Javier Castaño, limpiabotas universal
Dibujo de un limpiabotas - (La Vida del revés) |
El mierense que
registró cuentas de Twitter para después cederlas gratuitamente a
administraciones, regiones y ciudades
Javier Castaño parodiando el móvil con su cepillo. www.laopiniondemalaga.es |
En estos tiempos de lances materialistas de interés personal
y colectivo, el contenido de este reportaje parece un cuento de hadas. Y es que
se trata de la historia de un mierense preparado y especializado, que hubo de
buscarse otros horizontes para terminar en Málaga, con una de sus pequeñas
aficiones, la de limpiabotas, para ganarse la vida. Eso sí, desarrollando una
generosidad sin límites en uno de los modernos sistemas de la época actual, tal
es el caso de las redes sociales, ofreciendo de forma gratuita a varios grandes
núcleos del planeta sus registradas cuentas de Twitter para uso de las
instituciones oficiales; y así evitar lo que pudiera convertirse en un tráfico
más de contenido crematístico porque, como bien dice, "vale más un gramo
de dignidad que unas cuantas bolsas de billetes de curso ilegal".
El limpiabotas Javier Castaño, en su puesto de trabajo en Málaga |
Pero está visto que la crisis galopante para la juventud y
ya en sus comienzos hace más de dos décadas iniciada en las cuencas centrales
de Asturias, le obligó a buscarse las habichuelas por otros lares españoles.
Recaló hace dieciocho años, con treinta y dos, en Málaga donde al principio
encontró ciertas oportunidades de actividad acorde a su formación, logrando
destacar en ciertos frentes. Lo malo es que también en esta zona andaluza
(quizás por ser esa tierra) llegó el efecto iracundo de un desempleo y un
desfonde vocacional que a punto estuvo, o aún está, de llevarse por delante un
par de generaciones.
El mierense atiende a un cliente a la puerta del café Central |
Este Javi Castaño, como muchos lo conocíamos, se acordó de
que en sus ingenuidades infantiles existía una especie de interés, inclinación
o asomo vocacional por el trabajo de los limpiabotas. Hasta incluso cuando se
iba con su padre al bar Asturias se quedaba mirando los lances de habilidad,
así como el manejo de herramientas rudimentarias y betunes o cremas del
profesional de turno. Ni corto ni perezoso se lanzó al ruedo público malagueño,
es decir, a sus calles con la maleta específica que le había regalado el
mierense Senso Poliar y su arte por bandera, tras comprobar, sentado y
reflexionando en las cercanías del embarque, el regreso de la gente que
visitaba en puerto de la ciudad en obras, y volvían con su calzado cargadito de
polvo. Lo malo es que en el ámbito urbano de la capital malagueña no estaba
permitida la actividad de oficios artesanos. Claro que esta pega no fue óbice
para que Javi continuase con su aventura y merced a la disposición de los
rectores del café Central encontró un hueco para desarrollar su trabajo a base
de tres euros por limpieza que en muchos casos se convierten en cinco para
llevarse una media de treinta diarios a sus cuarteles de invierno, que es su
modesta casa. Y así logró una posición respetable que, de golpe y porrazo saltó
por los aires para multiplicarse por la infinidad hasta elevarlo al estrellato.
Y es que Javier Castaño estaba llamado a los abates de la genialidad.
El Limpiabotas del Café Central. Guía del turista friki |
Muy afín a los comienzos de la redes sociales y con motivo
de la entrada en juego de las cuentas, misteriosas cuentas con las que se puede
llegar al infinito, su instinto ligado a la más estricta legalidad y
disposición hacia el concepto de ciudadanía le llevó a registrar varias de esas
cuentas y a realizar la llamada cesión de dominio a favor de unas cuantas
comunidades, en forma de ciudades, capitales, villas e incluso naciones, antes
de que el duende dominador de intereses materialistas entrase de lleno en el
juego de la compraventa, que dicho sea de paso, era y es de uso ilegal. Y fue
la corriente de Twitter donde se cimentó el gran fenómeno de la operación de
Javier Castaño, llegando gentilmente a instituciones oficiales que,
paulatinamente un buen número de ellas, fueron recibidas con todos los honores
y hoy funcionan a satisfacción, sin que eso redunde en compensación
crematística para el autor, salvo algún detalle como regalo honorífico. Así
ocurrió con la cuenta "@asturias", al recibir de su presidente,
Javier Fernández, el agradecimiento que correspondía acompañado de un excelente
lote de quesos de la tierra que el beneficiario compartió con sus amigos y clientes.
