La Quinta de Selgas es un conjunto de palacio y finca ajardinada situado en El Pito, pequeña población del concejo de Cudillero (Asturias, España). Se construyó entre 1880 y 1895 por iniciativa de los hermanos Ezequiel y Fortunato de Selgas Albuerne: el primero, empresario de éxito en Madrid, puso los medios económicos para realizar el proyecto, mientras que el segundo, historiador y aficionado al Arte, fue quien elaboró el trazado, de diseño historicista. (…). Saber más...WIKIPEDIA. |
La Inmaculada del Greco y el “Aníbal vencedor” de Goya son las piezas más excepcionales, pero no las únicas valiosas entre las muchas atesoradas por la familia de filántropos asturianos
Inmaculada
Concepción, capilla Oballe de Toledo (1608-13). (…). A finales de 1607, el
Greco se ofreció a terminar la capilla de Isabel de Oballe, que había quedado
inconclusa por el fallecimiento del pintor Alessandro Semini. El artista, ya
con 66 años, se comprometió sin gastos complementarios a corregir las
proporciones del retablo y a sustituir una Visitación.53 La Inmaculada
Concepción para esta capilla es una de sus grandes obras tardías, los
alargamientos y los retorcimientos nunca antes habían sido tan exagerados o tan
violentos, la forma alargada del cuadro concuerda con las figuras que se elevan
hacia el cielo, lejos de las formas naturales. (…). Saber más... WIKIPEDIA. |
La Nueva España
La Quinta de los Selgas en El Pito, en Cudillero, comenzó siendo una vieja casona rural. Era propiedad de la familia desde finales del siglo XVIII y en 1871, al morir, Juan Selgas y Campo, que hizo dinero con el comercio de ultramar, se la legó a sus hijos Ezequiel, Fortunato y Francisca. El palacio, que sirvió de contenedor a la magnífica colección pictórica, escultórica, de artes decorativas y bibliográfica, que los hermanos varones reunieron, se edificó entre 1880 y 1895. A medida que avanzaba su construcción, los hermanos Selgas acumulaban más y más obras, las más valiosas hacia la etapa final, cuando el elegante edificio ya había adquirido empaque. En 1890 se cobraron las dos piezas más preciosas, la Inmaculada del Greco –inicialmente catalogada como una Asunción– y un Goya, el “Aníbal vencedor, que por primera vez mira Italia desde los Alpes”. Ninguna de las dos están ya en la Quinta.
La Quinta de los Selgas en El Pito, en Cudillero, comenzó siendo una vieja casona rural. Era propiedad de la familia desde finales del siglo XVIII y en 1871, al morir, Juan Selgas y Campo, que hizo dinero con el comercio de ultramar, se la legó a sus hijos Ezequiel, Fortunato y Francisca. El palacio, que sirvió de contenedor a la magnífica colección pictórica, escultórica, de artes decorativas y bibliográfica, que los hermanos varones reunieron, se edificó entre 1880 y 1895. A medida que avanzaba su construcción, los hermanos Selgas acumulaban más y más obras, las más valiosas hacia la etapa final, cuando el elegante edificio ya había adquirido empaque. En 1890 se cobraron las dos piezas más preciosas, la Inmaculada del Greco –inicialmente catalogada como una Asunción– y un Goya, el “Aníbal vencedor, que por primera vez mira Italia desde los Alpes”. Ninguna de las dos están ya en la Quinta.