1 de julio de 1884, 100 pesetas |
Las diferentes emisiones de moneda realizadas por los
reinados y gobiernos que se sucedieron a partir de 1869 fueron acompañadas de
un sobrenombre
1 de julio de 1884, 1.000 pesetas |
Estos sobrenombres han
perdurado en la memoria histórica por asimilación entre las características de
sus diseños y los periodos históricos en que fueron acuñadas, y han conformado
la historia de la peseta.
24 de julio de 1893, 50 pesetas |
En 1871 fue proclamado
rey constitucional Amadeo I, hijo del monarca italiano Víctor Manuel II, pero
su reinado duró tan sólo dos años. La muerte del general Juan Prim, el alma del
movimiento anti-isabelino y el principal defensor de la candidatura de Amadeo,
debilitó la coalición política que había conseguido instaurar la monarquía
constitucional de Amadeo I y éste presentó su renuncia al trono el 11 de
febrero de 1873. Durante este corto reinado se acuñaron monedas de 5 pesetas (el conocido como duro de Amadeo), pesetas
en plata con el diseño del antiguo Gobierno Provisional, y monedas de 1. 2. 5 y
10 céntimos en cobre. Las de 5 y 10 céntimos han pasado a la historia con los
sobrenombres de "perra chica" y "perra gorda" por llevar en
su reverso la efigie de un león, silueta que el pueblo confundió con la de un
perro.
1 de octubre de 1886, 500 pesetas |
El reinado de Alfonso XII (1874-1883): Las
"Patillas" del rey
En 1875, y tras la
instauración de la I República (1873-1874), el pronunciamiento de Martínez
Campos consiguió el retorno de los Borbolles en la persona de Alfonso XII, e
inauguró un sistema de gobierno basado en la alternancia de los partidos en el
poder, conservadores y liberales, diseñado por Cánovas del Castillo, que
posibilitó la estabilidad política y económica del país. En las acuñaciones que
se realizaron en 1876, tras la firma de la Constitución de ese mismo año, se
inscribió la leyenda Rey Constitucional en el reverso de las monedas. Las
emisiones posteriores, realizadas entre 1881 y 1885, año de la prematura muerte
del monarca, reflejan el retrato del rey con prominentes "patillas",
al estilo del emperador austríaco Francisco José, con cuya prima se había
casado el soberano español, por lo que esta moneda pasó a ser conocida como las
"patillas" del rey. El retomo de los Borbones también permitió
incorporar el escusón de La Casa de Borbón (de
forma ovalada y con las 3 flores de lis) en el centro del escudo de España
de los reversos.
1 de octubre de 1886, 1.000 pesetas |
Alfonso XIII (1886-1931): "Pelón",
"Bucles", "Rizo" y "Cadete"
Tras la muerte de
Alfonso XII, María Cristina de Habsburgo asumió el reinado de España, ordenando
la continuación de la moneda de Alfonso XII sin cambio alguno, a excepción de
la de 2 pesetas. El 17 de mayo de 1886 nació Alfonso XIII y cesaron las
acuñaciones con el nombre del padre, excepto en la de 5 pesetas. La primera
peseta se acuñó en 1888, cuando Alfonso tenía sólo dos años, por lo que se
popularizó con el nombre de "pelón". En 1891, y con motivo de
actualizar la imagen del rey en todas las monedas de plata y oro, se autorizó
el segundo modelo, conocido como "bucles". El modelo con el retrato
del rey, llamado "rizo", fue acuñado en 1896 y representa a Alfonso
XIII con 9 años de edad. A éste le siguió el conocido entre los coleccionistas
como "cadete", con el monarca con 14 años y vestido de uniforme
militar. El reinado de Alfonso
XIII supuso, a la vez, la culminación del proceso de "Restauración"
mantenido por Cánovas del Castillo desde 1873 y el derrumbamiento de los
fundamentos políticos del régimen monárquico, salvado momentáneamente por el
golpe de estado del General Primo de Rivera hasta desembocar en la proclamación
de la República de 1931. Todos estos cambios políticos y sociales se vieron
reflejados en la moneda, que fue perdiendo valor intrínseco. Durante el largo
reinado de Alfonso XIII, los metales, desde el níquel al latón, comenzaron a
desbancar a la plata, pero las monedas emitidas desde 1888 hasta 1930
reflejaron la evolución histórica del país, caminando hacia el Modernismo.
1 de junio de 1889, 50 pesetas |
La II República (1931-1939): La "Rubia"
La Fábrica de Moneda y
Timbre funcionó con normalidad desde la proclamación de la República, en 1931,
hasta el comienzo de la guerra, cuando fue evacuada a la zona de Levante. Allí
se construyeron nuevas fábricas de producción: La “Factoría B" de Valencia
para la fabricación de billetes, la “Factoría C” de Castellón para monedas, y
posteriormente en 1938, la “Factoría D” de Aspe para la producción de discos de
cartón. El movimiento artístico de esta época, reaccionario contra el
inmovilismo del diseño clásico, se manifiesta en los grabados, que ya al final
de la dictadura de Primo de Rivera, en 1930, anuncian la llegada de la
República mediante simbología desprovista de connotaciones monárquicas. La
moneda acuñada en 1933, de diseño clásico y simbología tradicional, es una
muestra de la primera acuñación del nuevo régimen. En ella se representa la
“nación soberana” con una figura de mujer, renaciendo en el anverso: La
“Hispania” de las antiguas monedas del emperador romano Adriano. Las
acuñaciones de moneda propias del nuevo sistema de gobierno comenzaron a los
dos años de proclamarse la República. Las primeras acuñaciones, más
tradicionales y con ausencia de mensajes revolucionarios, fueron poco a poco
sustituidas tras la Guerra Civil de 1936.
