Desvelando a Numa Guilhou
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Ilustración de Alfonso Zapico |
Juan Carlos Palacio presenta una biografía sobre el empresario, que
constituyó hace ahora 140 años la Sociedad Anónima Fábrica de Mieres
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Ilustración de Alfonso Zapico |
Pedro Duro, Claudio López Bru e Inocencio Fernández Martínez fueron
hombres decisivos en el proceso de industrialización en la Montaña Central, y
sus biografías junto a las de Guillermo
Schulz, Jerónimo Ibrán y otros
personajes imprescindibles de esta aventura apasionante que cambió las estructuras
de nuestra tierra, ya han sido publicadas en libros y artículos especializados;
sin embargo la vida y avatares de Numa Guilhou son mucho menos conocidos porque
resulta muy difícil salvar las carencias que dificultan su investigación. Numa nació en Mazamet, un pueblo
emplazado en la llamada Montaña Negra, paraje natural protegido del sureste
francés, donde algunas familias se dedican a la industria textil de la lana
desde hace siglos, el mismo negocio que llevaba su padre Jacques, fallecido en
septiembre de 1875 y enterrado en Mieres. Junto a sus dos hermanos, Marcial y
Luis -especialmente este-, se dedicó a toda clase de negocios: ferrocarriles,
bancos, inversiones de todo tipo y, para fortuna nuestra, también la industria
siderúrgica, a la que acabó dedicando la mayor parte de su tiempo y su dinero. Por motivos que no sabemos, el
capitalista francés se interesó especialmente por la Montaña Central asturiana
donde ya habían fracasado algunos establecimientos de cierto relieve y otros se
encontraban en severas dificultades financieras, de manera que al menos desde
el año 1857 y durante dos décadas fue adquiriendo sociedades, minas de carbón,
mercurio y hierro, derechos en el ferrocarril de Langreo, fraguas, talleres,
acerías y una gran variedad de material industrial, inmuebles e
infraestructuras construidas para servir a estas instalaciones.