudadanos o como fuentes de historia local. Esta documentación puede tener
valor histórico, jurídico, administrativo o cultural, independientemente de
cuándo se haya producido.
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Asistentes al mitin del ministro José Girón en la plaza del Ayuntamiento (1950). Archivo Municipal de Mieres |
El archivo municipal mierense ha sufrido
importantes pérdidas a través de los años, que en nada ayudan a los
investigadores interesados por la historia del municipio. Dificultades añadidas
con las que ahora se encuentran al intentar realizar estudios sobre la misma, y
que forzosamente dan (en muchos casos) resultados incompletos por falta de
datos significativos forzados por la desaparición de documentos históricos (en
su mayoría consumidos por el fuego). Repasamos algunos datos conocidos:
"(?) dos desgraciados siniestros ocurridos en la Casa Capitular la noche
del 2 de febrero de 1875, y la madrugada del 15 de febrero de 1876; que ya
casual o más bien intencionadamente, por las circunstancias que en ambos
concurrieron, merecen por la importancia que considerablemente atañe a los
intereses comunales del Concejo, se trate de depurar escrupulosamente la
administración municipal, que con el ridículo pretexto de los acontecimientos
políticos primero, y después a la sombra de los dos incendios, es por lo demás
desastrosa y deja mucho que desear". (A. M. Legajo 8-569.) Otro de los
incendios de que se tiene conocimiento tiene su origen durante los sucesos de
octubre de 1934, en los que fueron quemados muchos documentos, entre los cuales
figuraban algunos libros del registro civil, cuya destrucción había de causar
no pocos trastornos.
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Inauguración de las obras de reconstrucción del Palacio de Camposagrado para hogar escolar. Años 40. (Archivo municipal de Mieres) |
En lo que a incendios se refiere, veamos
lo que escribe un historiador mierense: "Es de lamentar la ausencia de
archivos en esta población. Sin archivos es obvio que se ponga cuesta arriba
toda labor investigadora para escribir trabajos históricos. Si algunos
documentos iban quedando como milagro en las viejas casas edilicias que hubo en
La Nozalera y La Paraxuela, se fueron perdiendo por la conocida desidia de las
gentes y después a causa de las guerras carlistas. Partidas afectas a Carlos V,
con importantes contingentes en los altos de Aller y de Lena, entraron en
nuestra villa hasta dar fuego a la casa que los carlistas llegaron a
incendiarle. Tampoco han faltado los incendios causales en dicho edificio. Para
acabar con lo poco que se conservaba de la documentación, vino la revolución de
octubre del 34 con sus efectos destructores. Algunos documentos, en la última
de esas calamidades públicas que ha afligido a nuestra urbe, desaparecieron por
acción del fuego". (Casal, en Comarca 544-545). El mismo historiador
escribe entre otras cosas en el extra de San Juan de 1970, del semanario
Comarca: "En el año 1926, con nuestra población animada por los planes de
su inmediato desarrollo urbanístico, don José Sela y Sela estaba ejerciendo de
alcalde-presidente de esta Corporación edilicia.
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Inundaciones en el Barrio de Oñón. (Foto Frank, 1943). Archivo Municipal de Mieres |
Fue entonces cuando el
ayuntamiento adquirió el viejo palacio de los Bernaldo de Quirós, con sus
atractivos jardines y terrenos anexos. Con dicha compra, el acervo patrimonial
del municipio señala una importancia indiscutible. En la relación contractual
se excluyó cuanto había dentro del edificio. Y a la casa señorial que los
Bernaldo de Quirós poseían en Villa, dentro del vecino concejo de Langreo, se
trasladan los cotizados muebles de caoba y bronces, famosos tapices flamencos,
obras pictóricas de valor, cientos de volúmenes de autores españoles y
extranjeros y cuantos documentos constituyeron aquí el archivo de la repetida
linajuda familia. Y será de opinar sin duda posible, que entre aquellos pergaminos
y diplomas, de una antigüedad remota, no dejaría de haber muchos de ellos que
se contactarían con el pretérito de nuestra villa y su actual concejo. Extraña,
por eso, que personas tan ilustradas en nuestra urbe como don Vital Álvarez
Buylla y Sampil, don Justo Vigil Alvarez y su hermano Fausto, no hayan
examinado detenidamente y puesto sus estudios en una documentación de indudable
interés, relacionada hasta directamente con la evolución cultural, social y
política de este concejo".
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Antigua Iglesia de San Juan y Plaza de la Pasera (Fotos Frank, 1927). archivo Municipal de Mieres |
De otro expolio de la historia mierense
da fe un vecino de la localidad, el cual relata lo siguiente: "Tenía yo
unos diez años y era vecino de la Villa. Un día estaba una tía mía haciendo
limpieza general en la Casa Duró por orden de sus dueños. Ya había muerto don César
que la había habitado con anterioridad. Vi como arrojaba por la ventana unos
libros con pergaminos de piel. Me acerqué y cogí algunos que estaban
manuscritos con letra antigua. Sentí curiosidad y quise llevármelos. Ella
recriminó mi actitud haciéndome dejarlos diciendo que aquello era una porquería
pues estaban llenos de polvo. Luego vi cómo les prendía fuego. Siempre recuerdo
aquella escena y siento no haber tenido más conocimiento para rescatarlos.
