-Capilla de Nuestra Señora del Carmen:
Al
lado de la Casa Duró hay una capilla, Nuestra Señora del Carmen, que
data del siglo XIX. Está hecha con sillares de piedra y labrados en las
esquinas. En la portada presenta una escalinata, una puerta rectangular y
una ventana adintelada. También se puede ver en ella una espadaña. Su
tejado es a dos aguas o de dos aguadas.
Conserva
además algunas tallas de interés. Desde su construcción y hasta los
primeros años del siglo XX se encontraba bajo la advocación de la Virgen
de las Nieves. Como curiosidad, en ella estuvo en torno a 1840 la
regente Mª Cristiana (viuda del rey Fernando VII), quien donó un manto a
la virgen. Unos años después, en 1858, la visitaron Isabel II (hija de
Fernando VII y Mª Cristina) y su esposo D. Francisco.
Décadas después sería el hijo de Isabel II quien pasara por ella, el por aquel entonces Príncipe de Asturias Alfonso XII.
-Iglesia de San Juan Bautista:
La
construcción de la actual Iglesia de San Juan Bautista se inició allá
por 1928, concluyendo en 1931, tal y como puede verse grabado en uno de
sus laterales. Se asienta sobre una antigua iglesia románica demolida en
1927. Es obra del arquitecto diocesano Enrique Rodríguez Bustelo.
Como
curiosidad, la portada románica de la anterior Iglesia fue comprada por
un noble gijonés y hoy en día se encuentra en uno de los palacios del
concejo gijonés. El pódium de la antigua iglesia románica es el que
tiene la actual.
La
actual Iglesia de San Juan, “la Catedral de Mieres”, como la llama
mucha gente, es de estilo neobarroco, con tres naves y tiene planta de
cruz latina. Se divide en tres alturas separadas por cornisas con
ménsulas.
La
fachada principal presenta un gran arco de medio punto con arquivolta,
dintel, un gran óculo, una cruz griega y otras formas barrocas. La
fachada está flanqueada por dos torres octogonales cuyo chapitel está
bastante recargado.
Otra curiosidad es que su pórtico finaliza en una cornisa en la que se presenta es el escudo de Mieres.
De
su interior destaca la intervención en el retablo y el presbiterio,
obra de los Tallleres de Arte de Madrid, propiedad de un sacerdote
lenense que fue quien los donó a la iglesia.
-Santuario de los Mártires San Cosme y San Damián:
El
Santuario de los Mártires San Cosme y San Damián se alza en pleno
corazón del valle de Cuna. Este Santuario hunde sus raíces en la época
de la transición de la Antigüedad a la Edad Media asturiana,
enmarcándose en lo más antiguo del cristianismo de la región.
El
primer templo construido en la despejada colina del Utiru (la leyenda
cuenta que su ubicación en principio no estaba pensada donde se
encuentra hoy día, en la parte baja de la campa, sino que se intentó
edificar en el alto, pero las piedras y herramientas que allí se dejaban
caían ‘misteriosamente’ por la
noche hasta el lugar donde está hoy el templo). Tras varios intentos de
construir arriba, se decidió desistir y construir abajo, donde está hoy
el templo.
El
primer templo se construyó entre los siglos VII y VIII. De hecho, según
los arqueólogos el altar de piedra descubierto en 1960 podría ser de
esa época.
Ya
en el siglo XVIII, Asturias comenzó a progresar y modernizarse y lo
mismo se hizo con el santuario. Primeramente se derruyó la vieja ermita.
Tras ello se levantó la actual iglesia, con una amplia nave coronada de
bóvedas, con dos capillas laterales. El conjunto forma un templo de
cura latina contando con algunos detalles barrocos pese a tener un
‘gusto’ neoclásico.
De
esa obra no se conserva ningún documento, pero la tradición apunta a
que dio comienzo a mediados del siglo XVII, construyéndose con piedra
traída desde Valcenera e Insierto. Se cuenta que la obra se prolongó por
mucho tiempo, dadas las posibilidades económicas del momento.
Un
incendio en 1936 hizo que se calcinase parte del templo, incluida una
inscripción acerca de la realización de la obra que se conservaba en el
arco de entrada al templo. Tuvo que someterse a una rehabilitación.
Durante
la Guerra Civil y la restauración de la ermita tras el incendio, cuenta
la tradición que las imágenes de los santos fueron guardadas por un
lugareño en un pajar y que, una vez acabada la Guerra, al ir a buscarlas
para devolverlas a su lugar, San Cosme le guiñó un ojo en señal de
agradecimiento.
-Iglesia de Bustiello:
La
iglesia de Bustiello es, sin duda alguna, una gran obra de arte. Se
trata de una iglesia neorománica, de tres naves (siendo mayor la
central). Entre las muchas cosas que destacan del templo está su reloj,
hecho por el relojero de la Casa Real (y que hoy en día no funciona).
En
el interior de la iglesia podemos encontrar un arco de triunfo que da
paso al ábside semicircular. En él se encuentra la tribuna. Sobre el
Cristo que se encuentra en el ábside hay picos y palas en forma de halo
en honor a los mineros.
