Vista del Tren del Peñón en 1935 por la calle Manuel Llaneza. (Archivo del Museo del Ferrocarril de Asturias) |
Se cumplen 62 años desde la última vez que este tranvía circuló por la
calle Manuel Llaneza de Mieres
El tren del Peñón. (Archivo del Museo del Ferrocarril de Asturias) |
Este tramo por la principal vía de
Mieres (hoy calle Manuel Llaneza) sería denominado oficialmente como
"Tranvía de Mieres a la estación" de acuerdo con la Ley de
Ferrocarriles de 1877, que especificaba que los ferrocarriles establecidos
sobre vías públicas se denominarían tranvías. Este tranvía constituía el
segundo tramo de un ferrocarril establecido desde las minas del valle San Juan
y que estaban ubicadas en el Peñón, Vegadotos y el Casar, y que terminaba en el
plano inclinado situado sobre La Pasera y construido en 1888. Este tramo
ferrocarril por la Hueria nunca contó con concesión alguna al discurrir por
terrenos propiedad de la compañía. Por ello Mieres fue uno de los primeros
lugares de Asturias en los que se emplearon las vías, siempre asociadas a las
minas de carbón. Una vez conseguido esto, la empresa
minera trazaría su recorrido por la "nueva carretera a la estación" y
pasando ésta por el puente de La Perra hasta los cargaderos del ferrocarril del
Noroeste. Siendo de vía única de 0,60 metros de ancho y con escasa longitud,
sin apartaderos intermedios, formada por el carril Vignole asentados con
escarpias sobre traviesas de madera de roble. Las obras de construcción de este
tramo inferior transcurrieron con bastante rapidez ya que el terreno era
bastante favorable al discurrir por una carretera.
Tren del Peñón atravesando la calle Teodoro Cuesta de Mieres. (Revista de historia ferroviaria) |
Locomotora Upina. Fuentes. Fernando Fernández Menéndez - Javier Fernández López (Revista de historia ferroviaria) |
Esta máquina sería trasladada al
Museo de la Minería y la Industria en El Entrego por orden de un poderoso
sindicalista, privándonos así de locomotora más antigua de Mieres. Esta
decisión contó con la sumisión de las autoridades locales y de los mandos de Hunosa,
y solamente sería protestada por Florentino Romero y Laureano Alonso (Nanan),
dos especialistas en ferrocarriles y que sabían lo mucho que significaba esta
pequeña máquina para la historia de Mieres. El ferrocarril del valle de Rioturbio
tuvo una historia extraordinariamente larga y compleja que por falta de espacio
nos limitaremos a reseñar brevemente. En 1917, la empresa compraría unos
terrenos situados entre el actual puente de Seana y la calle Camposagrado, en
esas fechas, en los se construiría un nuevo cargadero para el Vasco Asturiano y
dos naves destinadas para una central eléctrica y talleres.
Durante décadas la explotación de la
línea permanecería sin demasiados cambios, salvo las mejoras en la
infraestructura y por eso en 1920, esta empresa puso en funcionamiento un pozo
balanza en La Pasera, para sustituir el plano inclinado. Era un sistema lento y
con continuos descarrilamientos, donde los vagones en ocasiones terminaban
cayendo a la misma calle Teodoro Cuesta con el consiguiente peligro para los
peatones.
El tren del Peñón,por delante Liceo en 1950. (Pinterest) |
Para acceder al pozo
"balanza" se construyó un túnel al mismo nivel de calle de 95 metros
de longitud y teniendo el pozo una altura de 65 metros, contando con dos jaulas
para los vagones.
En la salida de este túnel la empresa
tenía una explanada para las maniobras y almacenamiento de vagones, y un
edificio para oficinas. Pese a esta nueva instalación, el
viejo plano inclinado continuó funcionando hasta el final del ferrocarril,
subiendo hacia la mina las piezas de madera, al ser éstas más largas que el
diámetro del pozo balanza. Durante los siguientes años, el
ferrocarril continuó transportando cientos de toneladas de carbón hasta que
llegó el final de la concesión original que debía renovarse para lo cual la
empresa Minas Tres Amigos presentaría, en el mes de noviembre de 1953, el
correspondiente proyecto al Ayuntamiento. Sin embargo, el Ayuntamiento ya tenía
otros planes de lo que debería ser la principal arteria de nuestra villa de
Mieres.
Dibujo de La maquinilla del Peñón, a su paso frente al café Carolina. Al fondo se ve el túnel, plano y vagones en su parte alta. Dibujo de Romero. (Mieres Recuerdos) |
A su vez, a la empresa también le
interesaba el transporte en camiones debido a que el ferrocarril tenía unos
gastos de personal y de mantenimiento más elevados. Sin embargo, antes de
aceptar su desaparición se realizaron importantes esfuerzos por parte de la
empresa evitar que esto sucediera.