Espacio para El Limpiabotas javier Castaño. Blog Sur - Diario Sur |
Esa realidad tangible ocurría hace diez años, cuando se
ponía en marcha la máquina gigantesca de estas redes de comunicación.
"@madrid", "@roma", "@canada",
"@malaga", "@riodejaneiro", "@japan", "@gijon",
"@asturias", "@oviedo", "@mieres" y
"@andalucia" fueron registradas y cedidas con todo rigor y fidelidad.
Las siete primeras están funcionado al completo con pleno éxito, mientras que
el resto no han respondido en toda su expresión al ofrecimiento.
Ello da pie para que Javier se pregunte, por ejemplo, cuál
es el motivo por el que, tras el remite de agradecimiento del presidente
asturiano, su tierra no responda debidamente. Ni tampoco lo hace el propio
pueblo que lo vio nacer. Cuestiones más o menos para reflexionar.
Cierto día, tras llegar a la conclusión de que su acción se
había convertido en viral, recibió un enorme "gracias Javier", de la
ciudad de Río de Janeiro, donde la cesión generosa de nuestro personaje caló de
lleno y sirvió de guía a grandes acontecimientos sobre todo los deportivos desarrollados
a escala mundial. Ahora Javier espera de la cuenta "@japan", que está
compartiendo actividad con una de propia cosecha en Twitter, se emancipe y
logre situarse a la altura que merece.
Javier Castaño dice que en este oficio se tienen las manos ocupadas y la cabeza libre. Foto. Álvaro Cabrera (www.diariosur.es) |
Con su negro atuendo de pantalones, cazadora, zapatos, gorra
y guantes, Javier Castaño se ha convertido en un personaje de altos vuelos. Por
supuesto que no solo a nivel de sus amigos y clientes, sino en fuentes
internacionales donde han sabido recoger el guante de su ofrecimiento, sin que
les costara ni la sombra de un euro, para recibir, en exclusiva, el uso y
disfrute del nuevo invento. Y esa realidad se traduce en su afirmación
categórica de que "no he recibido ni un solo duro por ceder las cuentas
que había registrado anteriormente" y que lo único obtenido a cambio han
sido "detalles" como el del presidente de Asturias o el del alcalde
de Roma a través de un libro dedicado.
Como los sabios -y así se le considera- Javier Castaño junta
en uno solo todos los tiempos, precisamente para adelantarse al tiempo. De esa
forma comenzó a concebir la idea de reunir nombres de ciudades cercanas a él o
con alguna significación, para registrarlas en Twitter con el firme deseo de
evitar que, en un futuro cercano, recibiesen el mal uso de convertirse en
mercancía de pago. La verdad es que de principio los destinatarios no acababan
de comprender lo que les llegaba de aquella forma tan especial. Hasta que hace
poco y ya considerado con el sello viral, fue encontrando compensaciones y
acciones de reconocimientos juiciosos que este "sabio del betún" ha
sabido suministrar con el sentido justo de la generosidad que le caracteriza.
Javier Castaño limpia los zapatos a un cliente. Jorge Zapata - Efe. elEconomista.es |
Javier Castaño Fernández ha vuelto a su tierra con el fin de
disfrutar unos días solamente (nada de vacaciones pagadas) con su familia y
amigos de Mieres. Ha sentido el aleteo de la admiración, sobre todo de
aficionados a las redes sociales que consideran su acción como un ejemplo lejos
de la realidad viviente. Y regresó a Málaga llevando tras de sí el petate de
saber que deja aquí nuevos amigos que, con toda seguridad, ahora sabrán
encontrarse de nuevo con él a través de las nuevas vías que, al fin y al cabo,
son la tecnología punta de las nuevas generaciones. Eso sí, desea agradecer a
quiénes le facilitaron las fotografías que ilustran este reportaje.
