18 de mayo de 2019

El empresario que constituyó la Fábrica de Mieres

Desvelando a Numa Guilhou
Ilustración de Alfonso Zapico
Juan Carlos Palacio presenta una biografía sobre el empresario, que constituyó hace ahora 140 años la Sociedad Anónima Fábrica de Mieres
Ilustración de Alfonso Zapico
Pedro Duro, Claudio López Bru e Inocencio Fernández Martínez fueron hombres decisivos en el proceso de industrialización en la Montaña Central, y sus biografías junto a las de Guillermo Schulz, Jerónimo Ibrán y otros personajes imprescindibles de esta aventura apasionante que cambió las estructuras de nuestra tierra, ya han sido publicadas en libros y artículos especializados; sin embargo la vida y avatares de Numa Guilhou son mucho menos conocidos porque resulta muy difícil salvar las carencias que dificultan su investigación. Numa nació en Mazamet, un pueblo emplazado en la llamada Montaña Negra, paraje natural protegido del sureste francés, donde algunas familias se dedican a la industria textil de la lana desde hace siglos, el mismo negocio que llevaba su padre Jacques, fallecido en septiembre de 1875 y enterrado en Mieres. Junto a sus dos hermanos, Marcial y Luis -especialmente este-, se dedicó a toda clase de negocios: ferrocarriles, bancos, inversiones de todo tipo y, para fortuna nuestra, también la industria siderúrgica, a la que acabó dedicando la mayor parte de su tiempo y su dinero. Por motivos que no sabemos, el capitalista francés se interesó especialmente por la Montaña Central asturiana donde ya habían fracasado algunos establecimientos de cierto relieve y otros se encontraban en severas dificultades financieras, de manera que al menos desde el año 1857 y durante dos décadas fue adquiriendo sociedades, minas de carbón, mercurio y hierro, derechos en el ferrocarril de Langreo, fraguas, talleres, acerías y una gran variedad de material industrial, inmuebles e infraestructuras construidas para servir a estas instalaciones.

16 de mayo de 2019

Tras la guerra no vino la paz, sino la victoria

La valentía del teniente electricista
Joaquín Fernández Canga (23/11/1915, Sama de Langreo, Asturias - 22/2/1988, León). Afiliado Juventudes Socialistas de Sama de Langreo (Asturias). Militante de la organización clandestina en Asturias. Foto coloreada. (...). Saber más... Fundación Pablo Iglesias.

El langreano Joaquín Fernández Canga jugó un papel clave en la gran evasión de más de 300 soldados republicanos asturianos recluidos en el fuerte granadino de Carchuna, cerca de Motril, en la Guerra Civil
Joaquín Fernández Canga de Joven en una foto dedicada a su novia en 1935-36. Foto de Marie Fernández. Foto trabajada y coloreada. FUENTE: La Nueva España.
La Nueva España.
El 18 de mayo de 2013 se publicó en La Nueva España el artículo "La gran evasión asturiana", dedicado a la exitosa fuga de poco más de trescientos prisioneros republicanos, asturianos en su mayoría, del fuerte de Carchuna, cerca de Motril, en la costa de Granada. «Fue una operación con protagonismo destacado de cuatro jóvenes tenientes asturianos del ejército republicano, de los que el mayor tenía 25 años y el más joven 22. Se habían fugado del fuerte la tarde noche del 19 de mayo de 1938 y volvieron cuatro días después, el 23 de mayo, en una operación de comando con otras 31 personas y en la que liberaron a la mayoría de los prisioneros y su paso a las líneas republicanas». Estos cuatro tenientes eran: Joaquín Fernández Canga, Secundino Álvarez Torres, Esteban Alonso García y Cándido López Muriel. 

11 de mayo de 2019

El desajuste horario

Oviedo y las horas locas
Reloj de Oviedo. (www.cronistasoficiales.com)
Los relojes públicos de la ciudad se caracterizaron por la ausencia de sincronización
Ayuntamiento de Oviedo. (Galería de imágenes del archivo municipal). Pinterest
Un tema recurrente durante el pasado siglo en Oviedo fue siempre el desajuste horario entre los relojes públicos, motivo de queja de muchos ciudadanos, sobre todo cuando se trataba de los tres relojes históricos de la ciudad: el de la Catedral, el del Ayuntamiento y el de la Universidad. Los tres marcaron la vida de los vecinos capitalinos durante décadas. A ellos habría que añadir después, los de la Fábrica de Armas, el Banco Herrero, las estaciones de ferrocarril del Norte, Vasco y Económicos; la iglesia de las Salesas y la Caja de Ahorros. Incluso la Plaza de Toros contó con un reloj desde 1915, que fue recogido por el administrador de la plaza con ocasión de la guerra civil. Trató de recuperarse en 1962. Dos relojes privados muy consultados por los ovetenses fueron el de la "Relojería Suiza" en la calle Fruela y el de "La Hora Fija" en Argüelles.