En mayo, finalizaron las obras de la
carretera y el 22 de junio de 1957, y en plenas fiestas de San Juan, sería
cuando el tren del Peñón realizaría su último viaje y no sería hasta siete años
después, concretamente en octubre de 1964, cuando se comenzaría el
levantamiento de la vía. Las ventajas que se conseguirían con
esta supresión fueron importantes. Se lograban dos importantes objetivos: por
un lado, se liberaría espacio para el tráfico de coches y autobuses, y, por
otro, se conseguía la supresión de un incomodo y peligroso tráfico por el
centro de la ciudad. Los últimos vestigios del ferrocarril
(la parte alta) y del tranvía (calle Manuel Llaneza) fueron desapareciendo con
el paso de los años. A comienzos de los años 70, los terrenos que tenía delante
del túnel los compró un conocido empresario del mueble de Mieres quien, en
1975, construiría un edificio derribándose la entrada del túnel y destruyendo
la boquilla del mismo.
Pero el interior del túnel se mantiene intacto y el
acceso a toda esta infraestructura se mantiene por el almacén de uno de los
bajos comerciales del edificio. Anteriormente a la construcción de
este edificio de pisos, el mierense Benjamín Vega Baragaño había proyectado
reconvertir la explanada, el túnel y las instalaciones del pozo balanza en un
novedoso complejo hostelero. El proyecto incluía ser rematado en la parte
superior del "pozo balanza" con un espectacular mirador-merendero
donde se podía contemplar toda la villa de Mieres y aledaños. Este empresario terminaría, años
después, desarrollando alguno de sus proyectos hosteleros en la ciudad de Las
Palmas de Gran Canaria. Siendo el introductor en esas islas de la sidra natural
y de la gastronomía asturiana. Uno de sus locales, sería durante años el centro
de reunión de muchos mierenses y asturianos allí residentes. Lástima que este proyecto mierense no
fuese hacia adelante. La contrapartida a esta idea sería la pérdida de una
parte de la identidad local. Hoy podría haber sido un atractivo más dentro del
patrimonio minero-industrial. En la actualidad, son varios los
restos que pueden verse de esta línea ferroviaria en su tamo superior. La caja
de su vía se conserva casi íntegramente, con algunas obras de fábrica todavía
en pie. Hoy esta caja ferroviaria es un agradable paseo por un paisaje que,
tras el fin de la minería, ha vuelto a ruralizarse.
Hermosa foto de la calle José Antonio, (hoy Manuel Llaneza), en el año 1960, véanse las vías del tren del Peñón. (Pinterest) |
Detalle de la locomotora del tren minero del Peñón, junto al Colegio de las Dominicas en uno de sus viajes en los años 50 del siglo XX. (Cruz - Mieres Recuerdos) |
La presencia del ferrocarril en
nuestra villa fue muy importante, pues puede decirse que Mieres es la ciudad de
España, o una donde más ferrocarriles circularon por su casco urbano, llegando
a tener cinco líneas diferentes circulando a la vez y regentadas por cuatro
empresas diferentes como fueron: Minas del Peñón, Noroeste, Vasco-Asturiano y
Fábrica de Mieres. De todo este amplio patrimonio
ferroviario afortunadamente se conservan sus estaciones para viajeros, siendo
la menos identificada en la actualidad la estación de viajeros de Fábrica de
Mieres y que está adaptada como almacén y vestuarios del personal de limpieza
del Ayuntamiento de Mieres (justo al lado del Centro Social de Mayores), donde
aún se puede ver los logotipos de la desaparecida empresa minero-siderúrgica.
Todo esto son las huellas de cuando Mieres era grande, bueno no, cuando en
Mieres las empresas apostaron por un proyecto de riqueza y vida.
Puente La Perra de Mieres con la vía de ferrocarril de peñón a principios años 50 del pasado siglo XX |
FUENTE: JOSÉ ANTONIO VEGA
José Antonio Vega Álvarez nació en
el conocido barrio de Requejo en Mieres, en el seno de una familia oriunda de
la Hueria San Tirso (en asturiano,
L’Agüeria San Tiso), valle perteneciente a los concejos asturianos de
Mieres y Langreo. Es hijo, nieto y bisnieto de mineros y campesinos. En su
familia hubo mineros tanto de carbón como de mercurio siendo su padre el único
que practicó los dos tipos de minería de forma activa. Tras hacer sus estudios en Mieres, se incorpora de forma temprana
al mundo de la minería privada, trabajando en diferentes lugares de las Cuencas
Mineras. Unos años después cambia de profesión. Esta relación del investigador con su primera profesión en la
minería del carbón, ha hecho de él, un apasionado practicante de todas las
formas de recuperar el pasado de esta, así como de sus gentes y su entorno. Por
esto durante años, se dedicó y realizó largas sesiones de búsqueda, sumergido
en los archivos de toda la región y consultando papeles que acumulan incluso
polvo de décadas y algún siglo.
José Antonio Vega tiene
varios libros publicados con una editorial nacional, donde es, autor y coautor
de libros relacionados con la formación profesional de diferentes técnicos y
especialistas. FUENTE: EL SASTRE DE LOS LIBROS. http://elsastredeloslibros.es
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