Huelgas en Asturias
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
La huelga ha sido desde los inicios de la industrialización
el arma obrera por excelencia para obtener y exigir sus reivindicaciones, ya
sean estas salariales, laborales, de condiciones de trabajo, de solidaridad o
claramente políticas, de oposición al Gobierno de turno
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
https://www.lne.es
Durante mucho tiempo,
las huelgas estuvieron prohibidas y eran consideradas ilegales. Una ley de 1908
establecía la creación de comités paritarios de conciliación de los conflictos
colectivos, y un decreto de 1922 creó los comités permanentes para la solución
de conflictos. Prohibidas por la Dictadura de Primo de Rivera, el Código Penal
de 1932 dejó de considerar la huelga como delito. Nuevamente fueron así
consideradas por el Fuero del Trabajo (1938), y el Código Penal de 1944 volvió
a calificar las huelgas de obreros como delito de sedición. Finalmente, el
decreto ley de 4 de marzo de 1977 anuló las anteriores disposiciones y fijó las
condiciones que debía reunir una huelga para ser legal.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
Desde el último cuarto
del siglo XIX, Asturias ha sido una de las regiones de mayor conflictividad
social de España. Ya en la década de los setenta del citado siglo XIX se
produjeron las primeras huelgas de las que hay noticia. En 1872 se desencadenó
una huelga general en Gijón en petición de disminución de la jornada, afectando
a la mayor parte de las fábricas gijonesas. Y al año siguiente, 1873, una
huelga minera iniciada en Sama se extendió a Mieres y a la fábrica de La
Felguera. Desde entonces, se puede decir que no ha habido año en el que no se
haya registrado alguna huelga o conflicto social más o menos importante,
incluso durante la Dictadura de Primo de Rivera, a pesar de la prohibición. La
Segunda República no consiguió atajar tampoco los conflictos. Y, en fin, en el
franquismo, aunque la represión y persecución de las organizaciones obreras impidió
las protestas durante algunos años, a partir de los años cincuenta resurge de
nuevo la conflictividad social. Algunas de las huelgas
o conflictos obreros tuvieron una repercusión especial o un alcance o duración
mayor, por lo que resumiré las que se consideran más importantes.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
ð 1.-
En 1890, en el mes de mayo, hubo una huelga
casi general en la minería del carbón, que duró más de 15 días, para reclamar
mejor trato personal, aumento de salario y reducción de jornada, que era de 11
horas dentro de la mina y 12 fuera. Los huelguistas consiguieron sólo parte de
sus peticiones.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
ð 2.- En
demanda de la jornada de ocho horas y aumento de salarios, se inició una huelga
de obreros portuarios en Gijón, a
comienzos de 1901, que pronto se
extendió a otras actividades, haciéndose general, con más de dos meses de duración
y la secuela del hambre en los hogares obreros, declaración del estado de guerra,
enfrentamientos y emigración. Intervino Leopoldo Alas, Clarín, como mediador,
aunque sin resultados positivos. Esta huelga tuvo gran repercusión fuera de Asturias
y terminó con la completa derrota de los huelguistas, que hubieron de aceptar
las condiciones impuestas por los empresarios: jornada de diez horas y salario
de 5 pesetas.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
ð 3.- La conocida como la Huelgona comenzó el 7
de febrero en la mina Baltasara de Mieres y el 9 se había extendido a todas las dependencias y minas de Fábrica
de Mieres, empresa que había rebajado en un 10% el salario de los
trabajadores menos cualificados. Tras las habituales contingencias: muestras de
solidaridad popular, manifestaciones, concentración de fuerzas,
encarcelaciones, los huelguistas fueron reducidos por hambre. Las represalias,
que afectaron incluso a instituciones de enseñanza, fueron obra del llamado
Gabinete Negro, comisión seleccionadora nombrada por la empresa e integrada por
empleados y obreros adictos.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
Esta comisión expulsó a unos 700 obreros, entre
los que se encontraban Manuel Llaneza,
futuro fundador del SOMA, y Ramón González Peña. Algunos represaliados emigraron
a Chile y a Argentina. La población obrera de Mieres vivió muchos meses atemorizada.
