Julio León
Costales en la casona de Planta. Facebook: “Mieres Antes y Ahora” de Carlos
Díaz Marcos. |
Recogiendo maíz
en L´Agüeria San Xuan de Mieres, en el año 1966. (Colección Julio León
Costales). Facebook: “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Díaz Marcos. |
Julio León Costales fue un hombre discreto, más bien callado y extremadamente tímido, que pasó buena parte de su vida de soltero impenitente dedicado a sus vibrantes pasiones: las cosas de Asturias y los asturianos -con especial atención a Mieres y su valle de San Juan, de los que escribió numerosas crónicas y cartas al director en LA NUEVA ESPAÑA, el diario que sentía como suyo- y una acendrada fe religiosa heredada de sus mayores, que le llevó, como si fuera un discípulo tardío de algunos místicos del Siglo de Oro, a restaurar capillas, recuperar procesiones y contar minuciosamente historias parroquiales. Conocíamos todo eso. Y también que, durante buena parte de su vida, fue un indesmayable fotógrafo por pueblos y caleyas de su geografía natal, territorio minero entre Murias y el Alto de Santo Emiliano, terraza ya de las Cuencas, bajo las nieblas del desmochado monte Polio. Lo que ignorábamos, más atentos a esas otras dedicaciones que le llevaron a ser galardonado con el "Mierense del año" en 1986, es el notable valor estético y documental de esas imágenes: un álbum de la vida y el tiempo, de sus luces y sus sombras, que ha sido cedido estos días al Muséu del Pueblu d'Asturies.