12 de marzo de 2017

Un gijonés muy popular y escritor de literatura asturiana

Pachín de Melás, quiosquero ejemplar
Pachín de Melás, obra de Pedrín Sánchez. Museo Casa Natal de Jovellanos-Museo Nicanor Piñole. En el año 2019, Pilar Robles (1921-2023), depositaba en el Museo Jovellanos este retrato de su padre Pachín de Melás. La propietaria del cuadro, consideraba ese Museo el lugar idóneo para exhibirlo, debido a la admiración que su padre sentía por el ilustrado cuya figura contribuyó en buena medida a difundir. (...). Saber más... Gijón en el Recuerdo. El Comercio.

«Era un hombre recto, seguía a pies juntillas lo que marcaba la ley, pero era muy guasón y socarrón»
, rememoraba Pilar Robles Sánchez (1921-2023), hija del gijonés, cuando fue homenajeado en la «Semana negra» de julio de 2013

Emílio Robles Martínez, más conocido por el seudónimo de «Pachín de Melás». La Nueva España.
La Nueva España.
A Emilio Robles Martínez (1877-1938), más conocido por el seudónimo de «Pachín de Melás», se le recuerda en Gijón y en toda Asturias por ser un autor popular de la literatura asturiana. Un hombre hecho a sí mismo, que se cultivó y se convirtió en un referente regional siendo, como fue inicialmente, un operario que tuvo por primer oficio el de maestro de ajuste en la Escuela de Industrias. Más tarde, cuando ya las inquietudes de Robles eran un hecho conocido, regentó un quiosco en la plaza del Seis de Agosto, el popular quiosco "Jovellanos" o de "La Farola", desde el, mantuvo hasta su muerte una pujante labor cultural. De la importancia de ese quiosco y de su diseño, Pachín de Melás mostraba la dignidad con la que quería investir aquel punto de cita cultural, la de su titular, y por ende de la importancia del escritor de lengua asturiana 

11 de marzo de 2017

No sólo reinó el león en la Asturias del Pleistoceno

León Cavernario. (algo más que huesos)
El león, del que recientemente se han encontrado nuevos restos, no reinó sólo en la Asturias del Pleistoceno; rivalizó con hienas, cuones, leopardos, linces y grandes osos
Hiena del pleistoceno. (Universidad de Málaga)
La Nueva España
El reinado del león, hoy decadente en el África subsahariana y apenas una sombra en sus dominios asiáticos, se extendió en la Prehistoria a Europa y alcanzó Asturias durante buena parte de la última edad del hielo. Los restos del león de Porrúa, en Llanes, de cuyo hallazgo dio noticia LA NUEVA ESPAÑA en los últimos días, constituyen la huella más completa de la presencia de este gran félido en Asturias. Pero no son los únicos. Ni es ésta la única fiera que habitó en un pasado remoto en la región, donde hoy dominan dos carnívoros que presenciaron el esplendor, el declive y la extinción del "rey león": el lobo y el oso pardo. Aquí hubo también hiena manchada, leopardo, cuón, osos etrusco y de las cavernas, linces boreal e ibérico, e incluso los espectaculares dientes de sable, junto a una corte de medianos y pequeños cazadores que prosperaron y les han sobrevivido: zorro, gato montés, nutria, tejón, turón, armiño y comadreja.

10 de marzo de 2017

El involuntario protagonista de un “secuestro” en el Pozo Figaredo (Mieres)

Las nueve horas del ingeniero Figaredo en lo alto del castillete
Ilustración de Alfonso Zapico
Ver artículo del blog "El calentón de Figaredo". http://elblogdeacebedo.blogspot.com.es/2012/09/el-calenton-de-figaredo.html
El empresario José María Figaredo Sela, fallecido el martes 3 de enero de 2017 fue retenido por cuatro sindicalistas en 1978, una acción que marcó el devenir del pozo mierense y dejó huella en la historia de las movilizaciones mineras
El castillete del pozo Figaredo. Fernando Geijo
Era el 2 de noviembre de 1978 y por Figaredo (Mieres) ya comenzaba a hacer frío. En lo más alto del castillete del pozo de esta localidad mierense, a unos cincuenta metros de altura, cuatro mineros y sindicalistas de CC OO retenían en contra de su voluntad al ingeniero José María Figaredo Sela, empresario fallecido el día 3 de enero de 2016 en Oviedo a los 93 años de edad y que por entonces era copropietario e ingeniero-director de Minas Figaredo. Cuando ya habían pasado algunas horas en lo alto de la torre, alguien desde abajo preguntó, a grito pelado, a los sindicalistas si necesitaban alguna cosa. Pidieron unas mantas, unas manzanas y un transistor. El día se preveía largo.

9 de marzo de 2017

El vampiro de Avilés

El "Estripador" mató hace un siglo

Ramón Cuervo, (1891 – 1917) nació en Santa Cruz, Llanera, España y falleció en una pequeña villa ubicada en Cuba. (según los informes, no hay registros exactos sobre cuando falleció Ramón ni de qué manera, pero se estima que luego de recibir la sentencia, se suicido ese mismo año ya que no se supo nada mas de él). Se lo conocía como «EL VAMPIRO DE AVILÉS».

Cien años del crimen en La Magdalena del último sacamantecas de España, Ramón Cuervo, que degolló y bebió la sangre del niño Manolín Torres
Niño asesinado por Ramón Cuervo, "el vampiro de Avilés"
Ramón Cuervo asesinó al niño Manuel Torres hace casi cien años, el 18 de abril de 1917. Le abrió la garganta y se bebió su sangre. Creía que aquel era el mejor método para recuperar el aliento que la tuberculosis que arrastraba desde hacía tiempo le había hecho perder. El "Estripador de Avilés" -así le bautizó la prensa del momento- fue el último vampiro español. Su pista se pierde a la altura de la ermita de La Consolación, en Corvera, camino de Oviedo. La Guardia Civil le escoltaba, temía su linchamiento. La ciudad reclamaba venganza. Ha pasado un siglo de aquel crimen, pero su memoria sigue fortalecida entre los avilesinos. Aquel sanguinario crimen terminó transformándose en cuento para niños malos.