Vital Aza y Díaz (1890-1961). Autor. J.A. Ávila. (Pinterest) |
El mierense fue un facultativo que mantuvo posiciones de vanguardia sobre
derechos y tratamientos de las mujeres
Ilustración de Alfonso Zapico |
Como historiador he aprendido que
para juzgar una acción, y por supuesto un pensamiento, es necesario conocer
primero la época y las condiciones en que se desarrolló. Por eso, al calificar
al doctor Vital Aza Díaz como
feminista, debemos tener en cuenta que él fue una persona de ideas avanzadas
tanto en la práctica de la ginecología como en su visión de la sociedad y la
política española, aunque su defensa absoluta de la maternidad y sus críticas
al aborto -en ningún caso acompañadas por la petición de un castigo penal-, se
vean actualmente superadas por el cambio de mentalidad de este último siglo. Al margen de estas consideraciones,
el pensamiento de Vital Aza destacó en la primera mitad del siglo XX por
sustentarse en una piedra angular inamovible: no existe más diferencia entre hombres y mujeres que la puramente
fisiológica y por ello cualquier discriminación entre géneros está infundada y
debe combatirse. Una postura sumamente polémica cuando aún se vendían con éxito
libros cuyos títulos no necesitan de más explicación, como "La
inferioridad mental de la mujer", del psiquiatra alemán Julius Moebius, o
"La indigencia espiritual del sexo femenino", del médico gallego Roberto Nóvoa Santos,
quien ahora -olvidando que fue un activo defensor de la discriminación- es
reivindicado por una izquierda desnortada.
Roberto Nóvoa Santos, en el archivo de la real Academia Galega. (El País) |
Vital Aza nació en Mieres porque así lo quiso su padre, el recordado autor de versos y
comedias populares, y como él estudió Medicina, aunque en su caso con más
vocación y mucho más provecho; se licenció en 1914, convirtiéndose en uno de
los mejores ginecólogos europeos de su época tras haberse formado con el doctor
Sebastián Recasens, a quien recordaría toda su vida; pero a la vez fue un
personaje libre e incómodo para muchos que se negó a optar a una cátedra por su
desacuerdo con el sistema de oposiciones; rotario, católico practicante y al
mismo tiempo muy amigo de algunos líderes socialistas. En 1919 abrió en Madrid el sanatorio "Santa Alicia", que pronto se
convirtió en un referente de la obstetricia moderna, logró los mayores
galardones de su profesión y desempeñó puestos de relevancia en el escalafón
médico, pero no pudo librarse de que el franquismo lo sometiese a un proceso de
depuración, inhabilitándolo en 1946 para el desempeño de cargos políticos y
sindicales. Y además escribió mucho y bien. Entre sus numerosos artículos y
libros, tenemos que detenernos en dos para comprender su idea de la paridad de
géneros: "Feminismo y sexo", editado en Madrid en 1928, donde cita
algunos de los casos que estaba tratando en sus veraneos mierenses, aunque
lógicamente respetando el anonimato, y "Derechos y deberes biológicos de
la mujer", que fue su discurso de recepción en la Academia Nacional de
Medicina, el 15 de febrero de 1934.
Santa Alicia, en Madrid, Sanatorio quirúrgico y de maternidad del Dr. Vital Aza. (Pinterest) |
Vital Aza estuvo en vanguardia a la
hora de defender la paridad entre sexos, aunque ahora algunas expertas en estos
temas interpretan su postura como un intento de controlar desde un punto de
vista masculino el movimiento feminista por miedo a que las propias mujeres
pudiesen llevarlo hasta un punto que pusiese en peligro toda la estructura
social. Así lo expuso por ejemplo la doctora
Nerea Aresti, de la Universidad del País Vasco, en su ensayo sobre los ideales
de feminidad y masculinidad en el primer tercio del siglo XX "Médicos,
donjuanes y mujeres modernas" donde recogió este fragmento de
"Feminismo y sexo" en el que nuestro ginecólogo expresó honestamente
sus razones: "No es sólo poner de manifiesto la injusticia que encierra el
querer seguir considerando a la mujer como un ser inferior lo que nos lleva a
sumarnos, como humildes soldados de filas, al ejército, ya casi vencedor, del
feminismo (...) sino que también nos induce a proceder así el ver que la mujer,
que va conquistando todos los derechos del hombre y escapando a los deberes que
este no tiene, lo hace olvidando su feminidad, tratando de ahogar lo que de
hembra tiene, y pretendiendo extirpar de su espíritu y disimular de su cuerpo
cuanto de mujer, de femenino, puso Natura en ella".