10 de mayo de 2019

Un mierense de ideas avanzadas

El doctor Vital Aza y la maternidad
Vital Aza y Díaz (1890-1961). Autor. J.A. Ávila. (Pinterest)
El mierense fue un facultativo que mantuvo posiciones de vanguardia sobre derechos y tratamientos de las mujeres
Ilustración de Alfonso Zapico
Como historiador he aprendido que para juzgar una acción, y por supuesto un pensamiento, es necesario conocer primero la época y las condiciones en que se desarrolló. Por eso, al calificar al doctor Vital Aza Díaz como feminista, debemos tener en cuenta que él fue una persona de ideas avanzadas tanto en la práctica de la ginecología como en su visión de la sociedad y la política española, aunque su defensa absoluta de la maternidad y sus críticas al aborto -en ningún caso acompañadas por la petición de un castigo penal-, se vean actualmente superadas por el cambio de mentalidad de este último siglo. Al margen de estas consideraciones, el pensamiento de Vital Aza destacó en la primera mitad del siglo XX por sustentarse en una piedra angular inamovible: no existe más diferencia entre hombres y mujeres que la puramente fisiológica y por ello cualquier discriminación entre géneros está infundada y debe combatirse. Una postura sumamente polémica cuando aún se vendían con éxito libros cuyos títulos no necesitan de más explicación, como "La inferioridad mental de la mujer", del psiquiatra alemán Julius Moebius, o "La indigencia espiritual del sexo femenino", del médico gallego Roberto Nóvoa Santos, quien ahora -olvidando que fue un activo defensor de la discriminación- es reivindicado por una izquierda desnortada.

8 de mayo de 2019

Tranvía de Mieres a la estación

El ferrocarril del Peñón
Vista del Tren del Peñón en 1935 por la calle Manuel Llaneza. (Archivo del Museo del Ferrocarril de Asturias)
Se cumplen 62 años desde la última vez que este tranvía circuló por la calle Manuel Llaneza de Mieres
El tren del Peñón. (Archivo del Museo del Ferrocarril de Asturias)
Este tramo por la principal vía de Mieres (hoy calle Manuel Llaneza) sería denominado oficialmente como "Tranvía de Mieres a la estación" de acuerdo con la Ley de Ferrocarriles de 1877, que especificaba que los ferrocarriles establecidos sobre vías públicas se denominarían tranvías. Este tranvía constituía el segundo tramo de un ferrocarril establecido desde las minas del valle San Juan y que estaban ubicadas en el Peñón, Vegadotos y el Casar, y que terminaba en el plano inclinado situado sobre La Pasera y construido en 1888. Este tramo ferrocarril por la Hueria nunca contó con concesión alguna al discurrir por terrenos propiedad de la compañía. Por ello Mieres fue uno de los primeros lugares de Asturias en los que se emplearon las vías, siempre asociadas a las minas de carbón. Una vez conseguido esto, la empresa minera trazaría su recorrido por la "nueva carretera a la estación" y pasando ésta por el puente de La Perra hasta los cargaderos del ferrocarril del Noroeste. Siendo de vía única de 0,60 metros de ancho y con escasa longitud, sin apartaderos intermedios, formada por el carril Vignole asentados con escarpias sobre traviesas de madera de roble. Las obras de construcción de este tramo inferior transcurrieron con bastante rapidez ya que el terreno era bastante favorable al discurrir por una carretera.

7 de mayo de 2019

Un pequeño incordio para Silvino Morán

El médico a palos
Ilustración de Alfonso Zapico
El caso de la agresión de Silvino Morán al teniente Fernández Jardón en Mieres
Ilustración de Alfonso Zapico
Así se traduce siempre al castellano una comedia que Molière estrenó en 1666, en la que un hombre se ve forzado a ejercer esa profesión para evitar que dos criados engañados por su mujer, que quiere vengarse de un agravio anterior, lo maten de una paliza. La historia de hoy tiene el mismo título que esta farsa, aunque su argumento es muy distinto, pero -como verán- me viene al pelo para resumir un curioso incidente del que fue protagonista el famoso comandante republicano Silvino Morán durante nuestra guerra civil. La escritora Silvia Carrandi, me dio el otro día los informes sobre este hecho, que rescató de los archivos cuando recopilaba datos para su segundo libro, ambientado en el concejo de Aller durante la primera mitad del siglo XX. Me refiero a "Las flores del frío", una novela en la que se mezclan ficción y realidad con un marco de acontecimientos reales que la autora se ha preocupado de documentar hasta el detalle, lo que sumado al interés del argumento y la propia calidad de la narración hacen sumamente recomendable su lectura.