La Huelgona tuvo repercusión literaria en la
obra de Manuel Ciges Aparicio Los vencedores (Madrid, 1908). De esta
experiencia la clase obrera sacó buena lección y entre sus enseñanzas estuvo la
creación del Sindicato Obrero Minero de Asturias (SOMA), que en mayo de 1911 planteó
la primera huelga a Fábrica de Mieres, por el despido de 34 trabajadores por
faltar al trabajo el día 1 de mayo, fiesta obrera. El Sindicato Minero declaró
la huelga y la empresa tuvo que readmitir a los despedidos.
|
Novela 'Los vencedores' de Manuel Ciges Aparicio, publicada por primera vez en 1908. (Ediciones Dyskolo) |
ð 4.- Al año
siguiente, fue la CNT la que comenzó la
huelga, el 6 de agosto, en Duro Felguera, por la negativa de la empresa a
reformar el reglamento interior y a elevar los salarios. Duró casi seis meses y
en su transcurso abundaron los incidentes: tiros, pedreas, heridos, presos...
Teodomiro Menéndez actuó de mediador, sin resultados. La falta de suficiente
apoyo por parte de los socialistas fue una de las causas señaladas por los
anarquistas del fracaso. Así lo señalaba Eleuterio Quintanilla, en un mitin sindicalista
de La Felguera el 16 de marzo de 1913, perdida ya la huelga: “Falló el Sindicato
Minero, al no declarar la huelga general en toda la provincia, y fallaron los
sindicatos gijoneses (de la CNT), cansados de anteriores y reñidas luchas”.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
ð 5.- La
primera huelga general revolucionaria, promovida en gran parte de España por la
UGT y la CNT, en colaboración con un amplio sector de la burguesía liberal, monárquica
y republicana, comenzó el 13 de agosto
de 1917, y en Madrid fracasó pronto, por la detención del comité de huelga
(Anguiano, Besteiro, Caballero y Saborit). En Asturias, el presidente del
comité de huelga era Melquíades Álvarez, secundado por Llaneza, que se refugió
en casa del primero hasta que se entregó al saber que estaban detenidos casi
todos los dirigentes sindicales. El proletariado asturiano se unió a la huelga
por solidaridad, pues no tenía reivindicaciones inmediatas; no obstante, fue el
que más resistió, prolongando el paro 24 días más que en las otras provincias
españolas, gracias a la buena organización, espíritu de lucha y disciplina de
los mineros, que realizaron varios actos de sabotaje y atentados. Los
periódicos no se publicaron durante casi tres semanas, y las instalaciones de El Noroeste, en Gijón, sirvieron como
lugar de reunión y coordinación de la plana mayor libertaria, reformista y
socialista.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
Abandonados a sus propias fuerzas, los huelguistas tuvieron que
claudicar y muchos mineros se refugiaron en las montañas para escapar de la
represión. Esta, dirigida por el general Burguete y en la que participó Francisco
Franco, entonces un joven oficial, fue la más dura de que se tiene noticia, con
excepción de la de 1934. Burguete calificó de “alimañas” a los mineros
refugiados en los montes y amenazaba con “cazarlos como fieras”. Su brutalidad
alarmó al Gobierno y fue relevado antes de finalizar el conflicto. Fracasada la
huelga, los huidos en el monte se reintegraron paulatinamente al trabajo,
excepto algunos seleccionados o despedidos, muchos de los cuales no pudieron
hacerlo hasta la proclamación de la República. La dura represión fue denunciada
en las Cortes de 1919 por Andrés Saborit (primer diputado socialista por Asturias),
con abundantes datos que nadie pudo rebatir.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
ð 6.- Otra
huelga histórica fue la dirigida por el SOMA en octubre de 1919, seguida por treinta mil mineros, que
consiguieron la jornada de siete horas en el interior de las minas. La crisis
que vivió en esos años la minería del carbón fue causa de numerosas huelgas de
difícil solución. Ya en 1930, al día siguiente de ser ejecutados los capitanes
Galán y García Hernández (14 de diciembre de 1930), se declaró una huelga general
en las cuencas mineras, Oviedo, Gijón, Avilés y otros pueblos de la provincia,
que duró cuatro o seis días, según los lugares. En la iglesia de los jesuitas
de Gijón, hubo una refriega que costó la vida a un obrero. La Iglesiona fue
incendiada como represalia. La huelga revolucionaria de octubre de 1934 fue
precedida de numerosos conflictos, que resultaría prolijo detallar.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
ð 7.- Durante
el franquismo, en enero de 1957 se inició
una huelga en La Camocha, que duró nueve días, y que se considera el nacimiento
de las primeras Comisiones de Obreros, que intervienen para negociar en el
conflicto. En los meses siguientes, el paro surgió en otros pozos mineros de la
cuenca de Langreo. Estos conflictos de 1957 fueron los primeros de importancia
que se dieron durante el franquismo en Asturias, iniciando un período de
conflictividad que, con altas y bajas, no cesará hasta 1975.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
ð 8.- La más importante huelga de este período,
por su magnitud, significación y repercusión en el resto de España y en Europa,
fue la iniciada el 7 de abril de 1962 en la mina Nicolasa, de Fábrica de Mieres,
por el despido arbitrario de siete picadores, y en demanda de mejores
condiciones de trabajo y aumento de salarios. La huelga, que se extendió a casi
todas las zonas mineras, duró más de un mes y afectó a unos 40.000 mineros. Repercutió
en otras provincias y se decretó el estado de excepción en Asturias, Vizcaya y
Guipúzcoa. El ministro Solís vino a Asturias para parlamentar con los
representantes auténticos de los obreros, al margen del sindicato vertical.