Retrato de Vital Aza (médico), hijo de Vital Aza (escritor). Pinterest |
Pero fue en su discurso en la
Academia Nacional de Medicina cuando definió con claridad como al hablar de
derechos no solamente se refería a los que la mujer debe tener como ciudadana
sino a los de su propia condición biológica, empezando por todo lo que atañe a
la vida sexual, contando que en su experiencia clínica había observado en
muchas ocasiones como la frigidez o el coito doloroso se debían únicamente al
comportamiento inadecuado de los hombres y no a otra causa patológica, y como
muchas sufrían por contagio las enfermedades venéreas que ellos contraían en la
calle. Vital Aza estuvo en primera línea en
la reivindicación de la sexualidad femenina, pero en su obsesión por proteger
la maternidad, mantuvo argumentos que el tiempo fue contradiciendo, por ejemplo
la crítica a la uniformidad en juegos y deportes "de la que está surgiendo
la masculinización de la Eva moderna", defendiendo la diferencia entre el
deporte "viril" y el femenino para salvaguardar las necesidades del
embarazo y la lactancia. Y en este sentido llegó a afirmar: "A la mujer,
cada vez más apoyo, cada día un derecho más, una conquista más, una concesión
más; pero a la mujer-mujer, a la madre que no abdique de serlo". Sin embargo, algunas de sus
propuestas sobre las condiciones de trabajo de las mujeres fueron tan
vanguardistas que van más allá de la legislación vigente, aunque siempre con el
objetivo de proteger a las madres.
Ilustración de Alfonso Zapico |
Como manda la tradición, el discurso
del recién llegado a la Academia Nacional de Medicina fue contestado por otro
miembro veterano, en este caso el doctor
Enrique Slocker, un cirujano conocido por su destreza, que había sido
Delegado del Gobierno en el Congreso Médico de Berlín de 1923 y representante
de España en el Congreso Internacional de Hospitales, celebrado en Bélgica,
realizando intervenciones para sus colegas europeos.
El cirujano Doctor ENRIQUE SLOCKER, una de la más prestigiosa figura de la Ciencia Española. Año 1930. Foto Alonso. (Todocolección) |
Slocker apoyó las tesis de su colega
y de paso resumió su carrera profesional, desde la modesta consulta abierta en
la calle de Magdalena hasta la apertura de la clínica "Santa Alicia",
que en aquel momento no tenía nada que envidiar a los establecimientos suizos o
alemanes. A la vez aportó unos datos sobre la familia del recién llegado que
pocos conocían, como el hecho de que su abuelo por parte materna, don Manuel
Luis Díaz, también había sido médico y director durante quince años del
Hospital de Gijón, lo que sin duda influyó en que su padre hubiese intentado la
misma carrera antes de dedicarse a las letras, y que él mismo la estuviese
ejerciendo en aquel momento. Hizo luego una referencia a Mieres,
donde Vital Aza pasaba consulta aprovechando sus veraneos, para recibir
después, a partir de los primeros días de octubre en su sanatorio de Madrid a
las enfermas que necesitaban atención quirúrgica; unas visitas gratuitas en las
que las más pobres se llevaban además una ayuda económica. El retrato que nos queda de Vital Aza
Díaz después de leer este discurso es el de un médico integral; tan aficionado
al teatro que si el trabajo se lo permitía era capaz de asistir a dos estrenos
en la misma jornada; leal y apreciado por sus compañeros de profesión; generoso
protector del Colegio de Huérfanos junto a su amigo el doctor Marañón; padre ejemplar y amante de Mieres. De esto
último damos fe, como la dieron los mierenses de toda idea y condición que en
1933 le rindieron homenaje plasmando sus nombres en un hermoso libro de firmas
que ya forma parte de nuestra historia.
FUENTE: ERNESTO BURGOS-HISTORIADOR
Ernesto Burgos Fernández (historiador).
Nació en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957.
Licenciado
en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo (1979). Diploma de
Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La romanización en las cuencas
mineras del sur de Asturias» 2006).Profesor de Educación Secundaria, ha
trabajado en los institutos «Juan de Herrera» (Valladolid), «Sánchez Lastra»
(Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia), «Valle de Aller» (Moreda) y desde
2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el año 2016 el reconocido historiador
mierense fue distinguido con el reconocido galardón anual de “Mierense del año”.
______________________________________________________________________
______________________________________________________________________
NOTA: Si te ha interesado
esta entrada y quieres preguntar, comentar o aportar algo al respecto, puedes
dejar un comentario o escribir a mi dirección de “correo del blog” con
la seguridad de ser prontamente atendido.
¡¡¡Difunde “El blog de Acebedo” entre tus
amistades!!!
Sígueme en:
·
§ - Twitter – “El
blog de Acebedo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario