(…) Unos
pescadores candasinos encontraron un Cristo flotando cuando pescaban ballenas
en las Costas de Irlanda y lo trajeron a Candás entre las redes de su pesquero.
El Cristo estuvo en la capilla del Hospital de Santiago, luego en el altar
mayor de la Iglesia y por último le construyeron un camarín, que es donde se
encuentra actualmente. (…). https://candas.blogia.com
Protagonista de un sinfín de leyendas, la venerada imagen abre un nuevo
debate en la villa sobre el destino de las joyas que se le retiraron en 1936
El Santísimo Cristo de Candás es,
como pocas imágenes religiosas, el Cristo de las leyendas. Numerosos hechos
sobresalientes salpican la historia del que es Cristo de Candás, pero también
Cristo de todas las Cofradías de pescadores de Asturias, y por tanto, Cristo
marinero. La última de ellas, que proviene de la tradición oral, dice que la
talla portaba pendientes. La primera gran leyenda sobre el
Cristo es acerca de su origen. Parece más o menos creíble (y no hay nadie que
haya demostrado lo contrario), que la imagen fue rescatada por una nave de
pescadores candasinos de las aguas bravías frente a las costas de Irlanda en el
siglo XVI. Dos hechos contrastados históricamente dan opciones de veracidad a la
leyenda.
Por un lado está el conocido cisma de
la Iglesia anglicana, en tiempos de Enrique VIII, quien al romper con Roma
mandó destruir, saquear e incendiar los templos relacionados con la fe
católica. También fueron arrojadas numerosas imágenes de Jesucristo al mar, por
lo que los pescadores de Candás pudieron tener la oportunidad de sorprender
entre sus redes el hoy conocido como Cristo de la villa. Qué hacían marineros candasinos por
las aguas de Irlanda también tiene explicación histórica. Candás era uno de los principales puertos balleneros en aquel siglo
XVI por mucho tiempo después. Según el historiador local Carlos González de
Posada, el archivo de la Iglesia de Oviedo contiene una «Sentencia contra el
Capellán y feligreses de Candás sobre el diezmo de las pescas de la mar de
España e Irlanda, año de 1516», por la cual los candasinos tenían derecho a
faenar frente a las costas británicas, coincidiendo por tanto la fecha con el
hallazgo «milagroso». Otras leyendas sobre el Cristo son de
más dudosa credibilidad. La imagen original del Cristo, la que fue hallada
entre las aguas, desapareció en 1936, con el comienzo de la Guerra Civil, tras
ser saqueada, arrastrada por las calles del pueblo, y finalmente quemada, en lo
que hoy es el campo de fútbol de La Mata. Dice la leyenda, o la tradición oral,
según se mire, que el militar que ordenó tal fechoría murió poco después a
escasos metros de este lugar, fulminado por una bomba caída del cielo. Lo que hasta ahora no pasaba por ser
otra leyenda, podría ser realidad. El Cristo marinero original tenía pendientes
bajo su negro cabello.
(…) En el
siglo XIII, más concretamente en torno a 1232, es cuando consta la primera
referencia documentada de la caza de ballenas en Asturias, para ser más exactos
en el puerto “Entrellusa” (pequeña cala situada en la actual ciudad residencial
de Perlora). Candás fue uno de los principales puertos balleneros del norte de
la península ; lo que lleva a dar un importantísimo impulso a la industria
conservera , alrededor de finales del siglo XIX. (…). https://candas.blogia.com
O al menos eso es lo que dice una tradición oral poco
conocida hasta ahora en Candás. En cualquier caso, la imagen que se alza en lo
alto del camarín de la iglesia de San Félix de Candás en la actualidad fue
tallada en 1938 y no tiene pendientes. Pocas reproducciones existen además de
la talla original. El uso de los pendientes en los
hombres, muy extendido en occidente en la actualidad, estaba reservado en el
pasado para los marinos. Varias explicaciones hay de ello, de entre las que
destacan dos. Hay quien dice que los marineros portaban en su lóbulo de la
oreja, bien aferrado, un pendiente de oro. Como en tiempos pretéritos era común
que estos trabajadores perecieran víctima de un naufragio y fueran arrastrados
a alguna playa o costa indefinida, dicho pendiente podría servir para pagarle
un entierro digno. Por otra parte, es también sabido
que, sobre todo en los siglos XVI, XVII y XVIII, los marineros honraban a
aquellos colegas de profesión que habían tenido la pericia, y también la buena
suerte, de atravesar el temido cabo de Hornos, en el extremo sur del continente
americano. Se mostraba a ellos respeto al verles
un aro colgado de la oreja. El Cristo de Candás, eminentemente marinero,
llevaría un pendiente como símbolo de su estrecha relación con los pescadores y
con una villa con una historia tan ligada a la mar.
Oficialmente, dicho pendiente podría
no haber existido. Los inventarios existentes sobre las joyas del Cristo y su
retablo churrigueresco no hacen mención a ellos, ni está incluido en ninguna de
las donaciones de las que existe constancia. El más antiguo de los inventarios
que se conocen data de 1893, y es de Carlos Avello Saturnino Rodríguez, medio
siglo anterior a la desaparición de la alhaja, pero no la menciona, aunque bien
es cierto que apenas hace referencia a los detalles que adornaban el cuerpo de
Cristo, y presta más atención a los del retablo y el camarín. Lo mismo ocurre
con los inventarios de 1922. Por otra parte, las fotos del Cristo
original, así como sus pinturas, tampoco son reveladoras de la verdad. La
imagen tiene la cabeza inclinada hacia su derecha, por lo que sólo se le ve la
oreja de ese lado. Existe algún grabado antiguo que revela, por el contrario,
la oreja izquierda, sin que tampoco sujete este adorno. Cuando han pasado cerca de 500 años
desde que el Cristo fue rescatado entre las redes, surge la leyenda de los
pendientes de la imagen candasina.
Un viaje por
la nostalgia- Candás y el muelle 1894-1963. Fotos antiguas de Candás (Asturias) y el
muelle antiguo 1894-1963. Video de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=TeeJPv1NWOY
Y ese cuento, entre la ficción y la
realidad, narra cómo fueron librados del saqueo en 1936, portados durante algún
tiempo a escondidas de la guerra y finalmente devueltos al mar, ante la
imposibilidad de regresar al templo del Cristo. Es lo que dicen los
descendientes anónimos de quien quiso librar la joya de manos equivocadas. En este sentido, está demostrado que
para evitar que la figura fuese expoliada, algunos candasinos escondieron
algunos de sus tesoros, así como del retablo y el camarín de una iglesia de San
Félix que fue incendiada al paso de la guerra. Son conocidos los intentos del
popular escultor de la época, Antón, por persuadir y alejar a los militares del
templo. La segunda figura religiosa más
visitada y tributada de Asturias está rodeada de mitos, leyendas y azarosas
coincidencias. Si es cierto que llevaba pendientes en simbiótica relación con
los pescadores que lo libraron del naufragio, el Cristo de Candás añadiría otro
misterio más a su curiosa historia.
Y como nota curiosa, única y original (ya perdida), el festejo taurino que se celebro durante
años en el muelle de candás (con la marea baja), durante la fiestas del Santo Cristo de Candás. Reportaje de NODO.
NOTA:Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada
imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que
se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se
ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo figurar o para borrarla
si es su deseo, porque es justo reconocer a los autores.
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