Las libélulas dan color al verano asturiano
El sol, el calor y la
abundancia de presas concentran en los meses estivales la breve vida adulta de
un espectacular grupo de insectos, representado en Asturias por medio centenar
de especies
Las libélulas son insectos de verano. Algunas ya vuelan en
primavera y otras lo siguen haciendo mediado el otoño, pero es ahora, durante
los meses más cálidos, cuando disfrutan de condiciones idóneas: les gusta el
sol y hay gran abundancia de alimento (son cazadoras de otros insectos
voladores, principalmente mariposas, moscas y mosquitos). Por eso en los meses estivales es cuando más se las ve. Por
eso y porque, como las personas, buscan el agua, aunque no para refrescarse
sino porque en ella se aparean, ponen sus huevos y se crían sus ninfas (un
proceso que puede tomar hasta tres años), y también es ahí donde encuentran la
mayoría de sus presas.