10 de marzo de 2022

El emplazamiento y la expansión urbana de Gijón

El Gijón decimonónico, de 1844 a 1865
Imagen anónima de la playa de San Lorenzo a finales del siglo XIX. El Comercio. 
Quizás hubiera más de 9.058 habitantes censados, si bien, escondidos de los censos por temor a ser incluidos en las levas de los ejércitos reales que buscaban carne de cañón para morir defendiendo una patria que no los defendía (al pueblo llano), sino que solamente servía a los oscuros y no tan oscuros intereses de algunos poderosos miembros de la aristocracia
Imagen de una maqueta del Gijón de 1820 que el Ayuntamiento de Gijón ubicó en su stand de la Feria de Muestras del año 2005 y luego reutilizó en diversas exposiciones, y otra de la Autoridad portuaria, podemos recrearnos en cómo era nuestra ciudad cuando era poco más que un pueblo de 9.058 habitantes censados. (…). Facebook: Hernán Piniella Iglesias.

Hernán Piniella Iglesias
En aquellos censos solo contaban como vecinos los varones cabeza de familia, mientras las viudas con hijos eran contabilizadas como medio vecino, el resto de habitantes, hijos, ancianos u otras personas que vivieran en la misma casa eran contados como almas. Otra manera de librase de las levas, a las que eran llamados los hijos de los Pecheros, amén de ocultarse, era declararse Hijosdalgo, el rango menos notorio de la nobleza y en Asturias más del 80% de los habitantes resultaron ser Hijosdalgo, por más pobres que fueran, algún privilegio debían de tener los paisanos de Don Pelayo. En la feligresía de San Juan de Tremañes a la que pertenecían el Natahoyo y Lloreda, había censados 112 vecinos y 538 almas en un total de 95 casas, 48 vecinos en Tremañes, 38 en el Natahoyo y 26 en Lloreda. En un terreno calizo de clima sano cruzado de Sur a Norte por dos ríos el Cutre o Cutis y el Tremañes o Pilón uniéndose ambos en el lugar del Natahoyo o Ataoyo con el arroyo de San Pedro, pocos metros antes de desaguar al mar, para cruzar sus cauces existían dos puentes de Piedra en El Natahoyo y Lloreda y uno de madera en Tremañes.
La hermosa villa de Gijón que enamoró a Don Pascual Madoz, allá por 1844. Facebook: Hernán Piniella Iglesias.
En la feligresía de San Julián de Somió había un total de 120 casas donde vivían 162 vecinos y un total de 972 almas. En la feligresía de Santa Eulalia de Cabueñes que contaba con 112 casas, vivían 121 vecinos y 555 almas, cruzadas ambas por buenos y salutíferos arroyos y el hermoso río de La Peña de Francia que nacía en el cercano hontanar de Rio Fario, que amén de regar aquellas ubérrimas vegas, movía con las fuerzas de su caudal hasta siete molinos harineros. En la feligresía de la Santa Cruz de Jove, vivían en 79 casas, 82 vecinos y 404 almas, en un lugar de clima sano batido por los vientos del primer y cuarto cuadrante y con cuatro fuentes de exquisitas aguas, que vertían sus aguas al mar a través de un arroyo que desaguaba en la playa del Arbeyal, a mitad de camino entre la punta de Otero y la punta Coroña. En la feligresía de Ceares en 75 casas moraban 82 vecinos y un total de 378 almas, era esta unade las más extensas parroquias, ya que entraban en ella: La Arena, Contrueces, El Real, Gilledo, El Jumero luego Fumeru, el Llano y Viesques, la cruzaba de sur a noreste el rio Muriel que movía cinco molinos harineros, río que cambia de nombre a según la parroquia y lugar que cruce., llegando a sus últimos tramos ya denominado como río Piles y casi al entrar al mar era conocido como Rio Grande.

Playa e iglesia de San Pedro en Gijón a principios del siglo XX. Saber más... La Cantera de Babi.

