Un Pajares eléctrico para el carbón asturiano
Se cumplió un siglo de la Ley Cambó, que permitió mejorar la salida ferroviaria a la Meseta
La Nueva España.
El 27 de julio de 1918, en la "Gaceta de Madrid" (antecedente del "Boletín Oficial del Estado"), se publicó la que pasaría a la posteridad con el nombre de Ley Cambó, por el primer apellido del entonces ministro de Fomento, el catalán Francisco Cambó y Batlle (Verges, Gerona, 1876-Buenos Aires, 1947). En mayo de 1968, el Ateneo de Oviedo promovió la colocación de una placa, en la fachada de la Estación del Norte ovetense que da a los andenes, con la siguiente leyenda: "En homenaje al excelentísimo Sr. D. Francisco Cambó a cuya iniciativa y decisión debe Asturias la electrificación de la rampa de Pajares y a los técnicos y obreros que con su inteligencia y esfuerzo realizaron tan importante obra". Puede decirse, sin lugar al error, que la electrificación del tramo de la línea férrea que une Asturias con la Meseta atravesando la cordillera Cantábrica, entre Ujo y Busdongo y que entró en servicio pleno el 1 de enero de 1925, es la última gran obra, por su importancia estratégica y envergadura técnica, que se acometió en las infraestructuras ferroviarias del Principado, a la espera de la apertura de la variante de Pajares.
CUANDO EL TREN
PENETRÓ LA CORNISA CANTÁBRICA Y ABRIÓ BRECHA EN PAJARES PARA CONECTAR CON LA
MESETA. “El tren regio llegó junto al túnel de La Perruca a las siete y quince
de la mañana. Habíase preparado, para la ceremonia de la bendición de las
máquinas, dos pabellones, uno para la familia real y otro para los convidados,
y entre ellos una capilla donde poder oficiar el clero y decir la misa de
campaña”. El corresponsal en Asturias del diario ‘La Crónica de España’ relata
de esta forma uno de los acontecimientos más importantes en la historia del
ferrocarril español. Saber más... Mundo ferroviario. |
Portada del
libro publicado por la Compañía del Norte sobre la electrificación ARCHIVO DEL
MUSEO DEL FERROCARRIL DE ASTURIAS. Facebook: Museo del Ferrocarril de Asturias. |
El 27 de julio de 1918, en la "Gaceta de Madrid" (antecedente del "Boletín Oficial del Estado"), se publicó la que pasaría a la posteridad con el nombre de Ley Cambó, por el primer apellido del entonces ministro de Fomento, el catalán Francisco Cambó y Batlle (Verges, Gerona, 1876-Buenos Aires, 1947). En mayo de 1968, el Ateneo de Oviedo promovió la colocación de una placa, en la fachada de la Estación del Norte ovetense que da a los andenes, con la siguiente leyenda: "En homenaje al excelentísimo Sr. D. Francisco Cambó a cuya iniciativa y decisión debe Asturias la electrificación de la rampa de Pajares y a los técnicos y obreros que con su inteligencia y esfuerzo realizaron tan importante obra". Puede decirse, sin lugar al error, que la electrificación del tramo de la línea férrea que une Asturias con la Meseta atravesando la cordillera Cantábrica, entre Ujo y Busdongo y que entró en servicio pleno el 1 de enero de 1925, es la última gran obra, por su importancia estratégica y envergadura técnica, que se acometió en las infraestructuras ferroviarias del Principado, a la espera de la apertura de la variante de Pajares.