«El Carmen en Cangas del Narcea: un
paisaje literario de Evaristo Valle», 1929
|
Evaristo Valle (11/07/1873 - 29/01/1951) |
Hermoso
recorrido por la Asturias occidental. Grado, Cornellana, Salas, Corias.
Monasterios, iglesias, torreones, hórreos y casonas solariegas a los lados de
una carretera espléndida, dorada y terca
|
TARJETA POSTAL DE CANGAS DEL NARCEA Nº 160. PUENTE ROMANO SOBRE EL RÍO NARCEA. (Todocolección) |
También iban mis amigos Alfredo
Fernández y Evaristo Eguren, muy conocido por estos lugares. Él siempre lo ha
dicho.- Y sí, es cierto, su popularidad en Salas es evidente. ¡Qué de saludos!
¡Qué cordial y afectuoso momento social! Vímonos, de pronto, en esta villa,
rodeados de sus innumerables amistades que nos prestaron útil servicio dando
vueltas y más vueltas en busca de las llaves de la Iglesia parroquial… «¿Por
dónde andará? ¿Dónde estará el sacristán?» No se oían otras frases. Y nos
quedamos perplejos al saber que aquel hombre de súbito aparecido, después de
una hora, cargado de moldes de hojalata para hacer quesos, era el sacristán
deseado. Supondréis que nuestra finalidad sólo consistía en poder contemplar el
sepulcro del eminente asturiano fundador de la Universidad de Oviedo. Así es
que después de obtenidas las llaves no nos ocupamos más del sacristán ni de su
fachada lamentable.
|
El Carmen en Cangas del Narcea. (Tous pa Tous) |
Y sigamos adelante dejando atrás los
redondos y verduscos lomos del puerto de la Espina, monstruo quieto y variante
de matiz según la luz de las horas y el capricho de las nubes. Y también
dejemos de paso las demás maravillas del camino, entrando de lleno por esta de
la Sierpes, que no otra parecía ser, en este día, la calle principal de Cangas
del Narcea. Fiesta del Carmen y de sol sevillano que
prometía los mayores lujos para las tracas famosas de la tarde. ¡Oh, qué
grandezas! Hay que verse sobre el puente romano, al pie de la Imagen venerada y
en el fragor del entusiasmo para concebirlo y comprenderlo.
|
Gaiteiros de Cangas del Narcea, hacia De izquierda a derecha, Jaime el Municipal, Gabriel Arce 'Chapinas', Dionisio la Regla y Emilio Agudín. (Pinterest) |
Bajo el cielo vibrante al estallido de
doce mil voladores, un calofrío corrió por todo mi cuerpo y me estremecí,
entrelazándose mis pensamientos henchidos de poesía y heroísmo. Cada vecino,
con máquinas especiales, por las faldas de los montes circundantes, esforzábase
con la mecha para precipitar los disparos. Era toda una raza en plena actividad
simbólica. Raza admirable que solo mira a su propio corazón. Raza despreciadora
de los tesoros americanos por serle los suyos suficientes para vivir dichosa
con el vino sabroso de sus viñas.
|
Máquinas de voladores preparadas para La Descarga en Los Nogales, Cangas del Narcea, en 1931. (Tous pa Tous) |
Era todo aquello junto, mil cacerías de
jabalíes, cien batallas de Covadonga realizadas a la moderna, y, sobre todo, la
tradición y la felicidad de un pueblo hidalgo. La complacencia se inflamaba en
los pechos, en este día caluroso de julio, a la sombra de los aleros de los
palacios, en las fértiles laderas y en las frescas cuevas donde los cuencos, de
mano en mano, repartían alegría. ¡Dichoso pueblo que en estos tiempos frívolos
logra un día tan fuerte y encantador! Sí, no hay duda, estos son los
descendientes de Don Pelayo.
|
Cangas del Narcea. Asistentes a una representación en el Teatro Toreno, hacia 1930. |
¡Qué momentos más agradables!… Eguren,
en la procesión, se emocionó y exclamó a mi oído: «¡Qué pueblo tan simpático;
parecemos príncipes; observa cómo nos miran las chavalas!». Y de nuestros ojos
se desprendieron lágrimas de gratitud y dicha.
