Captura de pantalla de la portada del libro "Pedro Menéndez de Avilés" de Antonio Fernández Toraño. Foto Archivo. |
Un libro recupera la figura de Pedro
Menéndez de Avilés, el corsario al que dos reyes encargaron limpiar los mares
de bucaneros y fundador de la primera ciudad en EE UU
La Florida, en el 'Theatrum Orbis Terrarum' (1584), de Abraham Ortelius. Museo Naval de Madrid. El País. |
Si alguien tiene 19 hermanos reconocidos
(fuera del matrimonio no sabe cuántos) y sus padres están a punto de morir, la
posibilidad de recibir algo sustancioso de herencia es bastante escasa. De ese
escenario, con solo 14 años, escapó Pedro Menéndez, que a los 16 se hizo
grumete en un barco militar y a los 19 compró un patache (un barco ligero y
rápido) para comenzar una prometedora carrera de pirata en aguas del Atlántico,
donde el flujo de personas y riquezas en el siglo XVI hacía pensar que los
abordajes eran una forma de ganarse la vida más segura. Así, más o menos,
comienza el libro V centenario del nacimiento de don Pedro Menéndez de Avilés,
que el Ministerio de Defensa ha editado sobre la vida de este asturiano que
pasó de pirata a corsario, luego a almirante, llegando a general de Indias,
gobernador de Cuba, fundador de la primera ciudad europea en Estados Unidos y
vencedor del temible pirata francés Pata de Palo. Entre otros muchos.