La vida de Javier Castaño, el limpiabotas de Twitter. Google+ |
FUENTE: AMADEO GANCEDO
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Limpiabotas con página web
Javier Castaño, con su móvil en el Café Central. Diario Sur. |
Estudió dibujo
técnico, trabajó en posicionamiento de páginas web y su última “empresa” es de
limpieza de calzado
limpiabotas-tuitero. Foto de francis Silva. (ABC Andalucia) |
Se mueve por Internet como pez en el agua, tiene página web
y perfil profesional en twitter. Javier Castaño no es un limpiabotas al uso. Si
de algo sabe este delineante industrial asturiano, de 54 años (edad
actualizada), es de emprendimiento, aunque hasta ahora ha tenido mala suerte. «Me he pegado unos porrazos impresionantes.
Todo lo que monto tiende a desaparecer, así que voy a dedicarme a algo que ya
esté desaparecido para que no me vuelva a ocurrir», ironiza.
Estudió para diseñar motores y ha acabado haciendo un poco
de todo: desde logotipos de empresas a coquetear con un negocio de cabañas de
madera canadienses, una aventura que se prometía boyante, pero que se fue al
traste con la ley del Suelo del 2000, que acababa con cualquier resquicio legal
para colocarlas en suelo rústico.
En su página, limpiabotas.es, explica como nació su última
vocación. A los siete años no quería ser ni superhéroe ni futbolista, sino
limpiabotas. «No apuntaba muy alto, no; recuerdo que me regalaron una caja de
limpiar zapatos, casi, casi, de verdad y acosaba a familiares y amigos, hasta
sacarles las cinco pelas del servicio».
El Limpiabotas del Café Central - Agradecimiento del Ayto. de Gijón a @xabel. |
Se ganó la vida como delineante industrial «hasta que
empezaron a llegar arquitectos argentinos recién licenciados, dispuestos a
trabajar y cobrar como delineantes. Tenían un nivel altísimo en CAD (diseño
asistido por ordenador) y estaban mejor preparadados. Y, ojo, que no me quejo,
me quito el sombrero», explica.
Desde entonces ha hecho cosas muy distintas y si tuviera que
escribir su currículum necesitaría tiempo y sitio, aunque este último es el más
outsider de todos sus oficios. Este trabajo no me exige nada, pero estoy muy
cómodo al tener la cabeza libre y las manos ocupadas, porque puedo dedicarme a
otras cosas que me gustan, como escribir guiones de cine, reflexiona.
limpiabotas-tuitero. www.limpiabotas.es |
Crockett & Jones
En su nuevo trabajo intenta ser profesional y se ha ido
equipando lo mejor que ha podido. Con ayuda de un carpintero diseñó una caja
con productos y una tarima, de forma que el cliente esté en una silla un poco
más alto que él y así trabajar sentado. Confiesa que también le gusta el
sistema americano, en el que los usuarios del servicio se sientan en una
especie de trono elevado, mientras los limpiabotas hacen su trabajo de pie. En
cuanto al tipo de calzado, admite que prefiere trabajar con zapatos caros. «Se
nota en seguida cuando te encuentras un par de calidad, que da gusto sacarle
brillo. Mi debilidad son los Crochet & Jones», confiesa, aunque considera
un poco friki eso tener unos zapatos de 600 euros para cada día, que tienen que
descansar en una horma el resto de la semana para no deformarse.
Desde su perfil de twitter, @limpiabotas_es, todavía le
quedan ganas de comentar las últimas actividades del 15 M.
Javier Castaño, el limpiabotas. YouTube |
FUENTE: ANA BARREALES.
MÁLAGA (SUR.ES)
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