No era para menos si se toma en
consideración el orden de las cosas. Porque primero iban los estandartes,
después seis monumentales ramos de los que pendían rosquillas gigantescas,
luego nosotros tres con el señor Alcalde, dando escolta a la santísima Virgen
del Carmen, y seguía el clero, las músicas, el señorío y la muchedumbre.
|
TARJETA POSTAL ANTIGUA DE CANGAS DE NARCEA (ASTURIAS). FOTOGRAFO G. MAGADAN. (Todocolección) |
También yo me emociono y me pongo
romántico donde se mantenga una chispa de sentimiento; y en el rincón de mis
recuerdos hoy se añade uno más para que en otras horas de tristeza en mi mente
surja Cangas del Narcea y alivie mis penas.
¿A quién tenemos que agradecer este día,
uno de los más felices de los muchos que voy viviendo? A una persona hasta este
instante desconocida por mí. Hay que ser optimista; porque tras los nublados
despierta un amanecer que borra los años y nos devuelve la dicha de la
juventud.
|
Antonio Arce Díaz (de pie, con bigote), 1934. Col. Juaco López Álvarez. (Tous pa Tous) |
Esta persona es don Antonio Arce, alcalde de Cangas del Narcea, que
se desvivió en obsequio nuestro con suprema amabilidad y cortesía, a la que
correspondo humildemente con estas breves líneas en prueba de agradecimiento
inefable. Si el día ha sido dichoso, la noche
rivalizó en aquel inmenso robledal de luces, de sombras, de músicas, de bailes,
de cenas sobre el césped…
|
Feria de Vallao,año 1900. Cibea (Cangas de Narcea). Pinterest) |
¡Oh, cómo me divertí!… Y, después de bien servidos,
en la confusión de la fantástica verbena, perdí a todos mis amigos y me vi
bailando, al son de un tambor, estrechando entre los brazos a una hermosísima
vaqueira: Y yo le dije: «Bellísima vaqueira, dime, explícame, ¿cómo llegué
hasta aquí?» Se echó a reír con la cara iluminada por un farolillo rojo, y al
ver el juego de sus ojos exclamé: «¡Esto es París!…» Y siguió riendo mientras
decía: «Yo soy pastora, y allá arriba en el monte tengo una choza; ven conmigo,
y en el alba te daré de beber néctar de mis cabras…» Abrí los ojos sobresaltado
por los latidos de un corazón. Era el motor del auto que se esforzaba subiendo
los altos de la Espina. Comenzaba a amanecer. Alfredo y Eguren roncaban en un
profundo sueño. El chófer medio soñoliento se fumaba un gran puro, y yo, en el
asiento de atrás, pedí a Dios salud para volver en el año próximo y conseguir
otro día feliz en Cangas del Narcea.
¡Cangas del Narcea te recordaré siempre!
¿Serás tú la vaqueira?
|
CANGAS DE TINEO. LAVANDERAS EN EL NARCEA. ESCRITA EN EL AÑO 1902. (Todocolección) |
Evaristo
Valle (Publicado en La Prensa, núm. 2.156, Gijón, 21 de julio de 1929)
____________________________________________________________________________
____________________________________________________________________________
NOTA: Si te ha interesado
esta entrada y quieres preguntar, comentar o aportar algo al respecto, puedes
dejar un comentario o escribir a mi dirección de “correo del blog” con
la seguridad de ser prontamente atendido.
¡¡¡Difunde “El blog de Acebedo” entre
tus amistades!!!
Sígueme en:
·
§ - Twitter – “El
blog de Acebedo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario