12 de agosto de 2015

La polémica en 1927 sobre escuela de Minas de Mieres

La escuela que nunca existió

Autorretrato de Ignacio Patac. Fotografía estereoscópica de Ignacio Patac y Pérez-Herce mostrando una fotografía de sí mismo en su casa de Sama de Langreo en 1910, siendo ingeniero de Carbones de la Nueva. (...). Saber más... RepositorioInstitucional de la Universidad de Oviedo.

La polémica periodística con Ignacio Patac Pérez-Herce sobre la existencia de una Escuela de Minas francesa en Mieres
La Escuela de Capataces de Mieres, en su primer aniversario. (Foto Archivo).

La Nueva España.
Ignacio Patac Pérez-Herce fue un buen ingeniero, investigador y escritor, conocido sobre todo porque sus estudios geológicos condujeron a la puesta en marcha de la emblemática mina La Camocha, que comenzó a producir carbón en 1932 de la mano de los hermanos Felgueroso, y también por haber comercializado un encendedor para lámparas mineras que llevaba su apellido. El "encendedor Patac" obtuvo la patente por 20 años en 1911. Según dicen los expertos en lámparas mineras, tenía la ventaja de que la mecha apenas sobresalía del contenedor, no viciaba el aire de su interior y se prendía rápidamente gracias a un chisporroteo intenso y de poco recorrido; además podía regularse a gusto del usuario y de paso evitaba el peligro que siempre traían los que usaban tiras de algodón parafinado. El único problema para su implantación vino de una competencia muy próxima, los modelos equipados con encendedores verticales u horizontales tipo Koch fabricados por Adaro, que gustaron más y se comieron el mercado. 

6 de agosto de 2015

Algunos animales curiosos y su adaptación a la vida asturiana

Feos, raros y curiosos: caprichos estéticos de la evolución de la fauna asturiana

La vacalloria en Asturias forma parte de su mitología, se pensaba antiguamente en la Asturias montañesa, que llevando en el bolsillo las mandíbulas de una vacalloria, quedaba uno protegido contra la mordedura de las brujas. NOMBRE REAL: Ciervo volante europeo (Lucanus cervus) es una especie de coleóptero escarabeiforme perteneciente a la familia Lucanidae. Es el escarabajo más grande de Europa. Saber más… WIKIPEDIA

El aspecto extraño, poco agraciado o extravagante de algunos animales tiene su razón de ser en su adaptación a ciertos ambientes y estilos de vida
Feos, raros y curiosos - caprichos estéticos de la evolución de la fauna asturiana (LNE)
La belleza es una apreciación subjetiva -aunque mensurable conforme a ciertos principios estéticos-, que en la naturaleza se suele interpretar en función de su utilidad; es decir, hay estructuras orgánicas que estéticamente pueden resultar desagradables o extravagantes, pero que, examinadas bajo el prisma de su función, son asombrosamente perfectas y, por tanto, bellas. Aunque no es fácil sustraerse a una impresión superficial y evitar la etiqueta de feo o de raro que aplicamos a ciertos animales. La fauna asturiana cuenta con algunas especies de apariencia poco agraciada, estrambótica o peculiar, aunque no figuran, ni mucho menos, entre las más notables por esas cualidades. Las profundidades marinas abundan especialmente en habitantes extraños. Basten como ejemplo los peces abisales, de cuerpos desgarbados, desproporcionados, con enormes bocas, todo tipo de apéndices, órganos bioluminiscentes... seres de pesadilla, monstruosos, que han inspirado desde antiguo la imaginación y los miedos de los seres humanos. 

3 de agosto de 2015

Los hornos de cal (Caleiros), un trozo de la historia de Asturias

La cal que levantó Asturias
Horno de cal humeando. Los “Caleiros” En las zonas de sustratos ácidos en Asturias, eran hasta principios del s.XX imprescindibles para obtener cal para labores de construcción y como "enmienda" para los suelos cultivados. Foto Archivo.
La declaración como bienes de interés cultural de 31 hornos tradicionales rescata una joya etnográfica que aportó materia prima de albañilería y abono durante siglos
El Caleiro d´A Cruz, en Ouria, Taramundi. La Nueva España.
La Nueva España.
Los hornos de cal levantaron Asturias durante siglos. Los más veteranos de determinadas zonas rurales de la región aún los recuerdan humeantes. De aquellas tripas salía la materia prima para la elaboración de morteros y para el abono de tierras. La huerta y la casa, alimentadas por los hornos que requerían cantera de piedra y combustible en forma de leña de monte bajo. El tercer ingrediente, el tiempo. La mayoría de los cientos de hornos de cal que funcionaron en Asturias está hoy perdida. Muchos de los que quedan lo hacen en precario, comidos por la vegetación. 

2 de agosto de 2015

La costa asturiana esconde un puñado de restos arqueológicos

El islote del tesoro y otras estrellas de mar
Playa de Bañuges en Gozón (Asturias). El Comercio.

Del pecio de Bañugues a los cañones del Eo, la costa asturiana esconde un puñado de restos arqueológicos, algunos pendientes de estudio, en un mar "complejo y poco propicio para la conservación"
Ruta de la historia sumergida. La Nueva España.
La Nueva España (enlace 1 - enlace 2).
El barco, quién sabe si un mercante, naufragó un día de junio de 1698 al Oeste de la ensenada de Bañugues, en Gozón, a unos doscientos metros mar adentro, tal vez contra el islote de El Corbiro. Lo que queda de él son centenares de bolas metálicas de munición, un surtido de bombas y cargas de artillería y cuatro cañones, uno de los grandes hitos en la escasa red de vestigios submarinos del Cantábrico asturiano. Tal vez sea aventurado reconstruirlo así, pero a Adolfo Rodríguez Asensio, director general de Patrimonio Cultural del Principado y especialista en arqueología subacuática, le ha gustado imaginar que la historia que duerme bajo el mar de Bañugues es la de un barco que tal vez pudo haber sucumbido "a la rucha", una singular práctica de piratería de la época, de tradición irlandesa, que consistía en el encendido en tierra de hogueras que hacían de "faros artificiales" para confundir a los barcos en la oscuridad y provocar naufragios que facilitaran el saqueo. Con las evidencias disponibles no se puede asegurar que haya pasado, pero si no es cierto está bien armado, "Ir a la rucha" fue el título y el argumento de un documental submarino sobre el pecio.