También
en el citado ábside podemos ver una bocamina y encima de esta, que está
a modo de mesita, se encuentra la Virgen. En el altar hay un picador y
un barco (que simbolizan los negocios del Marqués de Comillas). Data de
1884 y es obra del arquitecto José Revilla.
-Iglesia de Santa María de la Magdalena de La Rebollá:
La Iglesia de Santa María de la Magdalena está situada sobre un antiguo cementerio, que ahora está bajo el altar.
Solo
conserva 50 canecillos (con formas de animales, piñas…) en el alero que
da a la carretera así como la vidriera colocada sobre el retablo.
Sobre los canecillos del ábside hay una parte tallada que pertenecía al antiguo iconostasis.
La
portada de esta iglesia presenta un arco de medio punto y está cerrada
por una puerta de hierro que desentona con el color de los ladrillos de
la iglesia.
El tejado de la iglesia es a dos aguas y su interior, de madera. En la parte superior puede verse el coro.
Han
de destacarse también los cuadros del viacrucis pintados y tallados por
el propio cura de La Rebollá a principios del siglo XX y la existencia
de una talla de San Roque sin datar. En su interior podemos ver a la
Virgen de las Angustias, del siglo XIV, un San Lázaro del siglo XII y un
Cristo con los cabellos de oro que data del siglo XIV.
La iglesia actual es una reconstrucción de la antigua y tiene unos 100 años.
-Iglesia de Santa Eulalia de Ujo:
En
el centro de Ujo se halla un templo dedicado a Santa Eulalia cuyo
origen se remonta a los siglos XII y XIII. Anteriormente la iglesia se
ubicaba al otro lado de las vías, pero el tren obligó a trasladarla a su
reemplazo actual.
La
traza original era de nave única y orientada hacia el esta. Se
emparentaba artísticamente con el grupo románico de la zona de
Villaviciosa.
La
portada de Santa Eulalia es lo más importante de la misma. Consta de un
tejaroz sustentado por ménsulas, con canecillos y metopas con motivos
circulares y estrellados.
Presenta
un gran arco de medio punto con tres arquivoltas, la primera y la
segunda con motivos en zigzag y la tercera con rodillos zamoranos.
También
presenta un guardapolvos, dos columnas pareadas, de fuste liso, con
capiteles, entre los que destaca el que representa a San Daniel en el
foso de los leones.
En
el interior, el arco que conduce al ábside es una de las pocas partes
románicas que quedan de la iglesia. Casi todas las pinturas y
representaciones que hay en la misma datan del siglo XIX. Su tejado es a
dos aguas.
Como
curiosidad, en esta iglesia hay una lápida sepulcral hallada en una
excavación de 1956 junto a otras pequeñas sepulturas y que trae: “murió
el siervo de Dios Velasco Párvulo, 959”.
-Iglesia de San Pedro de Lloreo:
La
rehabilitada iglesia parroquial de San Pedro de Lloreo es una
construcción de nave única y planta rectangular que guarda en su
interior un excelente retablo restaurado recientemente por
profesionales.
El
templo es una obra del siglo XVII, articulada en banco, cuerpo y ático.
La talla de San Pedro preside la hornacina principal. En la parte
superior de esa hornacina puede verse un Calvario que combina tabla y
escultura policromada.
También
dentro del templo se observan tallas de gran valor como las de Santa
Bárbara o las de La Dolorosa y El Nazareno. Cuenta también con figuras
de San Fco. Javier, San Roque, San Antonio y Nuestra Sra. del Rosario.
Exteriormente presenta un pórtico (restaurado en 2009).
-Iglesia de San Martín de La Felguera (Turón):
La Iglesia de San Martín de Turón ya aparece referenciada en uno de los Testamentos de la Catedral de Oviedo del año 857.
En
el siglo XVII se realizan en ese templo grandes obras que transforman
por completo su estructura, reparándose la cubierta, blanqueándose las
paredes y reparándose el retablo entre otras actuaciones.
Es
entre 1857 y 1869 cuando se realiza otra gran obra en el templo con la
que se busca ampliar y mejorar el presbiterio, su arco, las dos
sacristías y asegurar la bóveda, el pórtico y los campanarios. En esa
fecha también se levanta la capilla del Santísimo Cristo.
Las
dimensiones que adquiere tras esa ‘reforma’ el templo hacen que cada
vez sea más costoso de mantener, económicamente hablando, algo que aún
perdura en nuestros días.
-Capilla del Santo Ángel de la Guardia de Villar de Gallegos
La
capilla de Villar está dedicada al Santo Ángel de la Guarda y su origen
es completamente desconocido. Su campana data del año 1660 y a ella se
le atribuye la capacidad de ahuyentar las tormentas. Se dice que en
Villar vivía una anciana que cuando veía que se acercaba una tormenta,
hacía sonar la campana. En una noche de tormenta en la que la anciana se
durmió, la campana, inexplicablemente, tocó sola.
-Capilla de San Andrés de Paxío
San
Andrés es el titular jurídico de la capilla de Paxío. Esta capilla fue
profanada en vísperas de la Guerra Civil de 1936, siendo arrojadas las
imágenes de San Andrés, Santa Bárbara y Ntra. Sra. de las Nieves, a un
reguero cercano.