Mario Roso de Luna, 1872-1932. (Crónica Subterránea) |
Autor
del libro "Por la Asturias tenebrosa", polígrafo y masón, tenía
conocimientos de astronomía, gnosis y ocultismo
Ilustración de Alfonso Zapico |
El Ateneo Obrero de Gijón fue la entidad
cultural más relevante de la ciudad entre 1881 y 1937. Desde 1920 su sede se
ubicó en las "casas de la viuda Veronda", en una manzana entre las
calles de Ezcurdia, Juan Alonso y el paseo del Muro de San Lorenzo, manzana hoy
desaparecida. El edificio fue saqueado tras la ocupación de Gijón por las
tropas franquistas y finalmente incendiado y demolido en 1938. A la llamada del Ateneo acudieron, para
impartir conferencias desde 1881 hasta 1936, muchos intelectuales ortodoxos, de
los clásicos, Unamuno, Pío Baroja y Ramón J. Sender entre muchos otros. Pero la
sociedad dio paso algunas veces a lo esotérico, a lo extraño, a lo raro, a lo
oculto. Por ejemplo, en su salón de actos en el año 1931, un mes antes de la
proclamación de la segunda república, pronunció una conferencia titulada
"Las Internacionales y las Patrias" el raro extremeño Mario Roso de
Luna y Bover, el autor del inquietante libro "Por la Asturias tenebrosa.
El tesoro de los lagos de Somiedo", editado por primera vez en el año 1916.
Conferencias Teosóficas en América del Sur |
Mario Roso visitando familiares en Trujillo - Foto facilitada por Mª Teresa P. Zubizarreta. (Pinterest) |
Escuchando a Roso de Luna. (Pinterest) |
Justo frente al hotel cogió una lancha
hasta el puerto del Musel, tan cerca al lugar donde habían estado las aras
sestianas, una especie de pirámides romanas, y visitó también el barrio de
Jove. "Nunca hombre alguno tuve menores obligaciones que yo en Gijón",
dice al inicio del capítulo décimo, para citar luego a Pachín de Melás o a
Julianón el sacristán de San Pedro.
El teósofo, junto a su esposa Trinidad Romá y sus hijos Ismael y Sara, en una foto del álbum familiar. |
El escritor gijonés Alfonso Camín
entrevistó a Mario Roso de Luna con motivo de su visita a Gijón en marzo de
1931. La entrevista, de cuatro páginas, se publicó en "Norte", la
revista que dirigía Camín el mismo mes en que moría Roso de Luna, en el número
25 de "Norte" correspondiente a noviembre de ese año. Antes de
reproducir la entrevista Alfonso Camín incluye una necrológica muy cariñosa,
"murió un polígrafo, un gran sabio, bachiller a los 15 años, abogado a los
18, doctor en Derecho?". Le pregunta Camín, entre muchas otras
cosas, que cuánto tiempo durará la batalla entre el materialismo reinante y el
espiritualismo que propugnaba el extremeño, y él contesta que hasta el año
1975. ¿Se vive después de la muerte? Sí. ¿Qué opina de la reencarnación? Que
existe.
Luego Mario Roso de Luna se explaya
hablando de temas como la vaca astral de cinco patas, de la relación de la
música de Beethoven ("fue teósofo") y Wagner ("fue ocultista y
mitólogo") con la ciencia oculta, y manifiesta su admiración sobre Helena
Petrovna Blavatsky la ocultista y teósofa rusa que había muerto cuarenta años
antes.
Mario Roso de Luna (El Mago de Logrosán). (Foro-ciudad) |
La bibliografía de quien era llamado
"El Mago Rojo de Logrosán", porque así las siglas coincidían con
"Mario Roso de Luna", es extensa. Muchos artículos y muchas
conferencias suyas (impartidas, en Gijón, en España, en Londres, París y en
América) se editaron. Además de "El tesoro de los lagos de Somiedo"
(1916), Mario Roso de Luna dejó publicadas más de veinte obras con títulos tan
sugerentes como "Hacia la gnosis (ciencia y teosofía" (1909),
"En el umbral del misterio" (1909), "La ciencia hierática de los
mayas" (1911), "De gentes de otro mundo" (1917), "El libro
que mata a la muerte" (1920), "Una mártir del siglo XIX: H. P.
Blavatsky" (1922), "El simbolismo de las religiones del mundo (1925)?
Escribió cosas sobre cavernas encantadas, sobre tesoros ocultos, sobre ciudades
subterráneas, sobre los eclipses, sobre arqueología, sobre magia?
Mario Roso de Luna. (Extremeños Ilustres) |
Nuestro ocultista tuvo una calle en
Madrid con su nombre, desde 1932 hasta 1939, y en la placa figuraban debajo de
su nombre varios signos masónicos, Roso de Luna era masón de grado 33. Hoy es
la calle del Buen Suceso, nombre que tenía antes de 1932. Lo último. En
internet se pueden consultar muchos libros suyos e incluso la tesis doctoral
realizada por Esteban Cortijo Parralejo en el año 1991 con José Antonio Ferrer
Benimelli en el tribunal: "Vida y obra del doctor Mario Roso de Luna (1872-1931),
científico, abogado y escritor".
LÁPIDA DE FLORENTINO DEL PILAR A MARIO ROSO DE LUNA EN LA CALLE. (Todocolección) |
FUENTE:
LUIS MIGUEL PIÑERA
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