“El Cangrejo”, Regimiento de Infantería de línea Asturias 1807

Un ejército de más de 15.000 españoles al servicio de Napoleón

Godoy en 1790. Retrato pintado por Antonio Carnicero​ (Academia de San Fernando, Madrid).Manuel de Godoy y Álvarez de Faria (Badajoz, 12 de mayo de 1767 - París, 4 de octubre de 1851).(…) Saber más 

Uno de los personajes más nefastos de la amplia historia de España lo fue Godoy, aquel avaricioso y libertino que dícese embarazó a la reina, cosa que ya no se puede ni interesa probar, pero lo que sí es bien cierto es que puso a España en una embarazosa situación al aliarse primero con Napoleón y enviarle como prueba de su sumisión, un ejército de más de 15.000 valientes españoles al servicio del emperador para alimentar sus desvaríos por los campos de batalla de Europa

Bandera del Regimiento de infantería de línea Asturias, vestido y armado por el Principado en abril de 1807. Ver enlace.

Hernan Piniella Iglesias
Una parte de dicho contingente al mando del Marqués de la Romana, se denominó la división Norte, en la que se agrupó el Regimiento de infantería de línea Asturias, 2.332 asturianos englobados en tres briosos batallones de combate, vestidos y armados por el Principado que el 27 de abril de 1807 iniciarían una odisea poco conocida. Dicho Regimiento adquiriría en los duros campos de batalla el sobrenombre “el cangrejo,” porque cuando les ordenaban la retirada lo hacían siempre de cara, sin dar nunca la espalda al enemigo.

Soldado y su familia en una tartana, perteneciente al regimiento Guadalajara acantonado con el de Asturias en la isla de Seeland, Dinamarca. Ver enlace.

Por la cornisa cantábrica adelante alcanzaron tierras francesas y allí por el denominado desde los tiempos de los Tercios, “el camino de los españoles,” llegarían a la ciudad alemana de Hamburgo a primeros de agosto de aquel 1807. Era acostumbrado y permitido entonces que con los soldados viajaran sus mujeres y sus hijos, pero los soldados españoles no solían hacer uso de dicha costumbre y generalmente viajaban solos, para no dejar deudos en tierra extraña a merced de Dios sabe qué. En Alemania fueron puestos bajo supervisión de mandos del emperador y así el regimiento Asturias se englobó conjuntamente con los dos mil efectivos del regimiento de Guadalajara, bajo el mando del Coronel Louis Dellevielleuze y la supervisión última del general Fririón. Ante una amenaza de invasión de Dinamarca por parte de una alianza de Suecia con el eterno enemigo francés Inglaterra. Los españoles fueron desplazados a defender aquellas costas, no sin antes cubrirse de gloria militar en el asedio de Straslund en la Pomeranía, donde la gloriosa bandera del Regimiento Asturias ocupó la vanguardia de la ofensiva. Los españoles se repartieron el complicado mapa danés lleno de dificultades orográficas y así los asturianos se ocuparon tras travesar Jutlandia y la isla de Fionia, de la defensa de la isla de Seeland (Zelandia) donde está la hermosa ciudad de la sirenita, Copenhague.

Obra: El Juramento del Marqués de la Romana, donde el militar jura con sus tropas lealtad a la patria en 1808. Realizado por Manuel Castellano en 1850. Saber más

Precisamente su paso, el de las tropas españolas, tan distintas a lo acostumbrado, tan cristianas como alegres y ruidosas, llamaron la atención de la población local, tal como recoge su paso por Fionia en sus memorias, “El cuento de mi vida” el escritor Hans Cristian Andersen: “Recuerdo que un buen día, me alzó en sus fornidos brazos un soldado español y apretó contra mis labios una medalla sagrada que colgaba en su pecho desnudo, recuerdo bien la mirada de pavor de mi madre, a quien eso la enfadó mucho, porque decía que aquello era un símbolo católico (ellos si bien creyentes, eran luteranos). Pero a mí me gustó mucho la medalla y el extranjero aquel. Que de inmediato se puso a bailar conmigo en sus brazos, mientras que al unísono reía y lloraba. Al parecer el soldado aquel tenía niños, allá en España.” En aquella isla enorme a la espera del enemigo, les llegó la primavera de 1808 y los mandos franceses, procuraron entonces que no les llegara correspondencia alguna con noticias de lo que estaba sucediendo en España. Pero fue un clérigo inglés, el piadoso padre Robertson, en su otra profesión de espía, siervo de la corona británica y de Dios, por ese orden, quien salvó los rígidos controles napoleónicos y les llevó a los soldados españoles las proclamas de la Junta de Asturias contra el invasor, así como las de las juntas de Galicia y de Andalucía.  Ante aquella información se preparó sigilosamente la deserción en masa y con ella la arriesgada misión de regresar a España con tanto territorio hostil de por medio. Para entonces los franceses, tras la cobarde abdicación borbónica, y el nombramiento del hermano de Napoleón, José I, como soberano español, prepararon una jura de Bandera y fidelidad al nuevo rey.