Aquello fue como don Quijote con los libros de caballería". (D. César
Suárez Requejo). No cabe la menor duda que en aquellos
libros se había de contener mucha historia de Mieres, del archivo de una
mansión del siglo XVII, que habían sido pacientemente manuscritos, para al
final tener un destino impropio del que había motivado su escritura: Dar
testimonio de unos hechos que lamentablemente ya no podrán conocerse.
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Teatro de marionetas en la Plaza del Ayuntamiento. (Foto Alonso, ca. 1958). Archivo Municipal de Mieres) |
Haciéndose cargo con carácter provisional de la plaza de archivero el recordado
D. Julio León Costales, tras la ordenación del material que se hallaba por
distintas dependencias municipales, fijó
su atención en un libro donde constaba
el envío de documentos llevados al almacén municipal para su custodia, y de los
que se hace una relación de manera concisa y precisa, compuesta por doscientos
ocho legajos, remitidos el día 4 de febrero de 1958, y entre cuyos documentos
figuraban padrones vecinales desde 1777 a 1815; censos de población de varios
años; expedientes de reemplazos desde 1801; documentación y expedientes
escolares desde 1886, y otros miles de ellos de indudable interés. Temiendo lo peor, pero con la esperanza
de rescatar aquellos valiosos documentos para el archivo, Costales se dirigió
al almacén inquiriendo información sobre los mismos. Desgraciadamente, los
temores del archivero Costales se confirmaron. Años antes, unos trabajadores
municipales los habían sacado de aquellas dependencias y procedieron a
quemarlos, utilizando el pretexto de limpiar y dejar libres los locales para
otros fines.
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Fachada Mercado de Abastos (1972). (Archivo Municipal de Mieres) |
Nadie lo supervisó, ningún responsable municipal intervino para
preservar los documentos o al menos valorar el contenido de los mismo. Lo
habían hecho los obreros por su cuenta y riesgo, a buen seguro sin saber el
valor documental de los mismos y con la ignorancia que cabe imaginar. Hecho
lamentable que vino a sumarse a otras destrucciones previas y que contribuyó a
empobrecer definitivamente los escasos fondos archivísticos del concejo. Con motivo de las obras que se realizan
en la antigua Escuela de Capataces para destinarla a Casa de la Cultura, el
archivo se trasladado a la nave municipal, en el Polígono Industrial de Vega de
Arriba, casi seguro que con el consiguiente deterioro de los legajos, que
volverían a sufrir las consecuencias del traslado. Por último y en este caso
(de momento), al lugar definitivo, se encuentra en los bajos de las antiguas
oficinas de correos de Mieres, en la Calle Valeriano Miranda, número 11 Bajo.
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Fondo fotográfico del Archivo Municipal de Mieres.Instalaciones de Fábrica de Mieres (Foto Alonso, años 40). Archivo Municipal de Mieres |
Finalmente cabe destacar que en el año 1983 finalizaron los trabajos de
ordenación del archivo municipal, tarea llevada a cabo por las licenciadas
María Teresa Castellanos Francisco y Manan Madera González, contratadas para
tal fin por el Ayuntamiento mierense, y cuyo trabajo se prolongó por espacio de
dos años y medio, habiendo resultado satisfactorio y concienzudo, y en
consecuencia, resultando un archivo propiamente dicho, como nunca lo había
estado en nuestro municipio. Hasta aquí es la breve historia del
Archivo Municipal de Mieres, supongo que equivalente a la de otros muchos
ayuntamientos asturianos y del resto del país, en los que concurrieron
parecidas circunstancias. Ahora es misión nuestra preservar y cuidar el valioso
legado de nuestros antepasados. Debemos de tener siempre presente que "La
historia de nuestro pueblo, afecta el pasado, al presente y al futuro".
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El archivero mierense, Julio León Costales, en una foto de archivo. (El blog del Mierense) |
FUENTE:
JUAN JOSÉ MENÉNDEZ (LA NUEVA ESPAÑA)
Juan José
Menéndez Fernández (Juanjo), nació en Murias
de Arriba L’Agüeria San Xuan de Mieres, en el seno de una familia de padre
mierense, de Laipata (La Depata, de L’Agüeria San Xuan) y madre salense
(Ardesaldo - Salas). Es hijo, nieto y bisnieto de mineros (del carbón). Tras
realizar sus estudios en Mieres, se incorpora al mundo de la minería pública,
trabajando (junto a su padre), en el Pozo Tres Amigos (HUNOSA). Es un apasionado practicante
de la recuperación y antología (recopilación) del pasado histórico
mierense y asturiano. Como es lógico, el pasado no puede repetirse, por ese
motivo, todas las personas que hacen antología (recopilan) historia, tienen su
marca propia y personal, en este caso, su compromiso es hacer una página bonita (El Blog de Acebedo), y hacerlo lo mejor
posible. "El único deber que tenemos con la historia es reescribirla".
Oscar Wilde (1854-1900) Dramaturgo y novelista
irlandés.
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