6 de noviembre de 2018

D. Pedro Pidal y Mieres

Un vecino de La Rebollá que conquistó el Urriellu
D. Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa (Foto. Archivo familiar). (El Mundo)
Pedro Pidal, impulsor de los parques nacionales, estuvo muy vinculado a Mieres tras casarse con una nieta de Numa Guilhou
D. Pedro Pidal, marqués de Villaviciosa (Foto. Archivo familiar). (El Mundo)
En Asturias este año se han conmemorado tres fechas históricas de especial relevancia: los 1.300 años de los orígenes del Reino de Asturias, el centenario de la coronación de la Virgen de Covadonga y la creación del Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. Este Parque Nacional de Picos de Europa como todo el mundo sabe sería creado gracias a la iniciativa de Pedro Pidal, pero lo que mucha gente ignora es la importante vinculación de este personaje con las cuencas mineras. En el presente artículo se repasan los principales datos biográficos y aportaciones sociales de este gijonés vinculado durante muchos años a Mieres. Nuestro personaje, Pedro Pidal y Bernaldo de Quirós, marqués de Villaviciosa de Asturias, era hijo del que fuera presidente del Congreso de Ministros, Alejandro Pidal y Mon (conocido como el zar de Asturias) y fue un personaje de entre siglos que participó poderosamente en la historia contemporánea de España, Asturias y de las cuencas mineras.
Alejandro Pidal y Mon (1846-1913). (TREA)
A lo largo de su vida sería un defensor de la naturaleza, alpinista consumado, empresario minero-siderúrgico, cazador, político y gran orador. Consiguió con su lucha desde el Senado la aprobación por las Cortes de la primera Ley de Parques Nacionales, que se materializó en la creación del Parque de Covadonga. Lo que es desconocido por muchas gentes es cómo obtuvo el marquesado y que Pedro Pidal residiera durante muchas temporadas en Mieres, concretamente en una mansión conocida como La Gerencia y que estaba dentro del entorno de la empresa Fábrica de Mieres. Todo esto vendría como consecuencia de casarse con Jacqueline, que era una de las dos hijas de Ernesto Guilhou y nieta de Numa Guilhou. La otra nieta y por tanto hermana de la novia se llamaba Marta, mujer que se casaría dos veces. Con esta boda, casi de estado se formaría una alianza de los Guilhou (Fábrica de Mieres) con los Pidal a fin de incrementar el poder económico, político y social de cada una de ella. Ésta se celebraría el 10 de octubre de 1892, en la capilla de Santa Marta de Betania y que pertenecía a la parroquia de La Rebollada de Mieres.
Capilla de la Gerencia de Fabrica de Mieres.Y al fondo,la iglesia de La Rebollá
Esta capilla desaparecería con la construcción de la carretera nacional 630
y de ella solo quedan parte de sus vidrieras, algunos retablos y unos pocos bancos de misa y que curiosamente están en una sidrería del Padrún. Para ello el templo seria ricamente tapizado de raso blanco y ampliado con una carpa hecha para el acto, cubierta con tapices. Para las señoras se colocaron reclinatorios y una extensa tribuna para caballeros. Tanto el pavimento de este local religioso, así como el camino hasta la Casa gerencia, sería cubierto de mullida alfombra.
En el jardín de la casa habitada por la familia Guilhou, se levantaría un lujoso pabellón, con el techo y cortinajes de seda azul botón de oro, y de los mismos colores la alfombra. Esta seria iluminada por tres focos de arco voltaico, y en este recinto se sirvió el banquete de honor a los numerosos invitados. Aparte de los aristocráticos invitados asistieron a la comida una representación de obreros de cada taller y grupo de minas. Además ese día no se trabajaría en las fábricas de Mieres y Quirós, ni en las minas de Oviedo, Lena, Langreo, Mercadal (Santander), además de los centros que esta familia tenía en Francia, abonándose a todos los obreros el jornal.
