La guerra de los grandes almacenes
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Grupo de viandantes en la calle Uría de Oviedo, delante de Galerías Preciados. (LNE) |
La absorción de Galerías supuso el fin de una
lucha titánica en el seno de la dinastía que creó ambos negocios
http://www.lne.es
El Corte
Inglés, llegó a la cúspide del gigante asturiano de los grandes
almacenes en el 80º aniversario (año 214), de que la dinastía de campesinos de
Grado emprendiera la gran revolución comercial
española del siglo XX con la implantación de las magnas tiendas por
departamentos al estilo americano, una reformulación más avanzada y
vanguardista que el original modelo francés de grandes almacenes que se
había propagado por Europa y España desde el XIX. Pepín
Fernández esperó al 8 de septiembre de 1934, día de la patrona de
Asturias, para constituir en Madrid como accionista mayoritario la
sociedad Sederías Carretas SL, la misma que casi 21 años más tarde, el
10 de marzo de 1955, pasó a denominarse Galerías Preciados SA. En la constitución de la sociedad Sederías Carretas participó como socio
minoritario un primo de Pepín, César Rodríguez, también natural del
municipio de Grado y quien quince meses después, en diciembre de 1935,
adquirió una afamada y prestigiosa sastrería madrileña de caballero y
niño llamada El Corte Inglés, que databa de 1890 y que era habitual
anunciante en la prensa madrileña.
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El dinero para la compra de la
sastrería lo desembolsó César Rodríguez y la negociación y formalización
de la compra la hizo en su nombre Pepín Fernández en condición de
apoderado de César en Madrid. Al frente de ambas tiendas se
situaron como directores-gerentes Pepín Fernández, dueño de Sederías, y
Ramón Areces, encargado y, años después, accionista de El Corte Inglés.
Areces, sobrino del accionista hegemónico de El Corte Inglés, César
Rodríguez -con negocios en España y Cuba, donde residía la mayor parte
del año-, se desplazó desde Asturias a principios de 1936 para dirigir
la tienda. Areces y Pepín Fernández protagonizaron desde entonces una
dura competencia comercial que en 1946 obligó a deslindar ambos
negocios, con la venta por César Rodríguez de su participación en
Sederías Carretas.
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Ramón
Areces Rodríguez; (La Mata, 1905 - Madrid, 1989) Empresario español, fundador
de la cadena de grandes almacenes El Corte Inglés, predecesora de los más
recientes éxitos empresariales del sector textil español, como la cadena Mango
de Isak Andic o el imperio Inditex de Amancio Ortega. Ramón Areces aprendió el
oficio durante su estancia en unos almacenes de La Habana, donde coincidió con
su primo Pepín Fernández, que más tarde se convertiría en su gran competidor
con Galerías Preciados. Abrió su primer establecimiento en el centro de Madrid
y poco a poco fue expandiéndose por la geografía española hasta convertirse en
una de las cadenas más importantes de Europa, con una filosofía empresarial
basada en la estrecha relación entre directivos, empleados y clientes. (…)
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Desde entonces la ruptura fue total y sólo en
los últimos meses de vida de César Rodríguez se produjo un emocionado
reencuentro de los dos primos, en el que rememoraron, tras veinte años
de distanciamiento, cuánto habían bregado juntos en los grandes
almacenes habaneros El Encanto, a los que habían llegado siendo
adolescentes y donde habían forjado sus prósperos patrimonios. Pese a
aquella reconciliación casi en el lecho de muerte de César, la tensión y
competencia entre los negocios persistió y no hubo la menor tregua en
medio siglo. La rivalidad fue enorme y jamás miembro alguno de
cada una de ambas ramas de esta dinastía de indianos entró en el negocio
rival, aunque una y otra casa infiltrasen espías en la organización
ajena. En Galerías la prohibición de comprar en El Corte Inglés era
absoluta y lo mismo a la inversa. Y esta prohibición alcanzaba a los
accionistas, a sus descendientes, a los trabajadores y aun a los
familiares de los empleados. El primer miembro de la dinastía
que entró en una tienda del rival fue Isidoro Álvarez, el tercer
presidente de El Corte Inglés, sobrino de Areces y sobrino-nieto de
César Rodríguez. La primera vez que Álvarez cruzó el umbral de
un gran almacén de Galerías Preciados ocurrió el 24 de noviembre de
1995. Álvarez era presidente de El
Corte Inglés desde hacía seis años y tres meses cuando puso sus pies en
Galerías.
