14 de octubre de 2013

El primer congreso socialista asturiano en la democracia, "enero de 1977"

El primer congreso de la FSA
Primer Congreso de la FSA en la democracia (diciembre de 1977). Fundación José Barreiro.
El primer congreso, el de enero de 1977, estuvo precedido por una intensa actividad durante el anterior mes de diciembre, y se inauguró con una buena noticia: la desaparición del Tribunal de Orden Público (TOP), cancelado por el Gobierno de Adolfo Suárez el último día de 1976

Ilustración de Pablo García Suárez (Gijón, 1964). Como ilustrador publicó su primer dibujo en LA NUEVA ESPAÑA en 1982. Es un caricaturista elegante y preciso y un ilustrador certero e ingenioso en su interpretación de los textos que acompaña. En su larga trayectoria tiene varios premios. Fuente: La Nueva España.

La Nueva España
Sin embargo, como los jueces son funcionarios, y un funcionario no pierde su prebenda, así se le haya olvidado todo lo que aprendió para conseguirla, algunos de sus miembros se encastillaron en otros departamentos judiciales, como el famoso Gómez Chaparro, quien, desde su nuevo puesto burocrático, dificultó el proceso político en marcha todo lo que pudo. El 4 de diciembre de 1976 salió un autocar de Oviedo con militantes socialistas para asistir al congreso del partido que se iba a celebrar en Madrid por todo lo alto, con asistencia de las grandes figuras de las socialdemocracias europeas: Willy Brandt, Prieto Nenni, Michael Foot, Olof Palme, Mitterrand... Todos ellos fueron recibidos con grandes despliegues informativos y de todo tipo; en cambio, al chileno Carlos Altamirano le hicieron esperar durante dos horas en el aeropuerto de Barajas, pues pertenecía a un partido socialista perdedor. 

13 de octubre de 2013

El «aprecio» de D. Miguel de Unamuno a D. Aniceto Sela Sampil

Amor y pedagogía
Aniceto Sela Sampil 1900. Aniceto Sela Sampil (Santullano de Mieres, 13 de septiembre de 1863- Oviedo, 1935) Jurista asturiano, rector de la Universidad de Oviedo, miembro del Grupo de Oviedo, y padre del también jurista Luis Sela Sampil. (…). Saber más... WIKIPEDIA.

Las cartas que le enviaba Miguel de Unamuno a Aniceto Sela, en las que se nota claramente el aprecio que el escritor le profesaba al catedrático de Derecho Internacional mierense
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
Si les digo que hay personas que disfrutan practicando la cocotología, seguramente no me entenderán; si les hablo de papiroflexia, entonces seguro que sí. Don Miguel de Unamuno se detenía a veces en este entretenimiento que consiste en ir plegando una hoja de papel hasta darle forma de animal o de objeto fantástico. Don Fulgencio, uno de los personajes de su novela «Amor y pedagogía», también se dedicaba a este pequeño arte y aparece en el texto como autor de un manuscrito llamado «Apuntes para un tratado de cocotología». «Amor y pedagogía» es una «nivola», como llamaba Unamuno a sus creaciones para distinguirse de otros autores, y tanto su argumento como su estructura no dejan indiferente al lector, de manera que, a la vez que cuenta con defensores apasionados, está en la lista de los libros que cuentan con más abandonos antes de llegar a su terminación. Don Miguel la escribió en 1902, cuando contaba 38 años y ya llevaba dos como rector de la Universidad de Salamanca, un puesto al que había llegado aclamado por el alumnado pero con la oposición de la mayoría del Claustro de profesores. Allí se empeñaba en modernizar aquella oxidada institución a la vez que mantenía un estrecho contacto con los intelectuales que en otras partes del país intentaban hacer lo mismo. 

9 de octubre de 2013

La peripecia de Felipez Gonzalez en Asturias en mayo de 1976

La espicha de Barredos
Felipe González en 1976. Wikipedia
Los veteranos y las Juventudes Socialistas se disputaron a Felipe González en el encuentro de 1976 en la localidad lavianesa, en el que él se fotografió haciendo que tocaba la gaita
Ilustración de Pablo García. (LNE)
La espicha organizada en Barredos el 29 de mayo de 1976 por la sección del PSOE de esa localidad de Laviana (una de las más activas del socialismo asturiano por aquella época) presentaba en sociedad al abogado sevillano Felipe González Márquez, que algunos todavía llamaban «Isidoro» (¿por el santo enciclopédico sevillano?), aunque, verdaderamente, aquel nombre de guerra nunca tuvo mucho sentido ni fue necesario, porque en los tiempos en que empezaba a brillar la estrella de Felipe los socialistas ya no luchaban en la clandestinidad. Mas la espicha, muy bien organizada en el aspecto gastronómico, no lo estuvo tanto en el político, ya que los organizadores, por resabios clandestinos, sólo invitaron a personas de confianza, socialistas o afines, dejando al margen de aquel acto a muchas personas de la oposición que empezaba a organizarse y que se hubieran sumado a él.

