5 de marzo de 2021

Los mineros asturianos se levantaron contra el gobierno central tras el ascenso de la CEDA

Cuando Franco salvó a la II República de ser destruida por el terror socialista de 1934
La proclamación de la República fue saludada con alborozo por la clase obrera asturiana. En la imagen manifestación minera en Mieres en octubre de 1934. Archivo. Alberto Montero. (Archivo del Blog)
El 4 de octubre miles de trabajadores asturianos se levantaron contra el gobierno central tras el ascenso de la CEDA. Desde Madrid se decidió enviar al futuro líder del alzamiento para aplastar la revuelta

José SAAVEDRA Zapico “José Cantera” (1º de la izquierda), Abuelo de Antón Saavedra, y Teodomiro Menéndez en plena preparación de la revolución del 34 en la localidad asturiana de Aller. Saber más. Blog de Antón Saavedra

ABC. Historia
El refranero popular rememora la época en la que «Franco era corneta» para hacer referencia a un pasado distante y casi olvidado. A pesar de que los dichos suelen albergar más verdad que muchos libros de texto, este no es demasiado preciso. No ya porque no hayan pasado una infinidad de años desde aquello (que es cierto), sino porque existe una etapa en la vida del ferrolano que es más desconocida todavía: aquella en la que, como abanderado general de brigada de la Segunda República, reprimió en nombre del gobierno central la revolución protagonizada por socialistas y sindicalistas en Asturias allá por octubre de 1934. Su rudeza contra los obreros (similar a la que había demostrado años antes contra los rifeños) no impidió que la prensa empezara a conocerlo como el «Salvador de la República».

4 de marzo de 2021

El doctor Asuero y su "particular" método de curación

¡Nena, tócame el trigémino!

El doctor Fernando Asuero era un vasco que se decía médico y se atribuía la capacidad de curar todas las enfermedades. Saber más

El doctor Fernando Asuero aplicó en los años veinte su particular método de curación en las Cuencas: suministraba cocaína a los convalecientes
Ilustración de Alfonso Zapico
La Nueva España
Disculpen ustedes que la historia de hoy lleve un título tan chabacano, pero ahora verán que está justificado: así se llamó un número teatral con el que obtuvo un gran éxito el actor argentino Florencio Parravicini. Aunque también podía haber elegido "Opérate el trigémino", como un tango de Manuel Colominas grabado por la orquesta del uruguayo Minotto di Cicco (una magnífica pieza que se puede encontrar en Youtube); o simplemente "El trigémino" aludiendo al chotis de Celia Gámez. Aún más, otra opción habría sido simplemente "El paralítico", un son cubano de Miguel Matamoros del que existen mil versiones y que se inicia con esta rima: "Veinte años en mi término / me encontraba paralítico / y me dijo un hombre místico / que me extirpará el trigémino". Y es que, efectivamente, el trigémino se puso de moda a finales de la década de los veinte, cuando el doctor vasco Fernando Asuero aseguró que gracias a una técnica de su invención basada en manipular con la ayuda de unas pinzas los nervios de la nariz, podía curar sin dolor alguno el asma, la epilepsia, úlceras varicosas, la sordera, la ceguera y, sobre todo, la parálisis.

3 de marzo de 2021

El gran parque de la ciudad de Oviedo

El Campo San Francisco visto por viajeros 
(Artículo con dos libros (antiguos) completos, en P.D.F)
Paseo del Bombé de Oviedo (Parque san Francisco), finales del siglo XIX, fotografía Arturo Truan, Museo Pueblo de Asturias. (Pinterest)
Cinco escritores de los siglos XIX y XX describen el gran parque de la ciudad
Arco de la portada de la Iglesia de San Isidoro en el Campo San Francisco de Oviedo. Ver enlace.
La Nueva España
En estos tiempos de penuria del Campo de San Francisco, no está de más recurrir a las opiniones que sobre él tuvieron ilustres visitantes, e imaginar cómo lo calificarían si lo hubieran conocido en el lamentable estado en que hoy se encuentra. En su colección de "Viajes Descriptivos. Caminos de hierro en León, Asturias y Galicia", en el volumen titulado "De Palencia a Oviedo y Gijón, Langreo, Trubia y Caldas", publicado en 1884, su autor Ricardo Becerro de Bengoa (1845-1902), entre otras muchas cosas cronista de Vitoria y miembro de la Real Academia de la Historia, se sube al tren y describe el viaje entre los puntos indicados. 

