13 de noviembre de 2021

La busca del dominio de la navegación

El primer barco de hierro hecho en España, Gijón 1882

El SS Great Britain es un transatlántico británico que fue diseñado por Isambard Kingdom Brunel y botado el 19 de julio de 1843. Muy avanzado en su época, fue el primer transatlántico con casco hecho de hierro y fue el primer barco de pasajeros en ser propulsado con una hélice. De mattbuck (category) - Photo by mattbuck., CC BY-SA 3.0. Saber más… WIKIMEDIA.

Hasta casi agotado el siglo XVIII, la relación del hombre con el mar en busca del dominio de la navegación había sido exclusivamente a base de madera

Fotografía tomada en 1945, por Fotolena, en los Astilleros Riera del Arbeyal, construcción del barco Plata, botado en 1946 que fue de los últimos de unión de chapas a base de remaches, aquellos roblones y sufrideras que colocaban y soportaban los constructores de barcos bien adiestrados en su arte en el laborioso litoral gijonés. Facebook de Hernán Piniella Iglesias.

Hernán Piniella Iglesias
Descontando los puntuales medios a base de canoas con armazón de madera y forradas de piel de los esquimales y latitudes extremas, el resto de la humanidad desde que aprendió a valerse de troncos, vaciarlos y mejorarlos, usó la madera como medio de transporte y aventura hacia lo ignoto, desafiando aquel horizonte siempre inalcanzable en mitad del océano. Sería un anglosajón quien ideó el primer casco de hierro unidas sus chapas a base de roblones o remaches, por aquello del miedo a hundirse se dotó a la embarcación de doble casco, lo que teóricamente lo convertía en insumergible. Para moverlo en el mar se usaron dos ruedas de paletas laterales o una de popa, alternadas con hélice, primero unas cocleas y luego la hélice o propela propiamente dicha, esa especie de trébol de tres cuatro hojas, que permite que el buque avance al ir roscando el mar, es solo eso. Todo ello se experimentó en Inglaterra de 1790 a 1830. El primer favorecido con la nueva tecnología férrea fue bautizado como Great Britain y tras el éxito inicial, luego en 1857 se hizo a la mar el Great Eastern. 
En el número del 15 de setiembre de 1884 de la revista La ilustración española y americana aparece esta descripción de la fabricación en un astillero privado del primer barco de hierro. Botadura del primer buque de hierro construido en los talleres de los Sres. Otero, Gil y Compañía, en el Ferrol. Saber más... Alma de herrero.
Para aquel entonces en Gijón los Alvargonzález habían adquirido en sociedad el primer vapor que aquí se conoció, el Jovellanos, hay quien apunta que hubo otros tres navíos que le precedieron, pero no hay evidencia documental que lo confirme, por tanto para la historia de momento es el Jovellanos el primer barco a vapor matriculado en Gijón. 
Los jóvenes que podían permitírselo en aquellos tiempos eran enviados a terminar sus estudios, o certificarlos con más conocimientos al extranjero, de donde venían con ideas novedosas, progresistas y un destacado espíritu emprendedor. Uno de aquellos jóvenes viajeros lo fue Don Anselmo Cifuentes, hijo de un heroico piloto de navío que se cubrió de gloria en las jornadas gijonesas de la guerra de la independencia, aquel espíritu tenaz, lo heredó don Anselmo y tras regresar precipitadamente a Gijón en 1940 al morir su padre, comenzó una labor titánica que llevó a transformar Gijón de villa a ciudad, a través de la industria. 

ANSELMO CIFUENTES DÍAZ. Copia moderna de un anónimo español del siglo XIX. (Lienzo, II4,5 X 84,5). Inscripción al dorso: «Copia por / Pilar Carrera / 1953». Somió (Gijón). Familia Cifuentes Arbex. Se le representa de pie, de 3/4, junto a una mesa de escritorio, sin duda la de su despacho en «La Industria». Sobre la mesa una copa de vidrio blanco y otra de champán color amelado, dentro de la cual hay una carta dirigida «A D. I Anselmo Cifuentes I ...I Gijón» (encabezada a la derecha: «ASTURIAS»). El retratado representa unos 45 años, lo que situaría al original hacia 1860. Saber más… museobbaa.

Primero estableció con los Truan y los Pola la importante fábrica de vidrios La Industria en un descampado contiguo al monte de Begoña y para 1855 le compró al señor Hulton un taller mecánico y fundición ubicado en las afueras de la puerta de la villa de Gijón, entre el Arco del Infante y la muralla, en un solar que ocupaba una hectárea y media, que iba del actual Mercado del Sur a la calle Fundición, que por eso lleva tal nombre. Aquel tallerón por lo emprendedor que fue aquel gran señor, se convirtió en el primer astillero de España en construir un barco a vapor con casco de hierroPara ello, para que aquel taller fuera pionero y modelo de industria avanzada, contrató primero y se asoció después con un jovencísimo ingeniero de origen teutón, don Enrique Stoldtz, que llevaría el peso tecnológico de la empresa.
Operarios «remachando el casco de un barco». Facebook de Hernán Piniella Iglesias.
Después de contrastar su sapiencia en muchos trabajos allí realizados, el día seis de julio de 1882, al alba de un hermoso día veraniego, treinta y dos bueyes, unidos en dieciséis yuntas, arrastraron pesadamente el casco de aquel vapor de hierro por la calle Corrida en dirección a la dársena local, para ser botado al mar por una rampa ubicada en el antepuerto, lo que sucedería en la siguiente marea viva que tuviera Gijón. Para ello, para llegar al muelle, hubo necesidad de derribar algunos balcones que entorpecían el avance del progreso de una ciudad astillera en estado puro. Luego se realizarían otros tres vapores más en aquella insólita zona para ubicar un astillero, se construyó por piezas el descomunal gasómetro para 2.100 metros cúbicos de capacidad de la fábrica del gas de La Arena, así como la enorme caldera del vapor Palmira que aguardaba por ella en el antepuerto, entre otras obras no menores, hasta que en 1888, la fundición, el taller de tornos y el de calderería, con el astillero incluido se mudaron a un lugar que le había sido concedido por el estado y el ayuntamiento a don Eduardo Martínez Marina, para hacer un dique seco contiguo a la capilla de San Esteban del Mar. 

