6 de mayo de 2022

La emisión de los efímeros «Belarminos» en Asturias

Cuando el dinero solo fue papel mojado

(…), los 'Belarminos', los billetes de pesetas que ordenó imprimir Belarmino Tomás, el que fuera presidente de aquel efímero estadio 'soberano' de Asturias y las montañas de León a finales del verano de 1937. Y también las pesetas (algunas de cartón) y algunos sellos muy cotizados entre coleccionistas y nostálgicos de la tierrina. (…). Saber más... iLeón.

El caos del sistema monetario que se produjo durante la guerra civil española y la emisión de los efímeros “belarminos” en Asturias
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
Ya se sabe que una guerra civil además de perversa es absurda: en muchos casos los vecinos, los amigos e incluso los hermanos se enfrentan hasta la muerte pensando que con su sangre están abonando un mundo mejor y dos generaciones más tarde la mayor parte de sus descendientes ni saben, ni les interesa saber, por qué se pelearon sus abuelos. En la última que vivimos en España el país se dividió en dos zonas y poco a poco una se fue comiendo a la otra hasta hacerla desaparecer literalmente del mapa, persiguiendo instituciones y símbolos, inutilizando normas e invalidando las disposiciones de los vencidos. Cuando ya han pasado más de ocho décadas, hay cosas que nos siguen sorprendiendo. Podemos entender que la restauración del Estado monárquico haya implicado la desaparición de todo lo relacionado con la legalidad republicana, pero algunas circunstancias particulares nos llaman la atención, como el hecho de que cuando se produjo el canje de pesetas por euros el Banco de España solo aceptase los billetes posteriores a 1939 entendiendo que los emitidos por los perdedores durante la guerra eran solo papel mojado, sin tener en cuenta que muchas familias no tuvieron otra opción que emplearlos.

5 de mayo de 2022

Enfoques de una época "casi" desconocida

Oviedo antes de la monarquía astur
La ciudad de Oviedo fue fundada en 761, según el relato que se hace de la misma en el Pacto monástico de San Vicente, fechado en 781 y conservado en copia del siglo XII en el Archivo del Monasterio de San Pelayo, sobre una colina situada en el cruce de caminos que unían, de norte a sur, León con Lucus Asturum, la actual Lugo de Llanera, pasando por el puerto de Pajares, y el que se dirigía al oeste en dirección a Galicia. La colina, en ese momento desierta, llamada Ovetao u Oveto, fue ocupada por los monjes Máximo y Fromestano, quienes construyeron un monasterio que dedicaron a San Vicente. Posteriormente, en fecha imprecisa y probablemente para confirmar la posesión de la colina por los monjes de San Vicente, el rey Fruela I visitó el lugar y decidió erigir una basílica dedicada a San Salvador y otras dependencias en las que nacería su hijo, el futuro Alfonso II el Casto. Saber más... WIKIPEDIA.

Los últimos estudios científicos remueven las teorías sobre el origen de la ciudad y sirven, según los expertos, para estudiar otros enfoques sobre una época de la que se sabe muy poco

Templo de San Miguel de Lillo. La Nueva España.
La Nueva España
Las últimas dataciones de la iglesia prerrománica de San Miguel de Lillo, que adelantan la fecha de su construcción, han revolucionado en cierta medida el mundo de la arqueología, del arte y de la historia medieval, sin que eso signifique que los expertos pongan en duda los términos de la historia tal como la conocemos hasta ahora. Sobre todo, porque la información referida a los siglos anteriores a las joyas del Prerrománico es escasa. Más que cuestionar lo que hay, la mayoría ha aprovechado, como suscribe el arqueólogo Rogelio Estrada, para poner sobre la mesa la necesidad, «que venimos demandando desde hace tiempo, de realizar unas dataciones fiables sobre todo el Prerrománico».

4 de mayo de 2022

Oviedo va más allá de la Catedral y sus aledaños

El primer Oviedo estuvo en Llagú
El Castiellu de Llagú o Cellagú se extendía sobre la cumbre de una colina localizada al sur de Oviedo, en las proximidades del lugar de Latores. Fue catalogado por José Manuel González en 1958. Las excavaciones se sucedieron desde 1994 hasta 2005 en que fueron levantados los horizontes más antiguos del poblado. (…). Saber más... Castros de Asturias.

El castro de Latores, destruido hace ahora veinte años en favor de la explotación de una cantera, fue el antecedente de lo que siglos después sería la capital del Reino de Asturias
El castro de Llagú, en Latores, cuyos restos se observan en una imagen de los años noventa, ha desaparecido por la explotación de una cantera. La Nueva España.