2 de marzo de 2021

Un combatiente del frente de Oviedo, condecorado en la guerra del Pacifico

La increíble historia del soldado Peña

Un grupo de soldados levanta una barricada delante del Colegio de los Dominicos de Oviedo, en los primeros días de la Guerra Civil. / lne

Un combatiente del frente de Oviedo que se enroló como sargento de EEUU y fue condecorado dos veces en la guerra del Pacífico

Leoncio Peña, combatiente del frente de Oviedo y después sargento del ejército de EEUU. La Voz de Asturias

La Voz de Asturias
A lo largo de su vida, Leoncio Peña descubrió muchas cosas, pero el aburrimiento no fue una de ellas. Cómo llegó este activista vasco y soldado universal desde las trincheras asturianas hasta la reconquista del Pacífico en el ejército estadounidense es una de las muchas historias que se tejen en su biografía, ciertamente compleja. Nacido en Bilbao en 1909, desde joven se interesó por la política. De orientación comunista, cuando empieza la guerra civil española ya pertenecía a las Juventudes Unificadas Socialistas de Euskadi. Naturalmente, se alista y lucha en varios frentes, entre ellos el de Oviedo. De hecho, el autor Peter N. Carroll en La odisea de la Brigada Abraham Lincoln: los norteamericanos en la Guerra Civil española, asegura que Leoncio Peña era asturiano, pero parece un claro error de interpretación. Carroll cita una fuente de la oficina de Veteranos de la Brigada Abraham Lincoln (VALB en sus siglas en inglés), con la que Peña colaboró después de la guerra, y que dice que “durante la guerra había luchado contra Franco en su Asturias natal, después había escapado en una pequeña embarcación por el golfo de Vizcaya para reunirse con los republicanos en Cataluña”, pero está claro que Peña no había nacido en Asturias aunque no se puede descartar que su origen familiar sí lo fuera y de ahí la confusión.

1 de marzo de 2021

Una historia de Ablaña

Santiago Cordero, el Chirac de Ablaña
Éxodo de 1939. Las carreteras estaban embotelladas de millares de vehículos. (…). La tragedia de 1939, cuando las democracias europeas decidieron, en nombre de la no intervención, sacrificar a la joven República española, ofreció al mundo las imágenes del éxodo español hacia la frontera francesa: interminables filas de camiones y columnas de refugiados, integradas por mujeres, niños, ancianos y soldados, protegidos con mantas del frío del invierno. Son imágenes que se parecen demasiado a las que en esta primavera de 1999 se han producido en Kosovo, territorio europeo en el que se han sufrido los mayores padecimientos infligidos a una población después de la II Guerra Mundial. (…). Saber más... Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes

Febrero de 1939. Éxodo, hacinamiento, camiones llenos de críos, mocos verdes, orejas de posguerra y afuera, el frío; no solo el del rigor del invierno catalán sino también el de verse solos, alejados de sus padres, de sus madres, de sus abuelo
Jacques Chirac con sus padres. Año 1944. La Cantera de BABI
La Cantera de BABI
Dimas y Manuel, ocho y cinco años respectivamente, acaban de tener una hermana y no lo saben ni lo van a saber en bastantes meses: lo prioritario, ahora, es huir de una España herida de muerte por la que ya avanzan, rápidas como la pólvora y mortales como la peste, las tropas mal llamadas “nacionales”. Ellos van en un camión en el que se apura hasta la mínima expresión el espacio, pero aun así no ha habido forma de conseguir un sitio para Santiago, el hermano pequeño. Al niño, con la memoria frágil de los cuatro años, lo han metido en un autobús que adelanta al camión de Dimas y Manuel justo tras pasar la frontera con Francia. Santiago, moqueante e inmerso en una montaña de ropa parda cinco tallas mayor de lo que le correspondería, les saluda desde una de las ventanillas, feliz de ver al otro lado del cristal a sus hermanos. Será la última vez que le vean.