Entonces, nuevos formatos, metales y
diseños más revolucionarios muestran la incipiente crisis del país. El precipitado
traslado de la Fábrica de la Moneda a las nuevas instalaciones de Castellón y
Aspe, y los deficientes medios de producción allí disponibles, también quedan
reflejados en las acuñaciones siguientes, para las que hubo que improvisar
cuños con troqueles antiguos que produjeron monedas defectuosas. Una vez reubicada la
fábrica en Castellón se decidió cambiar el diseño de 1 Peseta. En 1937 la
"Hispania” sentada con una rama de olivo en la mano de las monedas de 1933
fue sustituida por una cabeza desnuda de mujer en el anverso y un racimo de
uvas en el reverso. Este diseño, llamado “uvas", fue denominado
popularmente como la “rubia" al asimilar el pueblo la melena del busto
femenino con la aleación de cuproníquel de color dorado que se utilizó para su
fabricación.
1 de junio de 1889, 100 pesetas |
24 de junio de 1893, 25 pesetas |
La Guerra Civil (1936-1939)
La Guerra Civil de
1936 abrió una nueva etapa en la vida republicana, quedando reflejada en los
diseños de las monedas de nuevos metales incorporados al sistema monetario de
España. La precaria situación económica que se vivía en el país como
consecuencia del desastre político y social desemboca en la utilización de
materiales más simples y baratos, que además se acompañan de reducciones en el
tamaño y formato de las monedas. El diseño de las monedas también se ve
claramente afectado por las corrientes políticas. La tradicional imagen
monárquica desaparece: escudos, blasones y efigies reales son paulatinamente
sustituidas por distintivos de caracteres revolucionarios o representativos del
gobierno que las ampara. La pobreza de los
materiales utilizados para las acuñaciones durante el periodo de la Guerra
Civil española facilitaba el rápido deterioro de las piezas, con el continuo
desgaste de la circulación diaria de monedas.
El sistema de
producción provocaba irregularidades en los troqueles que paulatinamente
degeneraban el producto final con muchas imperfecciones y fallos mecánicos. La
búsqueda de nuevos metales para un mejor resultado era constante, a pesar de la
escasez de materias primas existentes en el mercado. El Consejo de Euskadi
emitió para su territorio una serie completa de monedas de níquel recogidas en
valores de 1 y 2 pesetas, con fecha de 1937. El Consejo de Menorca, por su parte,
emitió en 1937 una nueva serie compuesta por monedas de 5, 10 y 25 céntimos, y
de monedas de 1 y 2,50 pesetas. El Ayuntamiento de L' Ametlla del Vallès
(Barcelona) realizó también una serie completa de cinco valores compuesta por
monedas de 5, 10 y 25 céntimos, y de monedas de 1 y 2.50 pesetas, alternando el
uso de dos metales diferentes: el aluminio y el latón.
El Gobierno de Francisco Franco (1939-1973): Las Pesetas
"Del Uno"
La Guerra Civil de
1936-39 asoló el sistema económico, quedando reducida a un conjunto de monedas
de todas las épocas. Las viejas monedas de plata y cobre de las monarquías y el
Gobierno Provisional circulaban como elementos de trueque según su peso y
metal. Tras la guerra, el ejército precisaba una reserva de metales nobles para
pagar la reconstrucción del país. Para ello Francisco Franco promulgó una ley
el 20 de enero de 1939 que privó de curso legal a todas las monedas de plata,
ordenando la entrega inmediata del metal. Se fundieron 2.800 toneladas de
monedas de plata, acuñadas desde la instauración de la peseta como unidad
monetaria en 1868. Pero los motivos económicos y de abastecimiento de materias
primas dificultaban la acuñación de las nuevas monedas con materiales
previamente utilizados. El departamento técnico de la Fábrica Nacional de
Moneda y Timbre (F.N.M.T.) resolvió la situación eligiendo la moneda de 1 Dinar
de Yugoslavia, dura, resistente y compuesta por una aleación de 90% de cobre y
10% de aluminio, la futura base del sistema monetario español durante casi 25 años.
1 de mayo 1895, 1.000 pesetas |
Esta moneda, diseñada
por Carlos Mingo, jefe de la F.N.M.T., fue la primera moneda oficial del nuevo
régimen y comenzó su circulación el 18 de marzo de 1944. En estas pesetas aún
no aparece la efigie de Franco, tan sólo la expresión de su valor en el anverso,
por lo que pasaron a conocerse popularmente como "las del uno". Anteriormente, en
1940, se había aprobado también la circulación de la moneda de aluminio de 5 y
10 céntimos, con un jinete con lanza en el anverso. La progresiva recuperación
económica de España alentó la creación de un amplio sistema monetario que
pretendía prestigiar la moneda española con materiales más extravagantes y la
incorporación de la imagen del jefe de Estado.
2 de enero de 1898, 50 pesetas |
FUENTE:
NURIA HOYOS Y ROBERTO SERRANO. (La Voz de Asturias)
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NOTA: Los nombres de los
autores aparecen en el pie de cada imagen o al final de cada artículo, si no es
así, se debe a que es un dato que se desconoce, así que, si algún autor la ve
en este blog, le rogamos que se ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para
hacerlo figurar o para borrarla si es su deseo, porque es justo reconocer a los
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