Imagen
histórica del submarino 'Peral'. - ARMADA ESPAÑOLA. La Voz de Cádiz |
La fábrica en
1877, según grabado de Daniel Perea en La Ilustración Española y Americana. Wikipedia. |
El 16 de noviembre de 1885, la prensa regional (diario El Carbayón) publicaba una sorprendente noticia: “Parece ser que, en estos días, en el río Caudal y cerca de Mieres, se han verificado ensayos con un pequeño modelo del buque torpedero, submarino”. Unas pruebas que, además, habían conseguido “resultados satisfactorios”. Hasta donde sabemos por algunas fuentes (Ernesto Burgos, en su artículo publicado en LA NUEVA ESPAÑA, “Un submarino en el río Caudal”), se había construido una represa en Sueros, próxima a las instalaciones de la Fábrica de Mieres, propiedad de Numa Guilhou. Mieres, su río Caudal, nuestras tierras y aguas conocidas por el carbón y la siderurgia se convertían, con aquella información, en un punto geográfico de referencia por algo tan propio de los mares como un submarino. En fechas posteriores, se hizo eco la prensa madrileña: El Globo, El Correo Militar, El Día, La Época y tenemos pruebas del resto del país: La Paz de Murcia, El Correo Gallego, Diario de Avisos de La Coruña. El proyecto de sumergible era invento de Buenaventura Junquera, ingeniero mecánico, exoficial de artillería y en ese momento secretario del Consejo de Administración de la Fábrica de Mieres con residencia en una de las casas construidas para directivos en La Rebollada (artículo de Ernesto Burgos "Arriba el Periscopio" en LA NUEVA ESPAÑA).