Bandera de los supervivientes de los regimientos Asturias y Guadalajara al servicio del Zar Alejandro I de 1812 a 1814. Bordada por la Zarina y la reina madre del Zar. Ver enlace.

Los asturianos se sublevaron y mataron a tiros algún oficial francés, comenzando el regreso hacia España con dispar fortuna de la mayor parte del contingente acantonado en tierras danesas, tan solo 20 soldados del Regimiento Asturias lograrían regresar a España en aquel intento. Los demás junto al Regimiento de Guadalajara al completo, fueron apresados en Jutlandia y enviados como prisioneros de guerra a la ciudad de Aviñón, donde algunos perecerían por las pésimas condiciones de su confinamiento. Para 1812, Napoleón sueña con apoderarse de Moscú, para lo que necesita lo que el denominaba carne de cañón, seres humanos al borde de la desesperación que soportaran estoicamente sus inhumanos movimientos de exposición y desgate de la artillería enemiga. De tal manera aquellos asturianos y españoles prisioneros del francés aceptaron integrarse para eludir la prisión, en el Regimiento José I, de infantería de línea y cruzando Europa, se plantaron en las puertas de Moscú en septiembre de aquel 1812, en la temible batalla de Borodinó. Lugar donde los asturianos formaban la vanguardia del ejercito de Napoleón, destacándose por un valor ilimitado y un coraje pocas veces visto en un campo de batalla. Tanto coraje como rencor, ya que a la mínima oportunidad se pasaban a los rusos para combatir con mayor ardor contra el opresor francés que los había engañado y encarcelado por casi cinco años, tan solo por ser fieles a un rey que los traicionó y vendió al enemigo. Otra parte de aquel Regimiento José I, fue enviada al norte hacia San Petersburgo, donde también mordieron el polvo amargo de la derrota. Para cuando el emperador comprendió su error y que Rusia no era asequible a sus ambiciones, la retirada francesa fue protegida por los últimos integrantes de aquel Regimiento de asturianos y españoles que se mantenían con vida dentro de las tropas francesas, colocados en la retaguardia, su valor permitió la retirada sin mayores peligros. 

Herederos del valor de los Tercios españoles, aquí en combate en Flandes al mando del capitán de Gijón don Jordán de Valdés, tan diciendoi al tambor: "Manin toca la de Xixón del alma". Ver enlace.

Los cerca de 2.000 españoles que desertaron pasándose a los rusos de un total de 5.000 que contaba el regimiento José I, fueron agasajados y recibidos con los brazos abiertos por los soldados y oficiales del Zar Alexandro. Cuál no sería su valor y su desempeño en combate que pasaron a ser nombrados por su arrojo: "Cosacos del ejército imperial del Zar Alexandro I" y se agruparon posteriormente cuando estalló la paz en el denominado Regimiento de infantería Alexandro I, que finalizadas las hostilidades fueron asignados a ser la guardia personal de la Zarina y de la Reina madre, quienes en agradecimiento bordaron y cosieron ellas mismas sobre la bandera militar española con el aspa de San Andrés, cuatro águilas imperiales rusas y el lema . “Imperial Alexandro, Segundo Batallón” en correcto castellano. En agradecimiento a su valor, a su disciplina y heroísmo sin medida, el Zar los envió de regreso a España, en un viaje saludado por los pueblos rusos que recorrieron camino de Kronstadt, allí en aquel puerto del Báltico embarcarían en navíos al servicio de Inglaterra que los acercaron a los puertos de Santander y Santoña. Donde volvieron a pisar tierra española en octubre de 1814, tras siete años de batallas y penalidades, jalonadas por ese heroísmo característico de los soldados españoles que pueden afirmar sin temor a equivocarse que no hay lugar en este mundo sin una tumba española. Ya en España fueron acantonados en Astorga, y como ellos también había regresado al país el infame Borbón aquel, Don Fernando VII, que aún les tenía cierta inquina y pretendió que toda la oficialidad de los supervivientes (muchos eran de Gijón) fuera exiliada bajo los ridículos cargos de traición a la patria.

Soldado y teniente del Regimiento de Infantería de linea Asturias, en combate en tierra extraña: "Manolín vete allí y enseñaios a esos, a como están los oricios hoy en la plaza...". Ver enlace.