Permanece vivo desde hace algunos meses el debate que trata de identificar cronológicamente el origen de Oviedo. Las interpretaciones sitúan ese nacimiento en diferentes momentos históricos y dejan abierta una página de nuestra historia que ni las escasas fuentes documentales ni las arqueológicas han podido cerrar hasta ahora con acreditada solvencia. Si bien es cierto que el casco histórico de la ciudad, que se desarrolla a partir del siglo VIII en la colina de Ovetao -donde se implantan los monasterios de San Vicente y San Pelayo-, no es generoso en vestigios romanos que afiancen una fundación en esa época, también lo es que Oviedo va más allá de la Catedral y sus aledaños. Y es en ese territorio extramuros en el que se encuentra Paraxuga, una villa romana que fue documentada en los terrenos donde más tarde se levantaría la Facultad de Medicina. Paraxuga es por el momento el enclave de esa época más próximo a la ciudad actual, pero su entidad es mucho menor que la del conjunto de asentamientos que se distribuyen en las proximidades de Oviedo, a una distancia con el centro histórico que se podría cubrir a pie en sólo unas horas. 

3 de mayo de 2022

La historia del complejo asturiano más grande de España

La Laboral de Gijón, la imponente fortaleza franquista 

Es el edificio más grande de toda España, ocupa 130.000 metros cuadrados y se engloba en un complejo de 27 hectáreas. Para hacerse a la idea, es cuatro veces más grande que el monasterio de El Escorial y su superficie casi triplica la del Camp Nou, el estadio más grande de Europa
La idea de la Universidad Laboral nació en la II República y con la loable intención de abrir un orfanato para los hijos de los mineros fallecidos en accidentes. ElDiario.es.
elDiario.es.
El complejo asturiano le urgen asuntos que preocupan a expertos en historia del arte y conservación. La razón que divide a la opinión pública y a los partidos asturianos es el origen franquista del monumento. La idea de la Universidad Laboral nació en la II República y con la loable intención de abrir un orfanato para los hijos de los mineros fallecidos en accidentes. Pero quienes tomaron la decisión de construirlo finalmente fueron los funcionarios del Ministerio de Trabajo de Franco en 1946 (hasta el 1956) bajo una premisa algo distinta a la anterior. "La Laboral pasó de ser un hospicio corriente a una institución dedicada a formar en las doctrinas de la Revolución Nacional, de inspiración católica y española, a los huérfanos de los mineros a fin de que, ganados para la verdad y la emoción de la patria, puedan ser para ella herederos de la obra". Si bien queda claro el adiestramiento que se impartía en esas aulas, no hay constancia de que su enorme estructura fuese erigida con mano de obra republicana, a diferencia del Valle de los Caídos. De hecho, el mausoleo ubicado en Madrid y la universidad gijonense tienen poco que ver más allá del oscuro periodo en el que ambos fueron construidos: ni hay restos de Franco en el interior ni sirve como espacio de peregrinación para ensalzar hoy en día la figura del dictador. Hace años que la Laboral fue resignificada por los ciudadanos y dotada de un contexto didáctico y cultural que queda lejos del que rodeaba a su estructura hace siete décadas.

2 de mayo de 2022

La protección de nuestro litoral en la historia (y II)

Naves y Corsarios
Viejo cañón en el muelle de Lastres. Textos e imágenes extraídos del libro “Asturias y La Mar”. © Editorial Prensa Asturiana S. A. Páginas de la nº 765 a la nº 774. Autores de fotos: página nº 3 del libro. Autores de Imágenes: página nº 3 del libro. Foto: Archivo. La Nueva España.
Uno de los procedimientos más empleados para conseguir el dominio del mar era la actuación de buques, e incluso armadas, corsarios
Mosaico que representa la defensa del puerto de Luarca por la batería de La Atalaya. Textos e imágenes extraídos del libro “Asturias y La Mar”. © Editorial Prensa Asturiana S. A. Páginas de la nº 765 a la nº 774. Autores de fotos: página nº 3 del libro. Autores de Imágenes: página nº 3 del libro. Foto: Archivo. La Nueva España. 
El Blog de Acebedo
El corsario era una especie de pirata que actuaba amparado y al servicio del rey o del estado, que en ocasiones lo financiaban. Hasta tal punto el rey participaba de las acciones de los barcos corsarios en su nombre, que éstos debían entregarle una parte del botín conseguido. El rey otorgaba o concedía lo que se denominaba “patente de corso”, y el capitán y la nave que la recibían quedaban bajo su amparo y patrocinio. La navegación en corso era un recurso muy efectivo desde el punto de vista militar y muy provechoso económicamente. Como ya señalara F. Braudel en su clásico libro “El Mediterráneo en la época de Felipe II”, el corsarismo “es una industria tan vieja como la historia”. La nao Santiago y sus mercancías, que los portugueses tomaron al marino y comerciarte avilesino Gómez Arias de Inclán en 1474, fuerce valoradas en 8.000 doblas de oro castellanas. Destacados marinos asturianos actuaron durarse determinados períodos de su carrera como corsarios. Tal es el caso, por ejemplo, de Pedro Menéndez de Avilés (1519-1574) o de su yerno Pedro de Valdés (1544-1615). 