En la Villa de Gijón, feligresía de San Pedro, había para aquel año de 1844, un total de 1.022 casas para 1.238 vecinos y un total de 6.213 almas, muchas de las casas eran de solida construcción, las calles eran anchas y bien empedradas en su mayoría, deja reflejado por escrito el viajero, que Gijón era uno de los pueblos más bonitos de España y lo será más en el futuro a poco que se cumplan los planes y proyectos que existían sobre la villa. Tiene varios pozos y tres fuentes de aguas gruesas al paladar, pero saludables y que ofrecen la particularidad de conservarse bien cuando son trasladadas a grandes distancias lo que las hace apropiadas para la navegación. Dichas fuentes eran alimentadas por un acueducto subterráneo desde un manantial situado en la Guía a unos tres cuartos de Legua (1 Legua=5.4 km). 
La construcción del puerto de El Musel es fruto del impulso industrializador desarrollado a partir del segundo cuarto del siglo XIX en Asturias, basado en la siderurgia y esencialmente en la explotación de la hulla en las cuencas centrales de la región. (…). Saber más... Puerto de Gijón.

En su muelle existen varias capillas de clara vocación marinera si bien es la de La Natividad o Barquera, en la plaza del mismo nombre marinero, la única que oficia misas antes del amanecer, a la que acuden los pescadores del barrio alto poco antes de hacerse a la mar. Tiene la villa un hospital de 80 camas en una buena casa que había sido propiedad de Don Juan Nepomuceno Cabrales quien la dejó en herencia para tan noble causa, además de una cuantiosa aportación económica para su funcionamiento. La villa carece de monumentos, tan solo un Arco en la entrada de la misma por el camino carretero de Castilla o de Adanero, arco sencillo a la par que elegante, dedicado a honrar la memoria del Infante Pelayo.
Manuel Reguera. Puerta de la Villa o Arco de don Pelayo, Gijón 1782. Grabado de La Ilustración Gallega y Asturiana, I, nº. 16.- 10 de junio de 1879. Instituto Feijoo de Estudios del Siglo XVIII. La puerta del Infante se trasladó desde un primitivo emplazamiento en el arenal de la Trinidad a la nueva salida de la villa, en el arranque de la carretera de Castilla, alcanzando en dirección sudeste el trayecto de las calles Moros y Corrida. En un ángulo se enterraron varias monedas, una guía de forasteros, el Mercurio del mes de julio, las Gacetas de la semana, la Historia de Gijón de Gregorio Menéndez y un acta testimonial. Fue derruida en 1886. Fuente: Gijón en el recuerdo. El Comercio
A raíz de la última guerra civil carlista, hallase en estos momentos fortificando todo el perímetro habitado a fin de que se declare Plaza Fuerte; las hermosas salidas arboladas que van hacia Ceares, Tremañes, Candás y Villaviciosa, han sido taladas en gran medida, esperando que a la conclusión de dichas obras de fortificación recuperen su hermoso aspecto anterior. Existen en la villa una Fábrica de Tabacos de buena fama y calidad y una fábrica de vidrios que cuenta entre su personal con virtuosos vidrieros procedentes de Francia y Suiza, principalmente, también otras fábricas menores dedicadas a la elaboración de mantecas para exportación a Inglaterra, que también es destinataria de exportaciones desde el puerto local de productos del concejo y resto de Asturias: Avellanas, Castañas, Limones y piedras, tanto de amolar, como muelas de molino y también para pavimentos.

Muelle de Carbón a principios del siglo XX, hoy actual Puerto Deportivo de Gijón. Puerto de Gijón.

Para 1860 en Gijón había un promedio de 450 defunciones al año.
En las casas llamadas del Manquin para obreros, todas ellas de ínfima salubridad, el coste de alquiler estaba en 37 reales de vellón diarios, sobre 50 o 75 reales de diario jornal que podía llegar a cobrar un obrero no cualificado. Los socorridos garbanzos eran uno de los alimentos más solicitados a la hora de llenar el estómago. Era normal y muy habitual encontrarse pilas de “cuchu” por cualquier calle de la villa incluso las más céntricas, en las fuentes se lavaba pescado, abrevaban animales, se lavaba la ropa y todo lo imaginable, amén de lo inimaginable, y en el arenal de la Playa de San Lorenzo se enterraban caballos, perros, gatos y otros animales que murieran de manera natural o desconocida (costumbre que fue erradicada tan solo en 1930). En el moderno Macelo del Natahoyo, según recoge Don Julio Somoza de 2.196 reses sacrificadas en un año, 720 de las mismas estaban tuberculosas y aun así fueron vendidas al ser consideradas aptas para el consumo humano. 
Los primitivos mercados del entorno de la plaza mayor. La venta de los productos alimenticios de primera necesidad se concentraba, desde comienzos del siglo XIX, en el entorno de la plazuela de San Lorenzo y de la plaza mayor. Fuente: Gijón en el recuerdo. El Comercio.

