El asturiano que rozó las
estrellas
Dibujo de Yuri Gagarin |
El ovetense Jorge Álvarez,
fallecido en accidente en 1994, fue uno de los doce finalistas en el proceso de
selección del primer astronauta español, que concluyó con la elección de Pedro
Duque
El asturiano Jorge Álvarez |
Al
asturiano Jorge Álvarez Fernández le gustaban los retos. Su biografía está
llena de ellos pero ninguno de la envergadura de este: quiso ser astronauta. La
fatalidad truncó su sueño.
No fue un deseo etéreo, sino que estuvo a un paso de conseguirlo, el primer astronauta español de la Historia. Jorge había nacido en Olloniego (Oviedo), estudió en el Loyola, sacó el título de Ingeniería Técnica en Gijón y, más tarde, el de ingeniería industrial en Zaragoza. Y cuando a principios de la década de los noventa la Agencia Espacial Europea (ESA) abrió el proceso de selección para buscar astronautas asociados a los programas Spacelab y Eureka, Jorge no se lo pensó y presentó su candidatura.
No fue un deseo etéreo, sino que estuvo a un paso de conseguirlo, el primer astronauta español de la Historia. Jorge había nacido en Olloniego (Oviedo), estudió en el Loyola, sacó el título de Ingeniería Técnica en Gijón y, más tarde, el de ingeniería industrial en Zaragoza. Y cuando a principios de la década de los noventa la Agencia Espacial Europea (ESA) abrió el proceso de selección para buscar astronautas asociados a los programas Spacelab y Eureka, Jorge no se lo pensó y presentó su candidatura.
Pedro Duque, con el traje espacial ruso 'Sokol'. (museo español del espacio) |
Siempre le atrajo el mundo de la aeronáutica. Se apuntó a hacer la mili por aviación y acabó pilotando un caza. Después se hizo con el título de piloto privado de avioneta.
Pero nada comparado con aquella convocatoria espacial que sonaba a ciencia ficción. Muchos se apuntaron y solo uno lo consiguió, nuestro Pedro Duque. En marzo de 1991, las duras pruebas físicas, médicas y psicológicas habían dejado en la estacada a todos los candidatos menos a una docena de elegidos.
Daniel Álvarez guarda una foto coral de su hermano, junto a ese grupo de finalistas, entre ellos Duque. Todos varones, casi todos en la treintena. La fotografía podría haber sido sacada de la reunión informal de una pandilla de amigos, posando tras la sobremesa.
Iglesia de Olloniego. (Pasu a pasu) |
En aquel selecto grupo de superhombres había ingenieros de tres o cuatro especialidades, explica Daniel Álvarez, y también aspirantes que provenían de la carrera militar. "Se supone que para el tipo de actividad que se requería había cierta predilección por los ingenieros aeronáuticos".
Aeronáutico de formación era Pedro Duque, que en aquel marzo de 1991 había cumplido los 28 años. Uno de los más jóvenes entre los finalistas. "Jorge siempre me decía que veía a Pedro Duque con muchísimas opciones de ser el elegido". Y lo fue, aunque todavía iban a pasar siete años para que España tuviera en el espacio a su primer astronauta, nacido en el país y español a todos los efectos. Al final en la elección jugaron su papel las razones subjetivas, esa necesidad de poner nombre y apellido concretos entre un grupo de portentos físicos y mentales. Con Pedro Duque la Agencia Espacial Europea, y su delegación en España, el Centro para el Desarrollo Tecnológico (CDTI), no se equivocaron. Duque participó días atrás en la II Semana de la Ciencia organizada por el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.
Dibujo de Alexey Leonov en el espacio. (BBC.com) |
Presidiendo la mesa de trabajo de Jorge Álvarez en su domicilio familiar de Oviedo estaba un ordenador Apple que su hermano Dani conserva como homenaje. "Jorge había hecho el doctorado en el Imperial College, en Londres, trabajando en la empresa Rolls-Royce, una de cuyas actividades principales es la fabricación de motores de avión. Le entusiasmaba ese sector. Se dedicaba al cálculo numérico y enseguida necesitó mucha informática".
Pedro Duque |
Desde la perspectiva del tiempo, que no recorta sentimientos, Dani Álvarez recuerda a su hermano "con un inmenso don de gentes y con un montón de amigos. Le encantaba todo lo latino y para mí, algunos años más joven, Jorge era un ídolo". Lo de los retos lo llevaba en la sangre. Se había cruzado el desierto del Sahara desde Marruecos a Costa de Marfil y había viajado a Colombia a las minas de esmeraldas. Le quedó una espina clavada, además de convertirse en astronauta de la Agencia Espacial Europea, y fue el no haber podido participar en el Camel Trophy. De aquellas casi 700 personas que se habían inscrito en España para la realización de las pruebas de selección había catorce asturianos, incluida al menos una mujer. Tras el primer examen quedaron nueve. A la final tan sólo llegó Jorge Álvarez, el asturiano que soñaba con llegar a las estrellas.
Jorge Álvarez, segundo por la izquierda, junto a sus compañeros finalistas. Pedro Duque es el cuarto por la izquierda |
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Sólo puedo decir que , jorge Álvarez fue una gran persona ,, brillante y por supuesto un astronauta en todos los sentidos . Siempre en mi corazón ❤️
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