Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA. |
La Nueva España
Con bastante frecuencia llegan a la Tierra fragmentos de rocas que provienen del llamado Cinturón principal de asteroides, situado entre las órbitas de Marte y Júpiter, desde donde se desprenden como consecuencia de perturbaciones gravitatorias. El viaje es largo y cuando por fin penetran en la atmósfera se sobrecalientan rápidamente por el rozamiento y a veces explotan, con un estrépito que se oye desde la superficie. Luego, los fragmentos casi siempre se queman y toman la apariencia de bolas de fuego que recorren el cielo dejando tras de sí un surco luminoso que puede ser visto desde puntos bastante alejados. Incluso en pocos casos algunos pequeños trozos llegan hasta la superficie donde son recogidos y estudiados cuidadosamente por los expertos como lo que son: un tesoro caído del cielo. En Astronomía estos meteoros se llaman bólidos, aunque como la mayor parte de los ciudadanos desconocemos esta materia, no es extraño que ante ellos dejemos correr nuestra imaginación y pensemos otras cosas.
Con bastante frecuencia llegan a la Tierra fragmentos de rocas que provienen del llamado Cinturón principal de asteroides, situado entre las órbitas de Marte y Júpiter, desde donde se desprenden como consecuencia de perturbaciones gravitatorias. El viaje es largo y cuando por fin penetran en la atmósfera se sobrecalientan rápidamente por el rozamiento y a veces explotan, con un estrépito que se oye desde la superficie. Luego, los fragmentos casi siempre se queman y toman la apariencia de bolas de fuego que recorren el cielo dejando tras de sí un surco luminoso que puede ser visto desde puntos bastante alejados. Incluso en pocos casos algunos pequeños trozos llegan hasta la superficie donde son recogidos y estudiados cuidadosamente por los expertos como lo que son: un tesoro caído del cielo. En Astronomía estos meteoros se llaman bólidos, aunque como la mayor parte de los ciudadanos desconocemos esta materia, no es extraño que ante ellos dejemos correr nuestra imaginación y pensemos otras cosas.