Noticia en prensa. Bueyes tirando del barco, El Comercio 1882. Facebook de Hernán Piniella Iglesias.

Pero dicho señor desistió de enfrascarse en esa tarea y traspasó la concesión a la Sociedad Cifuentes y Stoldtz, que solo entonces mudó sus talleres y llevarían hacia el Natahoyo el primer contingente de casi doscientos obreros gijoneses, que devengaban un salario de entre 100 y 150 pesetas mensuales, trabajadores avezados en remachar y hacer impermeable un casco de fierro, construido íntegramente con materiales y artes procedentes de Asturias. Así y allí en el Natahoyo nació poco tiempo después la Sociedad de Construcciones Metálicas Los remaches y las sufrideras que los conformaban a martillazos y que tan bien unían las chapas de los barcos, parecían tener los días contados cuando en 1912 se inventó la soldadura con arco eléctrico, los electrodos habían sido ideados ya en 1892, luego se mejorarían mucho y para 1921 en Escocia, tierra adentro como en Gijón, se construyó el primer barco enteramente soldado; el Fullagar de los astilleros Cammell Laird, señalando el camino al progreso. Tan solo los temibles accidentes causados por los mortales retrocesos de los sopletes, hicieron que se siguieran remachando navíos unos cuantos decenios más, hasta que la soldadura fue menos peligrosa, que recibir y soportar los martillazos en la sufridera. 

El M.S. Fullagar en Escocia, 1921. Facebook de Hernán Piniella Iglesias.

Finalmente la tecnología avanzó adecuadamente y para cuando se podían construir hermosos barcos casi sin costuras, la “sufridera” cayó con todas las de la ley sobre los trabajadores de los astilleros, que uno tras otros fueron cerrando, despareciendo sin dejar rastro de la historia de Gijón. Quizás de tanto olvido, a día de hoy, a los que estudian tecnología podría sucederles como a un joven sumamente despistado en los años sesenta, cosa que narraba el profesor don Jesús del Corro, cuando en un examen de dibujo técnico en la reválida de la EMI, ante el imperativo: -Dibuje usted un roblón a mano alzada. Ni corto ni perezoso, sobre un papel vegetal de la marca Guarro, con la precisa mina de un lápiz de Staedler número 2, dibujó un precioso roble asturiano, muy grandón y frondoso en pleno esplendor primaveral, con nieros y todo. Todavía aquel alumno se estará preguntando por qué extraña razón don Víctor Avio, el genial profesor de Dibujo Técnico, le adjudicó un solemne cero. Don Jesús del Corro y don Víctor Avio, eran trabajadores de la oficina técnica de la fábrica de Moreda y daban clases nocturnas en la Fundación Revilla-Gigedo. 

Fotografía tomada en 1945, por Fotolena, en los Astilleros Riera del Arbeyal, construcción del barco Plata, botado en 1946 que fue de los últimos de unión de chapas a base de remaches, aquellos roblones y sufrideras que colocaban y soportaban los constructores de barcos bien adiestrados en su arte en el laborioso litoral gijonés. Facebook de Hernán Piniella Iglesias.

FUENTE: HERNÁN PINIELLA IGLESIAS. Publicado en el facebook de Hernán Piniella el 19--11--2019. Ver enlace.
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AUTORES.

Hernán Piniella Iglesias. Maestro Industrial jubilado, Gran entusiasta y ávido buscador de la historia local de Gijón. Tuvo una azarosa vida. A su padre lo mataron en 1963, apareció tirado con la cabeza rota de un golpe sin más señas, en el camino de su casa. Al poco Tiempo Hernán tomó el camino a Gijón, para quedar internado en el Hogar de San José, donde estudió Maestría Industrial. Tras el servicio militar emigró a Venezuela donde residió por casi veinte años, allí a causa de un accidente tuvo que dejar de lado la mecánica industrial por un tiempo y estuvo unos diez años de gerente en tiendas de mercancías secas, Ropas y electrodomésticos, línea blanca y marrón, llegando a estar considerado como gerente A1, de Woolworth. Posteriormente y a causa de un atraco violento sufrido por su mujer, retorno a España en 1996, con sus cuatro hijas. Ya en Asturias paso por un periplo de empresas; Trabajo en INMICRO Riaño (Langreo), Refractaria el Berrón (Siero) y en Talleres y Fundiciones Marte de Gijón. En la actualidad se encuentra jubilado y rebuscando infatigablemente en los archivos, la historia de Gijón. FUENTES: Facebook de Hernán Piniella Iglesias.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

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