La Tentación de San Antonio (Retablo del altar Isenheim), de Matthias Grünewald (1515 aprox.) Óleo sobre tabla 269x307cm. Museo Unterlinden (Colmar). (...). La enfermedad también se conocía como «fiebre de San Antonio», «fuego de San Antonio» y en la actualidad con el nombre de ergotismo. Desde el siglo IX se sucedieron en Europa diversas epidemias de dicha enfermedad afectando especialmente en los climas húmedos del este de Francia, Rusia y Alemania, ya que el centeno era consumido por la gente pobre, especialmente durante las hambrunas, algo que las clases acomodadas sufrieron mucho menos al alimentarse principalmente de pan de trigo. (...) Saber más... FJT. Historia, Medicina y Otras Artes. |
Ilustración de Pablo García
Suárez (Gijón, 1964). Como ilustrador publicó su primer dibujo
en LA NUEVA ESPAÑA en 1982. Es un caricaturista elegante y preciso y un
ilustrador certero e ingenioso en su interpretación de los textos que acompaña.
En su larga trayectoria tiene varios premios. Fuente: La Nueva España. |
La
referencia de cómo afectó a Asturias lo que se conoce como "fuego de San
Antón" la encontramos en los escritos de Fausto Vigil, autor que deja
constancia de que en la región existían muchas malaterías, que no eran
más que hospitales para albergue de malatos o leprosos y de aquellos
otros que padeciesen esta enfermedad, así como "pelagra" o "mal de la
rosa". Este mal aparece descrito por primera vez en una tableta
asiria, también se menciona en el libro sagrado de los parsis (siglo V.
a. C.), en las "Geórgicas" de Virgilio y en el "De natura rerum", de
Lucrecio. Recibió distintas denominaciones a lo largo de la historia,
así es conocido como: "ignis sacer" ("fuego sagrado"), "ignis martialis"
("fuego de Marte"), "ignis ocultus" ("fuego escondido") o simplemente
"fuego de San Antón".