6 de marzo de 2019

La extinción de la especie

El sidrón: una ventana al ocaso de los neandertales
Los neandertales habitaron unos 300.000 años en Europa. (PressReader)
El estudio del grupo humano cuyos restos se hallaron en la cueva piloñesa ha permitido reconstruir la vida y explicar en gran medida la extinción de la especie
Los neandertales ahumaban carne con sus hogueras. (Arqueología Paleorama en Red)
Probablemente todo empezase con un invierno especialmente frío. Los neandertales, la especie humana extinguida hace 40.000 años,  ignorantes de que su tiempo se acababa, habrían seguido a lo suyo, cazando y recolectando, manteniendo las pautas de movilidad perpetuadas durante generaciones, y también otras prácticas menos saludables que acabarían siendo cruciales en su extinción. Entre ellas, según constatan los últimos hallazgos del equipo que investiga los restos hallados en la cueva piloñesa de El Sidrón, la endogamia: la práctica de procrear con miembros de la misma familia, lo que habría provocado mutaciones genéticas en los individuos de la especie y habría mermado su capacidad inmunológica. (El investigador paleoantropólogo que realiza los estudios en el yacimiento piloñés del Sidrón es, Antonio Rosas perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director del equipo que investiga los fósiles recuperados en el yacimiento)

Reconstrucción de una familia neandertal realizada por el estudio Daynes de París. (El País)
Las circunstancias en las que se pudo producir la extinción de los neandertales
“Lo que se ha configurado”, explica Rosas, “es la idea de que los neandertales vivían en grupos numéricamente pequeños y además aislados unos de otros en el territorio. Había una densidad de población baja, con una inercia de decenas de miles de años de este tipo de cruzamientos entre individuos de los mismos grupos, lo que lleva a una pérdida de variabilidad genética”.
los neandertales. (Taringa)
En el caso de los trece neandertales cuyos restos han sido hallados en El Sidrón, el equipo de Rosas ha identificado hasta diecisiete anomalías genéticas fruto de la endogamia, algunas de ellas compartidas por hasta tres individuos del grupo. “No son situaciones que impidan el desarrollo de una vida normal, salvo quizás una anomalía detectada en un pie, que podría haber causado una leve cojera. Más que el indicador de una deficiencia física, son los marcadores de una situación demográfica: las manifestaciones de la endogamia, de los cruzamientos realizados a lo largo de la historia entre grupos muy próximos y con relaciones de parentesco relativamente cercanas”, precisa Rosas.
Los neandertales. (RTVE.es)
La pérdida de variabilidad genética derivada de esta práctica se traduce en dos consecuencias. “En primer lugar”, explica Rosas, “los individuos acumulan mutaciones potencialmente deletéreas, que pueden causar la muerte. No se ve en los huesos, pero cabe suponer que su sistema inmunitario sufría bastante”. La segunda consecuencia, sostiene Rosas, “es la pérdida de vitalidad, a la larga. Sobre todo de vitalidad poblacional”. En última instancia, reflexiona el paleoantropólogo, “la pérdida de vitalidad y la acumulación de mutaciones entrarían en concordancia con otros factores que determinarían el fenómeno de la extinción”. Cada vez son más los investigadores que relacionan la desaparición de los neandertales, hace unos 40.000 años, con una fase especialmente cruda de la glaciación de Würm, que comenzó hace 110.000 años y terminó hace aproximadamente 10.000 años. Pero faltaba una pieza para completar el puzle, para explicar por qué los neandertales, que deberían estar habituados a aquellas gélidas temperaturas, se extinguieron. Esa pieza bien podría ser el deterioro genético de la especie a causa de una endogamia prolongada, tal y como apunta el estudio publicado en “Scientific Reports” por Rosas.
Los neandertales. (National Geographic)
“Durante el período de existencia de los neandertales, sobre todo al final, en el hemisferio norte se estaría produciendo el avance de la última glaciación”, relata Rosas. “El frío va aumentando”, continúa, “y eso hace que se deterioren, o cambien, los bosques templados que existían en la época, que es probablemente el sistema en el que los neandertales vivían mejor. Ese incremento del frío rompería los ecosistemas más propicios para ellos, y esas poblaciones de número reducido, que habrían ido acumulando mutaciones deletéreas, estarían cada vez más aisladas. En última instancia, ese proceso, que viene de muy lejos, terminaría con la extinción de la especie”. Durante el cuarto de siglo que ha transcurrido desde el descubrimiento de El Sidrón, el yacimiento asturiano se ha revelado como una pieza clave para reconstruir la vida de los neandertales, la especie humana que perdió la carrera de la evolución frente a los sapiens, a los que pertenecemos los humanos actuales.
Aunque, en puridad, los neandertales no han desaparecido del todo.
Recreación de un neandertal europeo, cuidando de su hijo. Ilustración de Sonia Cabello. (El Mundo)
Están “dentro” de nosotros. Con los restos de los trece de El Sidrón, combinados con los de otros yacimientos europeos, se ha secuenciado ADN mitocondrial de los neandertales, lo que ha permitido constatar ambas especies se aparearon y tuvieron hijos híbridos que nos han transmitido su material genético. Es más la presencia de algunos de esos genes nos permitió resistir a algunas enfermedades. También se ha profundizado en la dieta de los neandertales, se han constatado prácticas caníbales vinculadas probablemente a actos rituales, y se ha avanzado en el conocimiento del proceso de crecimiento de esa especie. Ahora, este nuevo hallazgo arroja nueva luz sobre la mayor incógnita que había sobre los neandertales: por qué se extinguieron.
Los neandertales eran menos diversos genéticamente que los humanos modernos. (El Huffington Post)
“La constatación de que tenían anomalías genéticas provocadas por la endogamia encaja con el resto de parámetros, ecológicos y demográficos, y contribuye de una manera diría que sólida a esclarecer esa pregunta que siempre se hace de por qué se extinguieron los neandertales. Creo que, con este dato, la explicación queda bastante bien acotada. Ahora tenemos una imagen completa y sólida”, concluye Antonio Rosas.
Yacimiento de El Sidrón. (Público)
FUENTE: FRANCO TORRE 

Imagen de Antonio Rosas, durante una de sus visitas a la cueva del Sidrón. (LNE)

(El paleoantropólogo Antonio Rosas, pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director del equipo que investiga los fósiles recuperados en el yacimiento piloñés del Sidrón)






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