6 de mayo de 2019

El peso de las manos eclesiásticas en Oviedo

Todo esto eran conventos
Grabado del claustro de San Francisco. (Iglesias y capillas de Oviedo)
El Oviedo medieval gira alrededor de cuatro grandes parroquias: San Juan, Santa María de la Corte, San Isidoro y San Tirso. Las comunidades religiosas vertebran la evolución de la ciudad, desde su propia fundación hasta el desarrollo de sus barrios
Ruinas de Santa María de la Vega. (LNE)
Oviedo no se puede entender sin lo eclesiástico. Iglesias y comunidades religiosas están presentes en el origen mismo del ciudad, o al menos en su mito fundacional, y extienden su influencia a lo largo de los siglos. Por eso dentro de las categorías propuestas para el análisis urbano por el arquitecto Víctor García Oviedo, esta ciudad eclesiástica cobra un peso fundamental: "Lo que singularizó a Oviedo", escribe el urbanista, "fue el peso de las manos eclesiásticas, que arranca con los conventos benedictinos de San Vicente y Las Pelayas, sigue con el decisivo papel jugado por la desamortización en la configuración de la ciudad liberal decimonónica, pues se utilizaron los monasterios y sus solares para equipar y su huella está presente en la traza actual".

4 de mayo de 2019

El siglo V, la época más «desconocida» de nuestra historia

La batalla de los montes de Arbas
Romano leyendo en una librería/ Science photo library. Idacio de Limia, obispo (probablemente de Chaves), e historiador, es uno de los primeros escritores conocidos en la Historia de la Península Ibérica,. Su Cronicón es la fuente directa más importante para el estudio del siglo V galaico e ibérico. (...). Saber más... Vía Lethes.

Vamos a contar algo sobre la época más desconocida de nuestra historia, me refiero al lejano siglo V, sobre el cual los historiadores suponen más que aseguran
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
La mayor parte de lo poco que sabemos, lo escribió Hidacio, un hombre de aquellos años, que inició una crónica ambiciosa para contar todo lo que había pasado desde que Adán y Eva cometieron el primer pecado en el Paraíso, y terminó centrándose en los sucesos más próximos: los acontecimientos que pudo observar como testigo antes de su muerte, en el año 469. Un cambio de planteamiento que ahora le tenemos que agradecer, puesto que su obra, junto a la de Paulo Orosio, otro cronista que se ocupó de las décadas anteriores, son los únicos testimonios con los que contamos para acercarnos a este siglo oscuro. Hidacio pudo dedicarse a la literatura mientras los demás abrían surcos en la tierra, porque nació en una familia rica de la ciudad romana de Lemica, que hoy podemos situar cerca de Xinzo de Limia, y después de estudiar y viajar, llegando hasta palestina, fue nombrado obispo de Aquae Flaviae, lo que hoy es Chaves, en la frontera norte de Portugal, y allí estaba cuando dos pueblos extranjeros y salvajes llegaron desde muy lejos para quedarse en el noroeste peninsular.

Paulo Orosio representado en una miniatura perteneciente al códice de Saint-Epure. (...). Saber más... WIKIPEDIA.

Antes de traer aquí cuatro datos y fechas imprescindibles para que comprendan la situación sin que les resulte pesado, debemos aclarar que la narración de Hidacio pasa por alto lo que ocurrió a este lado de la cordillera Cantábrica, pero, como no tenía que ser muy distinto de lo que estaba ocurriendo en los territorios limítrofes, podemos deducir que los hechos bélicos que se desarrollaron afectaron por igual a los astures que vivían detrás de las montañas que a los que lo hacían en la Meseta, porque entonces tan astures eran los unos como los otros. Ahora recordemos que los suevos, vándalos y alanos entraron en Hispania por los Pirineos en el 409 y la saquearon hasta que dos años más tarde decidieron tranquilizarse y se repartieron el territorio. Según La Crónica de Hidacio, los bárbaros se repartieron por sorteo las zonas en las que iban a asentarse.