El cardenal Roncalli y el accidente
que sufrió en la carretera de La Espina
A lo largo del siglo XX fueron varios los representantes del clero que
perdieron la vida en siniestros de tráfico
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A la izquierda del obispo Radini-Tedeschi (tercero en la segunda fila)
se encuentra Angelo Giuseppe Roncalli, que más tarde sería el papa Juan XXIII.
La imagen proviene del libro de Mario Benigni y Goffredo Zanchi (2000),
Giovanni XXIII. Biografia ufficiale a cura della diocesi di Bergamo, edizioni
San Paolo. La Imagen De Desconocido - Tratto da Mario Benigni - Goffredo
Zanchi, Giovanni XXIII, Biografia ufficiale a cura della diocesi di Bergamo,
edizioni San Paolo, 2000, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1377689. |
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Varias personalidades del clero
asturiano fallecieron en accidentes de tráfico que en su día tuvieron un gran
impacto en la sociedad asturiana. A esta relación de accidentes sumamos, por su
interés anecdótico, el sufrido por el entonces cardenal Roncalli y después Papa
Juan XXIII, bajando La Espina en 1954 sin mayores consecuencias. En la madrugada del 16 de agosto de
1937, cuando las tropas de Franco se acercaban a Asturias por Cantabria, el
obispo de Oviedo y Conde de Noreña, Justo Echeguren y Aldama fallecía en un
accidente de tráfico en las proximidades de Luarca. A la zona occidental,
concretamente a Navia, se habían trasladado diversas entidades provinciales,
entre ellas el Arzobispado, como consecuencia del asedio de Oviedo. Tres días
después del fallecimiento del prelado, el Ayuntamiento de Luarca expresaba sus
condolencias al Cabildo de la Catedral por la trágica muerte y remitía
telegramas de pésame a la familia y al Ayuntamiento de Oviedo.