27 de febrero de 2021

La reclusión que causó un serio deterioro a Jovellanos

Reo de Estado: prisión en Mallorca
Retrato de Jovellanos de autor desconocido. Museo de la Fundación Lázaro Galdiano
La reclusión en Bellver, donde sólo se dedicaba a leer, causó una gran postración a Jovellanos y un serio deterioro de su salud
Habitación en la que Jovellanos estuvo preso en Bellver y retrato de su capellán, José Sampil, obra que está en el Museo de Bellas Artes. Enlace.
La Nueva España
La caída de Jovellanos y la de todo el grupo de ilustrados (Saavedra, Urquijo...) puso fin al último intento de un reformismo ilustrado en la vida del Antiguo Régimen español. Fue una operación en toda regla contra todos ellos, cuyo descabalgamiento del primer plano de la política estaba decidido por el sector más reaccionario, en el que se apoyó Manuel Godoy para recuperar el poder. Manuel Godoy había sido exonerado de la Primera Secretaría del Despacho el 28 de marzo de 1798, en parte por presiones francesas, y en parte porque estaba superado por los políticos ilustrados. En 1801 volvió de nuevo al primer plano, con motivo de la denominada «guerra de las Naranjas», en la que, a instancias de Francia, fue ocupado Portugal para que rompiera su alianza con los ingleses. 

24 de febrero de 2021

«Célebre poetisa y gran escritora»

La memoria viva de Rosario de Acuña

A finales de los sesenta del pasado siglo XX, casi nadie en Gijón sabía quién era Rosario de Acuña. Según contaba por entonces el escritor Patricio Adúriz, muchos eran los que habitualmente utilizaban su nombre para referirse a un determinado lugar del litoral, pero pocos los que eran capaces de decir algo acerca de aquella desconocida mujer. Atraído por la curiosidad, un día se acercó hasta el cementerio de El Sucu para intentar localizar su tumba. Después de mucho buscar, nos cuenta lo que encontró: «Casi adosada contra el muro. Casi sin nada que la hiciese reconocible a no ser una escueta y menuda lápida con esta inscripción, en tres renglones: Rosario Acuña. Escritora ilustre. 1851-1923. Nada más. Así, a secas». (…). Saber más en Rosario Acuña.

El compromiso del Ateneo Obrero con la escritora y su obra se mantiene firme

(…) retrato ecuestre de nuestra protagonista, «en la forma que hizo su último viaje por Asturias y Galicia».(…). Saber más en Rosario Acuña.

La nueva España
En días pasados apareció en este mismo periódico un artículo titulado "Preparando el centenario de Rosario de Acuña", del que se desprendía cierta preocupación por que tal centenario se celebrara dignamente y, a la vez, inquietud ante la posibilidad de que el evento constituya una celebración más para "seguidamente entregarnos, de nuevo, al apacible letargo de la progresiva desmemoria", según palabras del propio articulista. Nada más lejos de la realidad. En absoluto ha existido ni existe tal desmemoria sobre Rosario de Acuña. Como es bien sabido, el Ateneo Obrero de Gijón inició su relación con la escritora en el mismo año de su fundación (1881) y le propuso la hospitalidad de nuestra ciudad para su residencia, a lo que ella correspondió manifestando su apoyo a las clases modestas de la ciudad y haciéndose socia de nuestra entidad en un vínculo que mantuvo hasta su muerte en 1923.

23 de febrero de 2021

Una de las plumas más críticas del periodismo español

Antonio Álvarez Solís, un pensamiento libre
El veterano periodista asturiano Antonio Álvarez Solís (1929- 2020), aceptó ir en la lista de Bildu para el Ayuntamiento de Bilbao, ocupando el último puesto de una coalición aberzale a la que muchos consideran heredera directa de Batasuna y tentáculo político de los terroristas de ETA. La Nueva España 
Fallecido en marzo de 2020 a los 90 años y con raíces familiares en Mieres, era una de las plumas más críticas del periodismo español contemporáneo
Ilustración de Alfonso Zapico
La Nueva España
El 30 de marzo de 2020, poco después de que se hubiese dictado nuestra sentencia de sesentena y confinamiento, fallecía con 90 años cumplidos Antonio Álvarez Méndez-Trelles, una de las plumas más críticas del periodismo español contemporáneo, con un dilatado historial en la profesión que ejerció con una lucidez envidiable hasta el momento de su muerte. Seguramente eran muy pocos los que conocían sus verdaderos apellidos, porque por alguna razón quiso conservar los dos de su padre, con el que también compartió el mismo nombre: Antonio Álvarez Solís; pero él fue un inconformista que eligió quién quería ser al margen de lo que dictaba la norma. Y por eso también presumió siempre de ser de Mieres, aunque había nacido en Madrid, el 18 de julio de 1929.