19 de julio de 2017

El deporte de la canasta en el concejo de Mieres

De cara a la canasta
El Fabrimieres. Por la izquierda, detrás. Baragaño, Carballido, Jorge, Montoto y Hevia. Delante. Fernando, Pelayo, Chema, Javier Puerta y Juan Luis.
Un repaso por el pasado del baloncesto masculino con algunas figuras como Ricardo Hevia y Juan Luis Fernández
Juvenil de fabrimieres-1958
No existe duda de que en Mieres el fútbol ha sido el rey, tal como ocurre actualmente en todo el globo terráqueo. Sin embargo, esta villa supo sacarle el jugo a la modalidad del hockey sobre patines hasta el punto de plantarle cara a los catalanes, "reyes del universo español", de la mano del inolvidable Alfredo Visiola Rollán. Pero también se movieron, en el marco local, compitiendo con el regional, otras modalidades deportivas que, sin apenas medios materiales, llegaron a escribir páginas de interés y brillantez. El baloncesto masculino fue una de ellas.

18 de julio de 2017

Andrés Lerín, el guardameta con el que el Gijón consiguió el primer ascenso de su historia

Lerín, la gesta de un gigante
Andrés Lerín
El nueve de abril de 1944, la victoria ante el Betis en El Molinón hizo al Sporting ascender a Primera División por primera vez en su historia
El ansiado ascenso a Primera División del sporting por primera vez en su historia .http://asturmix.elcomercio.es
Andrés Lerín, el guardameta que defendía la portería del equipo rojiblanco, escondía tras de sí una triste historia: su compromiso político anterior a la Guerra Civil había marcado, y marcaría, su carrera futbolística. Fue de justicia que aquel glorioso domingo, nueve de abril del 44, El Molinón estallase en una ovación unánime cuando el balón, disparado por un oportuno cabezazo de Calleja después de haber sido sacado a córner por Armando, sobrepasó la red defendida por Bueno, el guardameta del Betis. Por varias razones: la primera, porque aquel día los béticos jugaron más que peor –por más que asegurasen que el Sporting tenía el viento a favor-; la segunda, porque los rojiblancos, que jugaban en casa, fueron muy superiores y, la tercera y principal, porque aquel tanto estaba por otorgar al Sporting el ansiado ascenso a Primera División por primera vez en su historia.

17 de julio de 2017

El fatídico veintiocho de mayo de 1978 en Gijón

Siete vidas bajo el mar
Lucio Torrente el día del fatídico accidente
De todos los años que le quedaron por vivir (y murió hace diez), Lucio Torrente no olvidaría la tarde del domingo veintiocho de mayo de 1978

Aquel día, quizás por vez primera, acarició un cuerpo inerte y, con sus propios brazos, modelados a fuerza de batirse contra el mar, lo devolvió a la vida. Y eso que Torrente, a la sazón jefe de Salvamento de la playa de San Lorenzo, había acabado su turno una hora antes de que el Cantábrico decidiera tragarse a más de una decena de críos que, a escasos metros de la orilla, braceaban sin saber nadar. Ocurrió, como suelen hacerlo las desgracias, sin previo aviso, sin algaradas que advirtieran a los paseantes de lo que pasaba. A las cinco de la tarde de aquel día, Gijón entero se desperezaba de la siesta sin darse cuenta de que lo hacía vestido de luto.

16 de julio de 2017

Una parte de nuestra historia que se desmorona

La ruina de la casa de José Maldonado en Tineo

José Maldonado González. Nació en la villa de Tineo el 12 de Noviembre de 1900. Leer más en: https://www.tineo.es/personajes-ilustres/-/asset_publisher/3e050ac34bcc/content/municipio-historia-personajes-ilustres-jose-maldonado-gonzalez?inheritRedirect=false

Las tradiciones, las costumbres, conforman las señas de identidad de un pueblo. Las gentes le dan esa entidad que marca las diferencias, siempre más exiguas de lo que se piensa

La casa de Maldonado, en Tineo. https://www.lne.es/servicios/multimedia/imagenes.jsp?pRef=2017030600_118_2068223__Occidente-Opinion-parte-nuestra-historia-desmorona

La transformación del paisaje, la humanización del entorno, da también unas pautas que contribuyen a la comprensión de las formas de vida de una determinada zona. Otra de las referencias que permiten hacer una lectura del pasado -y del presente- es la arquitectura. El trazado urbano, lo público y lo privado, los edificios, nos dicen mucho. El paso del tiempo, la nula planificación, el desdén público y privado por conservar nuestro patrimonio arquitectónico -sí, es de todos- nos ha llevado a una homogeneización de nuestro entorno urbano, e incluyo el rural. Los gustos urbanos han empobrecido la estética de nuestros pueblos. Donde antes existía variedad, adaptación al medio, ahora impera la uniformidad y en muchos casos el mal gusto.