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Belarmino Tomás Álvarez, gobernador general de Asturias y León. Imagen coloreada antiguo con tecnología I.A. Archivo del Blog. |
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Recreación de Belarmino Tomás y López Ochoa. Ilustración de © Alfonso
Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey
Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su
novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre
otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
La Nueva España
En la Casa del Pueblo de Sama había leído novelas de Palacio Valdés; había leído «La aldea perdida», y "ese mundo idílico de la provincia montañosa verde y campesina, que se iba descomponiendo con las minas y el ferrocarril, le había parecido absurdo". Porque Belarmino contaba en las charlas de chigre que su padre, Sandalio, había sido minero; y que su madre, Cándida, había sido campesina. Pero sabía que Sandalio era lo mismo minero que pinche de la construcción, que cargador, que cualquier cosa. Que había llegado a Lavandera huyendo del paro que había en Lieres. Que había encontrado donde vivir en la casa de una viuda, Teresa. Que "Teresa tenía una hija, Cándida, y ni un solo metro de tierra para cultivar; que se mantenía de lo que el hospicio de Oviedo le daba por cuidar algún huérfano, y que había empezado a no tener nada mucho antes que la mayor parte de los hombres y las mujeres de su provincia".
En la Casa del Pueblo de Sama había leído novelas de Palacio Valdés; había leído «La aldea perdida», y "ese mundo idílico de la provincia montañosa verde y campesina, que se iba descomponiendo con las minas y el ferrocarril, le había parecido absurdo". Porque Belarmino contaba en las charlas de chigre que su padre, Sandalio, había sido minero; y que su madre, Cándida, había sido campesina. Pero sabía que Sandalio era lo mismo minero que pinche de la construcción, que cargador, que cualquier cosa. Que había llegado a Lavandera huyendo del paro que había en Lieres. Que había encontrado donde vivir en la casa de una viuda, Teresa. Que "Teresa tenía una hija, Cándida, y ni un solo metro de tierra para cultivar; que se mantenía de lo que el hospicio de Oviedo le daba por cuidar algún huérfano, y que había empezado a no tener nada mucho antes que la mayor parte de los hombres y las mujeres de su provincia".