Mieres, Barrio La Vega a principios del siglo XX, La Escuela de Capataces y al fondo la toda la Vega (Foto Archivo) |
En el año 1861, un cronista mierense hablaba de las excelencias de su
extensa vega y la admiración que causaba a cuantos tenían ocasión de visitarla.
Mieres era un lugar apacible, rodeado de densos bosques y regados por ríos y
arroyos de aguas limpias y cristalinas (estos parajes fueron descritos y
ensalzados por muchos viajeros que pasaron por el concejo). Las viviendas
estaban alineadas a lo largo de la carretera Adanero-Gijón, situadas en la
margen derecha del río Grande (posteriormente río Caudal), alejadas lo más
posible del río para evitar sus frecuentes y espantosas avenidas, dejando
además los mejores terrenos de la vega para cultivos.