Asturiana escanciando hacia 1900 (del
Asturias de Bellmunt y Canella. (Imagen extraída del libro; “Sidra y Manzana de
Asturias”-La Nueva España). Archivo del Blog.
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Entrado el siglo XIX, la sidra se convierte en una bebida con pujante
implantación popular, instituyéndose su consumo en las espichas que, en
principio, no eran sino «más que el acto de retirar el espiche de madera que
sellaba un tonel de sidra», para convertirse después en un acontecimiento de
sociabilidad tabernaria
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Dibujo (Grabado), de José Cuevas. Siglo XIX. Archivo del Blog |
Asimismo, se empiezan a obtener otros
derivados de la manzana, tales como el vinagre, coñac o la sidra achampañada.
El proyecto de Autos de Buen Gobierno y Policía de la ciudad de Oviedo,
redactado por una comisión presidida por Nicolás Álvarez Rojo, obligaba a
cerrar los chigres a las ocho de la tarde en invierno y permitían la apertura
una hora más durante el verano, con la salvedad de «atender fuera de hora al
forastero o a los enfermos», lo cual parece indicar que atribuían a las bebidas
alcohólicas un efecto terapéutico. Por otro lado, las autoridades
seguían controlando el precio de venta y la validez de los utensilios para
pesar y/o medir los artículos comestibles (entre ellos, la sidra), acordando
que su costo se encontrara en el límite fijado por el Ayuntamiento y se demandaba
«que los vecinos afinaran sus pesos y medidas».