Hubo promesas incumplidas y el 18 de agosto rebrotó la huelga: 20.000 mineros
pidieron la libertad de los encarcelados en la primavera, la readmisión de los
despedidos y la vuelta de los confinados en diversos lugares. El retorno al trabajo
no se produjo hasta el 20 de septiembre, y tras una durísima represión. En los
años siguientes, la minería siguió protagonizando diversos conflictos.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
ð 9.- Ya en la
Transición, el primer trimestre de 1976
fue especialmente conflictivo, tanto en la minería como en ENSIDESA. Destacó
una larga huelga en la construcción cuando el sector no estaba vertebrado
sindicalmente y también la huelga en la empresa pública Hunosa que terminó con
la readmisión de los mineros que habían sido despedidos durante el franquismo
por motivos políticos. Los conflictos, pese a su duración y amplio seguimiento,
fueron en general pacíficos. Como excepción, la huelga del transporte de 1979
registró un muerto, al ser alcanzado uno de los huelguistas por el disparo de
un miembro de las fuerzas de orden público. Durante el último cuarto de siglo,
varios conflictos locales y algunas huelgas generales se han sucedido en
nuestra historia laboral. Destacan, especialmente, los conflictos que a lo
largo de la década de los ochenta se desarrollaron, la minería contra la
reconversión industrial y especialmente en el sector naval con el mismo motivo.
|
Ilustración de Alfonso Zapico |
FUENTE: JAVIER RODRÍGUEZ MUÑOZ
Javier Rodríguez Muñoz (Mieres, 1948), historiador.
Muñoz tiene una "acreditada trayectoria" en el
estudio y la difusión de la historia de Asturias. Entre los grandes hitos
resaltó "la dirección de la exposición '1388-1988, seis siglos de historia
del Principado de Asturias' o la coordinación de la colección 'Biblioteca
histórica asturiana', compuesta por 26 títulos. Además, colaboró en el diseño
del pabellón del Principado en la Exposición Universal de Sevilla en 1992 y con
labores de documentación, catalogación y documentación, en la puesta en marcha
del Museo de la Minería y la Industria de Asturias, en El Entrego". Como
autor, ha firmado cerca de una veintena de libros sobre la historia de
Asturias, entre los que destaca la obra "La monarquía asturiana,
nacimiento y expansión de un reino", editada en 2004.
Alfonso
Zapico (Blimea, Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance.
Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del
Principado de Asturias (Aula Didáctica de
los Oficios) e impartido talleres de ilustración en centros educativos de
Asturias y Poitou-Charente (Francia). Realiza ilustraciones, diseños y campañas
para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es
ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca del Nalón, Les Noticies…). Se estrena en 2006 con un álbum de corte
histórico para el mercado franco-belga, La guerra del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo
publicado directamente en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una ficción
determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto
palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James
Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011),
que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y a raíz del cual surge el cuaderno
de viaje La ruta Joyce (Astiberri, 2011). Vive en la localidad francesa de
Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri,
2013) a caballo de su Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se
encuentra preparando su nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que
constará finalmente de tres tomos. Esta magnífica obra es un autentico
tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los valles mineros
de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido atronador
de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua. Los viejos
y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al protagonista, pronto a
la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La balada del norte". Sus libros han sido traducidos al
inglés, francés, alemán o polaco. (…) http://alfonsozapico.com
_______________________________________________________________________
_______________________________________________________________________
NOTA: Si te ha interesado
esta entrada y quieres preguntar, comentar o aportar algo al respecto, puedes
dejar un comentario o escribir a mi dirección de “correo del blog” con
la seguridad de ser prontamente atendido.
¡¡¡Difunde “El blog de Acebedo” entre
tus amistades!!!
Sígueme en:
·
§ - Twitter – “El
blog de Acebedo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario