Por favor, no
disparen al Orfeón
En los años anteriores a la Guerra Civil (lo que luego se llamó «tiempos normales»), a falta de televisión e internet era frecuente que los ciudadanos de nuestras cuencas entretuviesen su ocio participando activamente en todo tipo de asociaciones: la militancia en los partidos y sindicatos alcanzó cotas que ahora envidiaría cualquier dirigente |
Ilustración de Alfonso Zapico.
Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio,
Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela
gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros
trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
La Nueva España.
Los
equipos de fútbol, que existían en cada aldea y cada barrio, contaban
con una hinchada y una cantera inagotable; los ateneos y las bibliotecas
también florecían allí donde se juntaban media docena de casas... pero
sobre todo fue la época dorada de las agrupaciones musicales y los coros
las que vivieron entonces sus mejores momentos, viéndose obligados a
poner el listón muy alto para seleccionar a quienes querían entrar en
ellas. Y es que en los coros se ensayaba, se actuaba, se pasaban buenos
ratos y además, en los de primera línea, se podía viajar a otra ciudades
que de otra manera nunca se iban a poder conocer. Siempre me han llamado la atención los lazos de amistad que se
establecieron en los coros locales haciendo desaparecer las diferencias
sociales y también las ideológicas. Cuando se observan las fotografías
de estos años vemos juntos en la misma cuerda a personajes de muy
marcada significación política que, aunque se situaban en bandos
enfrentados, mantuvieron su relación de respeto hasta en los momentos
más duros, pero éste es un aspecto tan relevante y característico de la
forma de vida que ahora se está perdiendo en la montaña central que
merece por sí sola uno de estos artículos.
Otra costumbre, que se ha resucitado en parte con el tren de madera que
anualmente hermana Mieres con Llanes, consistía en establecer una
correspondencia entre dos villas alejadas en la geografía regional cuyos
vecinos se comprometían respectivamente a desplazarse en masa el día de
la fiesta grande de cada una, con lo que el ambiente estaba garantizado
en ambas y los bares, llagares y cafés hacían su agosto; de paso
surgían amistades, amores pasajeros e incluso alguna relación más
estable que podía acabar en matrimonio, aunque lo fundamental era que
todos lo pasaban bien. Los mayores aún recuerdan cómo en septiembre de 1930 tuvo ocasión una de
aquellas jornadas mágicas cuando un tren especial y engalanado llevó
hasta San Esteban de Pravia a la Banda de Música municipal y el Orfeón,
acompañados por unos 1.500 mierenses para devolver la visita que los
pravianos habían hecho por San Xuan a la villa del Caudal. En Pravia
hubo procesión, comida, hermanamiento con las agrupaciones musicales y
corales de la localidad y hasta un pequeño homenaje a Reinerio García,
director del Orfeón, quien fue obsequiado con una primorosa batuta
-regalo inútil porque él dirigía siempre con una llave-. Y aquel no fue
un viaje aislado, ya que esta correspondencia entre las dos poblaciones
se repitió en otras ocasiones con un ritual parecido.
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De lo que seguramente ya no se acuerda nadie es de otro episodio menos
agradable ocurrido el 17 de diciembre de 1933, pero cuando falla la
memoria están las hemerotecas y en ellas queda constancia del susto que
se llevaron los orfeonistas mierenses aquella noche y que
afortunadamente no pasó de ahí. Se lo cuento. Por aquellas fechas se vivían en España momentos delicados, el país
andaba revuelto porque grupos de obreros y campesinos anarquistas habían
decidido iniciar por su cuenta la revolución social. La semana había
estado llena de sobresaltos, petardazos y enfrentamientos con las
fuerzas del orden, y ahora se estaba produciendo un goteo constante de
registros y detenciones en busca de los implicados. Asturias no era una
excepción y también aquí se reproducía esta situación, que aunque no
llegaba a alarmar a la población sí hacía que el ambiente estuviese más
tenso de lo habitual. Para complicar la situación se habían multiplicado otros incidentes
paralelos, causados más por la pura necesidad que por querer alentar la
subversión, un ejemplo llamativo fue el asalto en la estación del Norte
de Valladolid del tren 1001, cargado de carbón, y que había sido
saqueado por una turba de 200 personas que abrieron las puertas de los
vagones para repartirse 1.500 kilos de carbón, llegando a herir a uno de
los interventores de la compañía, y es que había que calentarse de
alguna forma en un invierno inusualmente frío.También aquí nevaba, pero a
pesar de todo el Orfeón de Mieres había aceptado sin vacilar la
invitación de la popular Sociedad de Festejos de Santiago para
intervenir en una velada artística que se tenía que celebrar el sábado
16 de diciembre en el Teatro Llaneza de Sama de Langreo.
El acontecimiento, como era de esperar, fue un éxito. A pesar de las
inclemencias, el Orfeón fue recibido por las autoridades locales y un
numeroso público a los acordes que hizo sonar la laureada Banda
Municipal de Música de la localidad y luego, en el Ayuntamiento, todos
disfrutaron de un delicado lunch, cruzándose frases de afecto entre el
alcalde langreano y el presidente del Orfeón. Más tarde, el recital también resultó brillante, aunque muchos vecinos
habían preferido volver a casa para evitar el intenso frío y la nieve
que no había cesado en toda la tarde. El Orfeón estuvo a la altura de su
fama gustando mucho las obras tituladas «La siembra» y la «jota
castellana» y también la excelente Banda Municipal de Música obtuvo un
gran éxito interpretando obras dificilísimas de Beethoven, Bach y un
poema sinfónico de Antonio San Nicolás; ambas agrupaciones fueron muy
aplaudidas y sus respectivos directores, Reinerio García y el veterano
Cipriano Pedrosa, recibieron la felicitación de todos. En fin, una
jornada redonda... pero faltaba la vuelta a casa. Cuando ya hacía horas que se había puesto el sol la furgoneta de los
orfeonistas inició el viaje de regreso por la complicada carretera que
une los dos valles hermanos, a la estrechez de la ruta y las curvas
imposibles que todos conocemos se unía la tempestad que no cesaba y lo
peligroso que estaba la calzada cubierta de nieve. El vehículo iba al
completo, sin un asiento libre.
A la diferencia entre el calor que proporcionaban los viajeros y el frío extremo del exterior se sumaba el humo de los que iban fumando, lo que en aquellos años suponía irremediablemente que los cristales no dejasen de empañarse a no ser que se entreabriesen las ventanillas, de modo que no hubo más remedio que bajar algunos cristales para poder seguir la marcha. Afortunadamente, a pesar de las canciones que le instaban a ir más
deprisa, el conductor era prudente y no pisaba mucho el acelerador y es
que parecía que aquellas voces no habían tenido bastante con la
actuación y querían seguir animándose por su cuenta, pero de repente
llegó el sobresalto: una serie de detonaciones retumbó en el aire desde
la oscuridad de la cuneta e incluso algunos impactos llegaron a
percibirse claramente golpeando la chapa de la furgoneta.
Instintivamente, muchos se escondieron bajo los respaldos y el conductor
frenó en seco, derrapando de tal forma que sólo la poca velocidad le
salvó de no irse terraplén abajo. Luego vinieron un par de minutos
interminables, nadie se movía ante el temor de que el ataque se
repitiese, pero no fue así. Poco a poco todos se fueron incorporando y, cuando se comprobó que no
había heridos, los más valientes decidieron apearse para analizar los
daños: los neumáticos estaban intactos y ningún líquido manchaba la
pureza de la nieve, con lo que estaba claro que se podía reanudar la
marcha y había que hacerlo pitando.
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La Calle Carreño Miranda de Mieres hacía el año 1929. (Archivo del blog) |
Ya en Mieres aquella noche se durmió poco y en los días siguientes
fueron unánimes las protestas que salieron de todos los labios contra
los salvajes autores de esta fechoría, ignorando el propósito que tenían
al disparar contra una camioneta llena de gente en la que pudieron
haber ocasionado varias víctimas con sus pistolas -pues a juzgar por los
impactos estas eran las armas empleadas en el atentado. A la hora de identificar a los autores se pensó en varias posibilidades y
finalmente se llegó a la conclusión de que no había sido más que una
gamberrada perpetrada sin medir las posibles consecuencias y se quiso
creer que los disparos no se había dirigido contra el Orfeón de Mieres,
sino sólo por hacer una mala gracia. De cualquier modo, en su momento
nunca llegó a saberse con certeza y ahora que ya ha pasado el tiempo y
seguramente los autores gozan de mejor vida, vamos a seguir sin saberlo.
Visto desde la distancia, no pasa de ser una anécdota, pero no está mal
recordar estas cosas.
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El Orfeón de Mieren en Leon. Año 1958. Saber más |
FUENTE: ERNESTO BURGOS - HISTORIADOR. Publicado por La nueva España el 17-03-2009. Ver enlace._____________________________________________________________________
AUTORES.
Ernesto
Burgos Fernández (historiador). Nació
en Mieres (Asturias) el 7 de julio de 1957. Historiador, columnista y biógrafo,
éstas son algunas de las facetas de un Ernesto Burgos que rescata con talento
personajes y anécdotas de nuestra historia. Un notorio investigador y gran
divulgador. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Oviedo
(1979). Diploma de Estudios Avanzados en Arqueología Histórica («La
romanización en las cuencas mineras del sur de Asturias» 2006). Profesor de
Educación Secundaria, ha trabajado en los institutos «Juan de Herrera»
(Valladolid), «Sánchez Lastra» (Mieres), «Camino de La Miranda» (Palencia),
«Valle de Aller» (Moreda) y desde 2006 en el IES «Mata Jove» de Gijón. En el
año 2016 el reconocido historiador mierense fue distinguido con el reconocido
galardón anual de “Mierense del año”. Secretario General de Izquierda
Republicana en Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III
República (P3R) y actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias.
Coautor de los libros de texto «Entre amigos» (Conocimiento del Medio) para
Asturias y Cantabria (2002); coordinador de la revista de Ciencias Sociales
«Cuadernos de Mieres» (2001-2002); experto en la cultura y la historia de las
cuencas mineras asturianas. Ha impartido varios cursos sobre el patrimonio
arqueológico de Aller, Lena y Mieres y defendido ponencias sobre su temática en
jornadas y congresos. Desde los años 70 escribe desinteresadamente artículos
para numerosas publicaciones, álbumes y periódicos locales (Esquisa, Mieres 30
días, La Voz de Ujo, Camín de Mieres, Mieres, El Carbón, Por tierras del
Caudal, Aula de Paz…). Ha sido pregonero en las fiestas de Santa Bárbara
(2002); La Teyerona (2006); San Xuan de Mieres (2007) y Santa Cruz (2011).
Histórico militante republicano. Secretario General de Izquierda Republicana en
Asturias (1992-2002); miembro fundador del Partido por la III República (P3R) y
actualmente vicepresidente del Ateneo Republicano de Asturias. Biógrafo de los
revolucionarios mierenses Manuel Grossi Mier («Cartas de Grossi». 2009) y Jesús
Ibáñez («Y el verbo se hizo furia». Semana Negra 2010), también ha prologado a
varios autores asturianos. Colaborador del diario asturiano La Nueva España,
donde ha firmado las series: «El patrimonio de Las Cuencas» (1998-2000); «100
años de historias y andanzas» (2000-2002) y «Los personajes de nuestra
historia» (2003-2004). Desde febrero de 2005 mantiene ininterrumpidamente la
página semanal «Historias heterodoxas». FUENTE.
Alfonso Zapico (Blimea,
Asturias, 1981). Historietista e ilustrador freelance.
Profesional gráfico desde el año 2006. Trabaja en proyectos educativos del
Principado de Asturias (Aula Didáctica de los Oficios) e impartido talleres de
ilustración en centros educativos de Asturias y Poitou-Charente (Francia). Realiza ilustraciones, diseños y campañas
para diversas agencias de publicidad, editoriales e instituciones. Es
ilustrador de prensa en diarios regionales asturianos (La Nueva España, Cuenca
del Nalón, Les Noticies…). Se estrena en
2006 con un álbum de corte histórico para el mercado franco-belga, La guerra
del profesor Bertenev (Dolmen, 2009). Su primer trabajo publicado directamente
en España es Café Budapest (Astiberri, 2008), donde se mete de lleno en una
ficción determinada por los orígenes del todavía no resuelto conflicto
palestino-israelí. Acto seguido apuesta por recrear en cómic la vida de James
Joyce, Dublinés (Astiberri, 2011), que gana el Premio Nacional del Cómic 2012 y
a raíz del cual surge el cuaderno de viaje La ruta Joyce (Astiberri,
2011). Vive en la localidad francesa de
Angouléme, donde, tras realizar El otro mar (Astiberri, 2013) a caballo de su
Asturias natal, a la que vuelve con regularidad, se encuentra preparando su
nueva y ambiciosa obra, “La balada del norte”, que constará finalmente de
cuatro tomos. Esta magnífica obra es un
auténtico tesoro de la novela gráfica española y refleja la negrura de los
valles mineros de Asturias de los que surgen personajes luminosos, y bajo el ruido
atronador de las minas de carbón se escucha el susurro de una canción antigua.
Los viejos y nuevos tiempos chocan brutalmente poniendo a prueba al
protagonista, pronto a la Humanidad entera. Éste es el sonido de "La
balada del norte". En un paréntesis, entre el segundo y tercer volumen de
La balada del norte, Zapico completó Los puentes de Moscú (Astiberri, 2018),
para mostrar de nuevo su faceta como reportero gráfico al poner el micro al
diálogo entre el político Eduardo Madina y el músico Fermín Muguruza. Sus
libros han sido traducidos al inglés, francés, alemán o polaco. (…). Texto: WIKIPEDIA - Foto: Gráffica. elDiario.es.
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.
“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.
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NOTA: Los nombres de los autores aparecen en el pie de cada
imagen o al final de cada artículo, si no es así, se debe a que es un dato que
se desconoce, así que, si algún autor la ve en este blog, le rogamos que se
ponga en contacto con “El Blog de Acebedo” para hacerlo figurar o para borrarla si es su deseo,
porque es justo reconocer a los autores
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última vez el 15 de julio de 2024 a las 08:30 horas.
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