Hacía 50 años de la última vez que alguno de sus antecesores
hubiera hecho algo similar. Fue cuando César Rodríguez, durante uno de
sus viajes a España como presidente y accionista mayoritario de El Corte
Inglés, visitó al presidente de Sederías Carretas en 1945 en su doble
condición de primo y también de socio minoritario de la sociedad fundada
por Pepín. Cuando Isidoro Álvarez entró en 1995 en Galerías
Preciados hacía unas horas que El Corte Inglés acababa de comprar las 30
tiendas de su rival. Se ponía fin así a 60 años de enconada
rivalidad y de una lucha sin cuartel. Galerías Preciados había sido el
pionero, el líder durante decenios en volumen, facturación y número de
tiendas, el primero en extenderse fuera de Madrid por otras provincias
españolas, el introductor de las modernas campañas de las rebajas y de
los días de la Madre, del Padre y de los Enamorados, y el primero en las
promociones de productos internacionales. Pero la tenacidad de
Ramón Areces, su empeño por engrandecer El Corte Inglés y la vuelta
definitiva a España de César Rodríguez en 1960 con buena parte de su
copiosa fortuna personal (muy superior a la de Pepín) cambiaron el rumbo
de la historia. Si en 1960 Galerías Preciados acumulaba tres tiendas en
Madrid y ya se había expansionada por buena parte del sur del España
con establecimientos de reducidas dimensiones, El Corte Inglés
continuaba con una única tienda -varias veces ampliada- en la calle
madrileña de Preciados.
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(…)
Pepín Fernández, empresario asturiano que fundó los grandes almacenes Galerías
Preciados, es la de un luchador que logró superar con éxito las dificultades
sociales, políticas y económicas de la posguerra para crear el primer gran
establecimiento moderno de la Historia de España. (…). https://www.grao.net/grau/pperson/pepinfer.htm
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En 1960 la compañía del triángulo verde,
con el presidente y director general trabajando juntos en Madrid, puso
en marcha una ofensiva descomunal, con la apertura de grandes formatos
de tiendas y además en las principales ciudades del país: abrió en
Barcelona, Sevilla, Bilbao, de nuevo Madrid..., con un ritmo implacable y
una exhibición de recursos propios que obligó a Galerías a entrar en
una dinámica de crédito bancario, admisión de grupos internacionales en
su capital, salida a bolsa y solicitud de empréstitos a la banca
extranjera una vez que la española juzgó inviable aumentar el riesgo ya
contraído con Galerías. Las devaluaciones de la peseta acrecentaron los
débitos tomados en el exterior, la crisis de los 70 restó consumo y el
poderío y fastuosidad crecientes de El Corte Inglés arrebataron cuota de
mercado y el liderazgo a Galerías. La compañía de Pepín entró en
pérdidas y la banca asumió su control. A partir de ahí (1978) comenzó un
largo calvario de decadencia para Galerías, con siete cambios de
propiedad -incluida una nacionalización- en 17 años, y que concluyó con
la suspensión de pagos en diciembre de 1994, con un pasivo de 68.500
millones de pesetas (412 millones de euros). La compra de
tiendas ajenas era insólita en El Corte Inglés. Sólo se conoce un
precedente: la adquisición en 1984 en Oviedo del hipermercado Mamut en
el centro comercial Salesas para su reconversión en Hipercor.
Entonces
el presidente y mayor accionista de El Corte Inglés era Ramón Areces y
aquello fue una excepción ante la reiterada dificultad para encontrar un
local que permitiera al grupo establecerse en la tierra de sus
fundadores. Areces era enemigo de comprar. Cuando el Gobierno
socialista de Felipe González privatizó Galerías aquel mismo año (1984),
tras la expropiación de Rumasa -el grupo al que había pasado a
pertenecer la empresa fundada por Pepín-, los intentos del Ministerio de
Economía para que El Corte Inglés pujara por Galerías fracasaron uno
tras otro. "Comprar tiendas está bien para quien no sabe hacerlas",
explicó Areces en aquellos días en una de las no muy numerosas
declaraciones que hizo en su vida. Así que cuando Galerías volvió a
sucumbir 15 años más tarde, en 1995, Isidoro Álvarez tuvo muchas dudas y
en el consejo de administración de El Corte Inglés había sectores
radicalmente opuestos a la compra y otros proclives a estudiarla. En la
víspera de que se cerrara el plazo de licitación y cuando los
socialistas daban por seguro que esta vez El Corte Inglés iba a resolver
el problema de Galerías para siempre, hubo un amago de renuncia que
hizo temblar al Gobierno. Las presiones fueron enormes.
Al final, El
Corte Inglés dijo sí, aunque con disensiones internas. El Corte
Inglés era entonces la tercera empresa española por facturación, el
líder del comercio y la mayor cadena de tiendas multidepartamentales por
facturación y beneficios y también por metros cuadrados de superficie
comercial, aunque Galerías continuaba siendo la red de grandes almacenes
con mayor número de establecimientos. Con su adquisición El Corte
Inglés casi duplicó su tamaño. Y por primera vez logró tener un gran
almacén (el de la calle Uría, de Oviedo) en su región de origen. Pepín, que había fallecido en 1982, no conoció el desenlace. En 1969,
en unas cuartillas que leyó en una junta de gerentes de Galerías, había
escrito: "¿Se convierte El Corte Inglés en el número 1 del comercio
español? Debemos impedirlo".
FUENTE: JAVIER CUARTAS
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Los almacenes y galerías antiguas son sin duda una pieza de arquitectura de gran valor. Dentro de ellos hay un sin fin de objectos y productos interesantes. Una pena que haya venido el gran corte ingles para terminar con estos espacios simbólicos.
ResponderEliminarInteresante
EliminarBonitos almacenes
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