1 de mayo de 2022

La protección de nuestro litoral en la historia (I)

La defensa en el mar
Cañón de defensa de la costa asturiana. Textos e imágenes extraídos del libro “Asturias y La Mar”. © Editorial Prensa Asturiana S. A. Páginas de la nº 765 a la nº 774. Autores de fotos: página nº 3 del libro. Autores de Imágenes: página nº 3 del libro. Foto: Archivo.  La Nueva España. 
La mar ha sido una vía permanentemente abierta a la comunicación y al intercambio con otras tierras y gentes, pero al mismo tiempo, el frente costero ofrece a quienes vienen por la mar un fácil camino de entrada, lo que hace que los territorios costeros puedan ser fácil presa de incursiones y agresiones de gentes enemigas
La llamada Casa de les Pieces, en Santa Catalina, batería que defendía el puerto de Gijón. Textos e imágenes extraídos del libro “Asturias y La Mar”. © Editorial Prensa Asturiana S. A. Páginas de la nº 765 a la nº 774. Autores de fotos: página nº 3 del libro. Autores de Imágenes: página nº 3 del libro. Foto: Archivo. La Nueva España. 
El Blog de Acebedo
Ya los romanos aprovecharon esa vía marítima para atacar a los astures y cántabros con su escuadra, cuando por tierra no conseguían doblegarlos. Desde entonces, a lo largo de los siglos, diversos peligros han acechado desde la mar no sólo a los habitantes del borde costero, sino incluso a los de tierra adentro, por lo que ya desde los tiempos de la monarquía asturiana se estableció un sistema de torres y castillos de vigilancia y defensa. Los diversos y varios conflictos internacionales en los que España se vio envuelta afectaron a la política defensiva en la orla costera, y desde el siglo XVI, y sobre todo en los dos siguientes, con el desarrollo de la artillería, se establecieron diversas baterías en el entorno de los principales puertos con una clara intención defensiva.

29 de abril de 2022

Animales simulados del prerrománico asturiano

Seres que mataban con la mirada
Dos grifos, mitad águila y mitad caballo, en un capitel que perteneció a la Corrada del Obispo, en Oviedo MUSEO ARQUEOLÓGICO DE ASTURIAS. La Voz de Asturias.
Investigadores catalogan en edificios del románico asturiano al menos cinco tipos de animales mitológicos como el basilisco o la sirena
Grifo alado en la iglesia de San Vicente de Serrapio, concejo de Aller (Asturias) DOCAMPO, MARTÍNEZ Y VILLAR. La Voz de Asturias.
La Voz de Asturias
Seres aterradores, poderosos, casi siempre los malos de la iconografía medieval en eterna lucha contra el poder divino. Asturias cuenta en su patrimonio románico con algunas valiosas imágenes en piedra, que en su momento pudieron servir para advertir a los fieles del mal que acecha en todas partes. Tomados de la mitología grecorromana y reinterpretados por autores cristianos, esos seres fantásticos fueron analizados minuciosamente por los investigadores Pilar Docampo, Javier Martínez y José Antonio Villar en Animales fabulosos del románico en Asturias (Trea), que encontraron al menos cinco de ellos en edificios religiosos (y algunos civiles) del románico en el Principado: La anfisbena, el basilisco, la sirena, el grifo y el onocentauro.

26 de abril de 2022

«Lagunas» de un médico nacionalista haciendo "urbi et orbi", en el siglo XIX

Los asturianos, una raza inferior; la lucha de Ramón y Cajal
Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, Navarra; 1 de mayo de 1852 - Madrid, 17 de octubre de 1934) fue un médico y científico español, especializado en histología y anatomía patológica. Compartió el Premio Nobel de Medicina en 1906 con Camillo Golgi «en reconocimiento de su trabajo sobre la estructura del sistema nervioso» (…). Saber más... WIKIPEDIA.

El Nobel combatió las tesis del alcalde de Barcelona Bartolomé Robert que trató de elaborar una jerarquía de pueblos por la morfología del cráneo
Tesis de la jerarquía de pueblos por la morfología del cráneo. La Voz de Asturias.
La Voz de Asturias
Hubo un tiempo en el que el racismo trataba de revestirse a toda costa de un barniz de discurso científico. A finales del siglo XIX, en una época en la que el colonialismo europeo había llegado a su cénit y dominaba a sangre y fuego la práctica totalidad de los continentes del globo, este imperialismo trató en no pocas de ocasiones de justificarse acudiendo a supuestas superioridades raciales que beneficiaban siempre al hombre blanco. Eran tiempos en los que no se soñaban aún con conocer la secuencia del ADN y en el que se definían a etnias por el perímetro del cráneo, algo de lo que se podía deducir, además, el intelecto o las conductas criminales.