El
agitado veraneo del doctor Vital Aza
Vital Aza y Díaz (1890-1961) |
El médico, que residía en
Madrid, visitaba Mieres asiduamente y era considerado un benefactor del pueblo
y de las causas sociales y laborales
Ilustración de Alfonso Zapico |
Ya hemos
escrito que los dos Vital Aza, padre e hijo, encabezan la lista de mierenses
más queridos. El autor de comedias se ganó el cariño de todos por su bonhomía,
pero su hijo, el médico, lo superó en el mismo sentimiento, como lo prueba el
conocer que en la época más convulsa de nuestra historia todos los vecinos
dejaron al margen sus diferencias para ofrecerle un libro con cientos de firmas
"en testimonio de gratitud por su intervención desinteresada y acendrado
amor a los pobres", un año después de que él hubiese frenado una ceremonia
pública estimando que no la merecía porque sólo cumplía con su deber y además
al hacerlo ya obtenía una satisfacción personal.