14 de septiembre de 2017

La época dorada del tren en Avilés

El progreso viajaba sobre raíles
La llegada del primer tren a Avilés, el 6 de julio de 1890, trajo cambios profundos a la región. Se repetía miméticamente la historia, tal y como había ocurrido en 1837 cuando se inicia la aventura ferroviaria de España, con la apertura del tramo La Habana-Bejucal (no olvide el amable lector que Cuba fue colonia española hasta 1898). (...). Saber más… treneando.

El tren vivió su época dorada a mediados del siglo XX, cuando el expreso movía cientos de viajeros y Renfe tenía una plantilla de 60 empleados
Ferroviarios junto a una locomotora eléctrica de la serie 7700, las llamadas "inglesas". Foto: RICARDO SOLÍS. (Aportación sobre la serie de la locomotora de la imagen; José Girón). LNE.
Hubo una época en la que los mandos de Ensidesa, cuando recibían visitas de ésas que el protocolo empresarial aconseja invitar a comer, bromeaban anunciando que la comida se haría en la cantina de la estación. Las caras de los atónitos visitantes debían de ser un poema al oír semejante cosa, pues antaño las cantinas de las estaciones no tenían precisamente buena reputación gastronómica; más bien al contrario, pues pasaban por ser antros sucios y mal atendidos en los que los bocadillos eran la única opción alimenticia recomendable. Como para tantas otras cosas, la cantina de la estación de Avilés constituía una excepción a la regla; pero los foráneos no lo sabían.

13 de septiembre de 2017

Santa María La Real de Obona

El legado de Adelgaster. El monasterio de Obona.
El monasterio de Santa María la Real de Obona. (asturgeografic.blogspot.com.es)
No fue desde luego el monasterio más importante de Asturias, no el más famoso, ni el más bello, tampoco fue el más grande, ni el que más monjes tuvo, pero posiblemente el monasterio de Obona sea el más misterioso que existió en la región
Retrato del príncipe Adelgaster.  (asturgeografic.blogspot.com.es)
Se dice que su fundador fue Adelgaster príncipe de Gijón, casado con Brunilde, pretendido hijo ilegítimo del rey don Silo, el que traslado la corte a Pravia, pero la autenticidad de este hecho es discutida. De ser así el monasterio se habría fundado en el 781, setenta años después de la caída del reino visigodo, y nos encontraríamos ente uno de los más antiguos de Asturias, de hecho sería contemporáneo a la que se considera la iglesia más antigua de la región fue construida también bajo el reinado de Silo; la iglesia de San Juan de Santianes de Pravia. 

11 de septiembre de 2017

"Lito el de la bodeguina"

Lito González, una visión del pasado, presente y...
Lito en la puerta de su establecimiento en la céntrica calle Jerónimo Ibrán de Mieres. (facebook; amigos de la bodeguina)
Un mierense que ha vivido siempre de cara al público
Manuel González Menéndez "Lito". (facebook; amigos de la bodeguina)
http://www.lne.es
Creo recordar que en tiempos pasados, hace cincuenta o sesenta años, era bastante normalillo eso de que un "peque" o una "peque" femenina o masculino, cogiese los bártulos de su escuela de primaria para liarse la manta a la cabeza, y unas veces por mandato paterno o materno y otras por propia iniciativa, bastante responsable, eligiese, como aprendiz, una profesión para buscarse el futuro y llevar, en lo posible ya, unas perrillas a casa.

10 de septiembre de 2017

Un encuentro "maldito" de periodistas en París

La cena de los periodistas suicidas
Retrato de Ramón Menéndez Pidal. (Real academia de la lengua). X (Twitter)
El exilio de Ramón Menéndez Pidal y una reunión de homenaje al encargado de negocios de la Embajada de Argentina celebrado en París
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
Durante el trascurso de la guerra civil, París se convirtió en la capital de la cultura española. Lo mejor del pensamiento, la cultura y la ciencia se refugió allí. En unos casos, para salvarse de la cárcel o el fusilamiento, en otros, simplemente para seguir trabajando, porque la investigación y los tiros nunca han casado bien. Unos pocos siguieron su vida en el exilio, pero la mayoría regresó con el franquismo y se acabó acomodando en el nuevo régimen, por lo que muchos disimularon en sus biografías los verdaderos motivos que los habían llevado a Francia y ahora es muy difícil conocer la verdad. Aunque, seguramente, ya tampoco importa.