Foto Alonso- 1955
Como regalo de bodas, la regente María Cristina le concedería al novio el título nobiliario de marqués de Villaviciosa de Asturias, en atención a sus servicios y los de su progenitor. Esta joven pareja disfrutaría su luna de miel en la mansión propiedad de los Guilhou, en el idílico alto del Padrún. Como consecuencia de esta boda, el nuevo marques entraría a formar parte la Junta General de Accionistas de la empresa minero-siderurgia Fábrica de Mieres, que era una de las más poderosas de España. Un periodo que se caracterizó por continuos enfrentamientos del marqués con Jerónimo Ibrán, por lo que el ingeniero abandonaría la compañía. Con el paso del tiempo, y en determinados momentos, Pidal llevaría las riendas de la empresa junto con el esposo de Marta Guilhou, el ingeniero malagueño Manuel Loring. A los pocos meses de casados este joven matrimonio se vería obligado a separarse largas temporadas, esto sería debido a las diferentes obligaciones del marqués de Villaviciosa y que Jacqueline, por prescripción médica, debería pasar grandes temporadas en la residencia familiar de los Guilhou en Francia, como consecuencia de su débil salud. El clima de Boucau le sentaba mejor que los aires de la fábrica. Pese a esto, el marqués no la olvidaría y en muchas ocasiones le enviaba piezas de caza a esta localidad gala.
MANUEL LORING Y HEREDIA (Todocolección)
Este matrimonio, aun con las separaciones, tuvieron cinco hijos: María, Santiago, Pedro, Alejandro y Enrique, que también estuvieron vinculados a Mieres. Incluso María Pidal Guilhou se casaría, al igual que su madre, en la capilla de la fábrica, siendo sus padrinos de boda la Condesa de Mieres, Marta Guilhou, que era su tía y el marqués de La Rodriga, tío del novio. Durante su estancia en Mieres el marqués participaría de la vida social, acudiendo a las fiestas de los barrios como participante en el tiro al pichón o donando trofeos para los concursantes. También apoyó al Racing de Mieres y además seria socio de este equipo de balompié. En el año 1900, cuando estaba en la exposición universal de París representando a la empresa Fábrica de Mieres, se enteró de que se celebraban las primeras olimpiadas de la era moderna y por iniciativa propia se presentó a la competición de Tiro al Pichón, con el resultado de que fue medalla de plata. Sólo fue superado por el australiano Mac Kintosh. Pero, como de aquella no había medallas y a pesar de que no fumaba, le dieron una pipa. Estos resultados de 1900, como consecuencia de que en el 2004 se validó un nuevo concepto medallero Olímpico y por ello dejaría de contabilizarse la que durante muchos años era primera medalla española y conseguida por un vecino de La Rebollada.
El Racing de Mieres en 1926. (Caudal)
Uno de los retos más destacados de este polifacético personaje seria en el mundo de la escalada, otra de sus numerosas pasiones. En 1904, junto del pastor leonés Gregorio Pérez "El Cainejo", serían los primeros en coronar el gran coloso Picu Urriellu, cima que hasta entonces era completamente desconocida y situada en los Picos de Europa. Por esta gesta, a finales del año 1933, les sería rendido con gran esplendor un homenaje popular, consistiendo dicho homenaje en la inauguración de un sencillo monumento, al que se denominaría "El Mirador del Pozo de la Oración", y es obra del arquitecto Julián Delgado de Úbeda, vicepresidente de la Sociedad Española de Alpinismo "Peñalara". Hoy este lugar se ha convertido en el mirador más emblemático para avistar la característica forma del Naranjo de Bulnes.
