Alzado de la
fachada principal del teatro, copia realizada del proyecto original de Andrés
Coello por Cándido González en 1852; con destino a la vasija que se enterró
bajo la primera piedra del edificio. A.M.G. carpeta s/nº. Gijón en el Recuerdo. |
Vista parcial
de la fachada y jardín del Colegio de la Inmaculada de Gijón. LNE |
En un gran clima de anticlericalismo, en enero de 1932 tras decretarse la disolución de la Compañía de Jesús, a primeros de febrero se procedió a la incautación del edificio del Colegio de La Inmaculada y de la iglesia y residencia del Sagrado Corazón. Desde el diario "El Noroeste" se acusó a los jesuitas de frenar el desarrollo de la enseñanza pública y también de querer competir simbólicamente con el Instituto de Jovellanos al haber construido frente al mismo colegio una monumental iglesia y su torre campanario con reloj que destacaba por su altura. Sin embargo, la Fundación Revilla-Gigedo no pudo ser incautada debido a que no figuraba como propiedad suya y una cláusula del documento de cesión transferiría la propiedad de la donación hecha por el conde de Revilla-Gigedo, en el caso de que los jesuitas abandonaran su gestión.