España en estado puro.
No confundir este heroico Regimiento Asturias con su “gemelo,” creado en su ausencia en tierras danesas, para combatir dentro de las filas del denominado ejército de la izquierda española (geográfica no política) cuando la guerra de la independencia. Los supervivientes a Napoleón, dentro de las filas francesas, aun formarían parte del embrión de la Legión Extranjera, siendo denominados el regimiento Colonial extranjero, los “pioners” españoles, que en 1831 fueron agrupados con todos los demás regimientos extranjeros y así nació la Legión francesa que otorgaba la nacionalidad por aquello de: “Francés por la sangre derramada”

Soldado español de infanteria del Regimiento Asturias en la isla Seeland, Dinamarca en 1807. La oficialidad se formaba en Gijón, cuyo cuartel por aquel entonces estaba bajo las órdenes del Capitán de navío, Don Hermenegildo Becerra. Ver enlace.

FUENTE: HERNAN PINIELLA IGLESIAS. Publicado en el Facebook de Hernan Piniella Iglesias el 18 de diciembre de 2018. Enlace.

PARA SABER MÁS - LECTURA RECOMENDADA: 

Ver artículo de CISDE Observatorio de fecha 12-07-2014 

Marqués de la Romana. Saber más

La División del Norte, los soldados españoles a disposición de Napoleón
Por G.B. D. Agustín Alcázar Segura (R).
A comienzos de Julio de 1806, se estaban llevando a cabo una serie de negociaciones franco-inglesas y franco-rusas con la finalidad de llegar a una paz europea, lo que sirvió de pretexto a Talleyrand para interrumpir los tratos que estaban a punto de concluirse entre España y Francia con respecto a Portugal. (…). Seguir leyendo.

Hernán Piniella Iglesias. Maestro Industrial jubilado, Gran entusiasta y ávido buscador de la historia local de Gijón. Tuvo una azarosa vida. A su padre lo mataron en 1963, apareció tirado con la cabeza rota de un golpe sin más señas, en el camino de su casa. Al poco Tiempo Hernán tomó el camino a Gijón, para quedar internado en el Hogar de San José, donde estudió Maestría Industrial. Tras el servicio militar emigró a Venezuela donde residió por casi veinte años, allí a causa de un accidente tuvo que dejar de lado la mecánica industrial por un tiempo y estuvo unos diez años de gerente en tiendas de mercancías secas, Ropas y electrodomésticos, línea blanca y marrón, llegando a estar considerado como gerente A1, de Woolworth. Posteriormente y a causa de un atraco violento sufrido por su mujer, retorno a España en 1996, con sus cuatro hijas. Ya en Asturias paso por un periplo de empresas; Trabajo en INMICRO Riaño (Langreo), Refractaria el Berrón (Siero) y en Talleres y Fundiciones Marte de Gijón. En la actualidad se encuentra jubilado y rebuscando infatigablemente en los archivos, la historia de Gijón. FOTO: FUENTE. - El blog de acebedo

Agustín Alcázar Segura (Fallecido el 20-06-2016). (...). El general Alcázar tuvo clara muy pronto su vocación militar, no en vano ingresó a los 14 años en el Ejército del Aire, y a los 19 años en la Academia General Militar (XXII Promoción) obteniendo el Despacho de Teniente en Julio de 1967. Su trayectoria profesional puede dividirse en tres grupos de actividades: el Mando de Unidades, el Servicio de Estado Mayor y la Doctrina y Enseñanza. Está en posesión de las siguientes condecoraciones: Gran Cruz, Cruz, Encomienda y Placa de San Hermenegildo, Cruz de Oficial de la Orden del Mérito Civil y Gran Cruz y cuatro Cruces del Mérito Militar con distintivo blanco. Además, el general Alcázar, hombre inquieto y amante de la escritura, tiene unos 100 artículos publicados en la Revista Ejército sobre Táctica y Estrategia, y otros 200 publicados en el Observatorio de Cisde sobre diferentes ámbitos, desde la Historia Militar, de la que era gran experto y amante, hasta Cultura de Defensa o Misiones y Operaciones.  Igualmente, y en su faceta literaria, publicó los siguientes libros: “Anexión y guerra de Santo Domingo”; “Las Guerras de Independencia Hispanoamericanas”; “Historia Militar de Gibraltar”;  La rebelión de Cataluña 1640-1652; Historia del terrorismo español. Del anarquismo a ETA; España sin rumbo. El Sexenio Revolucionario. (…). Saber más

El blog de Acebedo (Antología de Historia). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío nella”

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