Caricatura de Pedro Pidal y el Cainejo de Gaspar Meana. (http.picbear.online)
Sería el marqués quien impulsó la primera ley de parques nacionales del país, una norma sancionada 8 de diciembre 1916 por Alfonso XIII y que contaba con el visto bueno de las cortes. Su éxito fue, además, doble. Este asturiano consiguió la creación de la primera figura de protección ambiental, que se estrenó oficialmente el 8 de septiembre de 1918 aprovechando la presencia del rey Alfonso XIII para inaugurar de forma oficial el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga, el primero de España y segundo del mundo tras el de Yosemite (1872, en Estados Unidos). Como pago a su labor sería nombrado Comisario General de Parques Nacionales, un cargo que permitió a Pedro Pidal ver cómo se comenzaba a llevar sobre el terreno una legislación que él había plasmado sobre el papel.
El 26 de febrero 1926, Jacqueline moriría en su lujosa residencia francesa, siendo enterrada en ese lugar y lejos de Mieres, como también sucedió con su padre Ernesto Guilhou. Pedro Pidal fallecería en Gijón en el año 1941, siendo enterrado en la Iglesia de Covadonga, lejos de donde estaba enterrada su esposa Jacqueline. Los restos del marqués serían trasladados años después al Mirador de Ordiales, en Torre Santa, cumpliéndose así su voluntad testamentaria. El 18 de septiembre de 1949 numerosos montañeros, formando una serpenteante comitiva, se alternaron para llevar los restos de Pidal hasta su última morada, un balcón sobre el valle de Amieva.
Inauguración del Parque Nacional de Covadonga el 8-09-2018. (Revista Arbor CSIC)
Un siglo después, seria la tataranieta del rey Alfonso XIII, la actual princesa Leonor, quien acudiría al lugar, para celebrar el primer centenario del Primer Parque Nacional de España y embrión del actual Parque de los Picos de Europa. En esta ocasión, en el acto también estarían presentes gentes de Mieres, como es el presidente del Gobierno de Asturias, Javier Fernández, nacido en Requejo, y la delegada del Gobierno Delia Losa, del barrio de La Villa. Estos dos mierenses, aunque no residan en Mieres y entre ellos no haya sintonía política, representan el máximo poder político en Autonomía.
Para muchos la labor de este ocasional residente en Mieres, como fue Pidal, sería calificada, más que conservadora como conservacionista, debido a que también fue conocido como "la primera escopeta de España". A lo largo de esa etapa cazó centenares de rebecos, destacando entre sus piezas los cinco osos cazados en diferentes monterías. Uno de estos sería muerto en los montes del concejo de Aller. Pedro Pidal defendió sin desmayo la prohibición de cazar en los Parques Nacionales, un problema todavía no resuelto a estas alturas.
El 22 de Julio de 1.918 por Real Orden se crea el Parque Nacional de la Montaña de Covadonga. (lovelystreets.com)
FUENTE: JOSÉ ANTONIO VEGA
José Antonio Vega Álvarez nació en el conocido barrio de Requejo en Mieres, en el seno de una familia oriunda de la Hueria San Tirso (en asturiano, L’Agüeria San Tiso), valle perteneciente a los concejos asturianos de Mieres y Langreo. Es hijo, nieto y bisnieto de mineros y campesinos. En su familia hubo mineros tanto de carbón como de mercurio siendo su padre el único que practicó los dos tipos de minería de forma activa. Tras hacer sus estudios en Mieres, se incorpora de forma temprana al mundo de la minería privada, trabajando en diferentes lugares de las Cuencas Mineras. Unos años después cambia de profesión. Esta relación del investigador con su primera profesión en la minería del carbón, ha hecho de él, un apasionado practicante de todas las formas de recuperar el pasado de esta, así como de sus gentes y su entorno. Por esto durante años, se dedicó y realizó largas sesiones de búsqueda, sumergido en los archivos de toda la región y consultando papeles que acumulan incluso polvo de décadas y algún siglo. José Antonio Vega tiene varios libros publicados con una editorial nacional, donde es, autor y coautor de libros relacionados con la formación profesional de diferentes técnicos y especialistas.
FUENTE: EL SASTRE DE LOS LIBROShttp://elsastredeloslibros.es
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