Claudio López Brú (1853-1925), desde 1883 segundo Marqués de
Comillas
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Óleo de Antonio López y López. Primer marqués de Comillas. Del libro LA COMPAÑÍA GENERAL DE TABACOS DE FILIPINAS. 1881-1981 |
Claudio López Brú, segundo marqués de Comillas Capitalista español, hijo y heredero de Antonio López López, que desarrolló un gran activismo católico como segundo Marqués de Comillas, y del que tiene la Iglesia católica abierta causa de beatificación desde mediados del siglo pasado, secundada entonces incluso por la máxima autoridad política de España, por lo que será elevado a los altares si el Papa decide favorablemente |
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey
Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su
novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre
otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
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En 1883 tuvo que
hacerse cargo del grupo empresarial y financiero levantado por su padre,
manteniendo los compromisos adquiridos, entre ellos el patrocinio del Seminario
proyectado por Tomás Gómez Carral, que se convirtió en la Universidad
Pontificia de Comillas. Mantuvo una excelente relación con las más altas
jerarquías de la Iglesia Católica, incluidos los papas León XIII, Pío X,
Benedicto XV y Pío XI, y fue uno de los principales impulsores de la Acción
Católica en España. Claudio Segundo Bonifacio Antonio López del Piélago y Brú
nació en Barcelona el 15 de mayo de 1853, poco tiempo después de la llegada de
sus padres y sus tres hermanos mayores desde la isla de Cuba para asentarse definitivamente
en la península. «Fue Claudio concebido en Santiago
de Cuba, al tiempo en que regía aquella archidiócesis el santo Arzobispo Beato
Antonio María Claret, después fundador de los Misioneros Hijos del Inmaculado
Corazón de María. Su madre piadosísima cuando llevaba en su seno al niño
Claudio tenía la devoción de salir a recibir la bendición del Santo Arzobispo
al pasar éste por la calle, para sí y para el hijo que en sus entrañas llevaba.
Años más tarde, al contemplar su madre la extraordinaria virtud de aquel hijo,
atribuía su santidad a las bendiciones del Beato Claret. Así nos lo ha relatado
persona de su familia, digna de todo crédito.» (Eduardo F. Regatillo, S. J.,
Causa de beatificación del Marqués de Comillas, 1947.)