Otra manera de aprovisionarse de carne era comprar la que entraba por el Fielato del Infante, puesto municipal donde se cobraban los pertinentes impuestos o arbitrios, a los vecinos de las aldeas que traían sus reses ya sacrificadas y beneficiadas para venderlas en la plaza, solía ser más cara por esa razón y por estar notoriamente más sana. Para 1860 una orden municipal prohibía la tenencia de cerdos dentro del recinto amurallado, pero dicha orden tardó muchos años en ser obedecida. Nótese que en ese Gijón había para hacer cumplir el orden, tan solo 11 guardias municipales, a todas luces insuficientes ante la anarquía población en una villa, pueblo o ciudad donde la gente suele ser muy realenga. Esto sucedía hace más de ciento sesenta años y aún flota en el ambiente esa rebeldía vital de resistirse a cualquier norma, por más que no sea impuesta por ninguna autoridad, nos cuesta una barbaridad aplicar el sentido común, máxime si este va en detrimento de nuestra comodidad y además beneficia la del vecino...
Al igual que en la capital del Principado o que en cualquier otra ciudad de parecidas dimensiones, en Gijón se celebraban diferentes mercados por las calles del casco histórico, especialmente en la zona que hoy ocupa la plaza mayor y su frente marítimo. A partir del siglo XIX se ocuparán otros espacios del denominado ensanche de Jovellanos para estas actividades. Existen referencias, tanto en los planos como en la documentación histórica, a los diversos emplazamientos de estos mercados monográficos: del ganado, de los cerdos, de la leña, de la madera, de la pación o de la hierba, de la hoja de maíz, de la carne, de los trapos y ropa vieja... Fuente: Gijón en el recuerdo. El Comercio.

FUENTE: HERNÁN PINIELLA IGLESIAS. Publicado por Hernán Piniella Iglesias en el su facebook el 03-02-2020. Ver enlace.
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AUTORES.

Hernán Piniella Iglesias. Maestro Industrial jubilado, Gran entusiasta y ávido buscador de la historia local de Gijón. Tuvo una azarosa vida. A su padre lo mataron en 1963, apareció tirado con la cabeza rota de un golpe sin más señas, en el camino de su casa. Al poco Tiempo Hernán tomó el camino a Gijón, para quedar internado en el Hogar de San José, donde estudió Maestría Industrial. Tras el servicio militar emigró a Venezuela donde residió por casi veinte años, allí a causa de un accidente tuvo que dejar de lado la mecánica industrial por un tiempo y estuvo unos diez años de gerente en tiendas de mercancías secas, Ropas y electrodomésticos, línea blanca y marrón, llegando a estar considerado como gerente A1, de Woolworth. Posteriormente y a causa de un atraco violento sufrido por su mujer, retorno a España en 1996, con sus cuatro hijas. Ya en Asturias paso por un periplo de empresas; Trabajo en INMICRO Riaño (Langreo), Refractaria el Berrón (Siero) y en Talleres y Fundiciones Marte de Gijón. En la actualidad se encuentra jubilado y rebuscando infatigablemente en los archivos, la historia de Gijón. 

FUENTES: Facebook de Hernán Piniella Iglesias.

EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.

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2 comentarios:

  1. Hola. Esas maquetas de Gijón del XIX de las fotos, ¿dónde estarán ahora por si fuera posible verlas? Es impactante ver cómo representan lo que sería la playa de Pando. Muchas gracias por su trabajo de divulgación en este blog, me parece fantástico

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  2. Hola Raúl, buen día. La maqueta del Gijón de 1820 (segunda imagen del artículo), es la que el Ayuntamiento de Gijón ubicó en su stand de la Feria de Muestras del año 2005. Posteriormente, la maqueta, se reutilizó en diversas exposiciones de la ciudad. Respecto a tu pregunta, quiero pensar, que se conservará y se custodiará en alguna dependencia del “Ayuntamiento de Gijón” y/o en “El Muséo del Pueblu d' Asturies” de la misma ciudad. Muchas gracias por visitar este modesto blog. Saludos cordiales.

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