8 de octubre de 2013

El popular "Lito el de Mieres" (1947-2013)

Solo ante el desmantelamiento
Personajes entrañables de Mieres. Manuel Salvador Álvarez Cueva, "Lito". (1947-2013). Facebook: “Mieres Antes y Ahora” de Carlos Díaz Marcos.

En memoria de Manuel Salvador Álvarez Cueva "Lito" (1947-2013), mierense de «pro» y «adalid» de la reivindicación obrera de la comarca del Caudal
Ilustración de Alfonso Zapico. Alfonso Zapico (Blimea, San Martín del Rey Aurelio, Asturias, 1981) es un historietista e ilustrador español. En 2012, su novela gráfica Dublinés fue galardonada con el Premio Nacional de Cómic. Entre otros trabajos es de destacar su ambiciosa obra, La Balada del Norte. Saber más… WIKIPEDIA.
La Nueva España
En las Navidades de 1991 se vivió en Mieres la batalla del Barredo. Mientras 36 sindicalistas del SOMA y del Sindicato Regional de la Minería de CC OO permanecían encerrados en la 4.ª planta del pozo en protesta por el plan de reconversión industrial de Hunosa, en el exterior se daba un enfrentamiento permanente con las fuerzas del orden público que no cesaba ni de día ni de nocheEn las horas más duras no se dudó en recurrir a los voladores disparados con «bazookas» caseros para defender las barricadas, entonces, para evitar que los manifestantes pudiesen seguir abasteciéndose en las pirotecnias habituales, se obligó a los compradores a identificarse y justificar su adquisición. Supongo que ya ha pasado bastante tiempo para que los hechos que les voy a contar y que forman parte de nuestra historia reciente puedan ser conocidos por todos. Su protagonista fue Manuel Salvador Álvarez Cueva, el popular Lito, galardonado como «Mierense del año» en 1987 por su lucha incansable en la defensa de los puestos de trabajo que acabaron perdiéndose en la cuenca del Caudal, y que en aquel momento decidió tomar el toro por los cuernos y arriesgarse por todos, algo que, como verán si siguen leyendo, ya había hecho en otras ocasiones.

6 de octubre de 2013

Historia del Real Oviedo (Asturias)

HISTORIA DEL REAL OVIEDO.

http://www.realoviedo.es 

Los orígenes - 1900 - 1926.


A finales del siglo XIX en Oviedo ya se tenía constancia de la existencia de un deporte llamado foot-ball. En unos tiempos en los que comenzaba a preocupar lo que se conocía como el culto al cuerpo, en el ámbito universitario se tenían las primeras referencias de este nuevo deporte a través de las influencias de la Institución Libre de Enseñanza. No en vano diversos profesores de la Universidad de Oviedo como Adolfo Álvarez-Buylla, Aniceto Sela y Adolfo González Posada fueron pioneros en nuestro país en el ámbito deportivo, estando presentes en el congreso celebrado en París en 1894 donde nació el olimpismo moderno.
Pero no sería hasta los primeros años del XX cuando se comenzase a practicar con cierta asiduidad. Y sería, principalmente, gracias a los estudiantes de las clases más acomodadas quienes, tras cursar sus estudios en colegios de las islas Británicas, donde descubrieron la que para ellos era novedosa actividad deportiva, la siguieron practicando a su regreso dándola a conocer.
Así pues, con la iniciativa de figuras como Pedro Rubín, Santiago de la Riva y otros, en 1903 ya existía un equipo que bajo la denominación de Oviedo Foot-ball Club disputaba partidos en la zona del campo de maniobras, así como en diversos puntos de la geografía asturiana, midiendo sus fuerzas con otros conjuntos pioneros de otras localidades.
Siendo asombrosamente rápida la integración social y el arraigo que tendría el fútbol, pronto surgieron multitud de equipos por las distintas zonas de la ciudad de Oviedo, destacando de entre todos ellos desde poco tiempo después de su nacimiento allá por 1914, el Real Stadium Club Ovetense, que se convertiría en el equipo referencia de la capital asturiana en aquellos años en los que se empezaba a regular la práctica de este deporte con la creación de las federaciones regionales y los campeonatos que estas organizaban. Jugaba al principio en el campo del Hospicio y poco después en el de Llamaquique y lucía unas vistosas camisetas de franjas verticales azules y amarillas.
Con la aparición en 1919 —producto de una escisión del Stadium— del Deportivo Ovetense (uniformado con camisetas de rayas verticales azules y blancas y que disputaría sus encuentros en un nuevo campo, el de Teatinos, mucho más apto y confortable, reflejo de su mayor potencial económico), los dos equipos de la capital se enzarzarían en sus enfrentamientos directos, que en ocasiones terminaban con disturbios que incluso obligaban a suspender los encuentros, fiel reflejo de la dura rivalidad existente entre ellos que superaba lo deportivo. Y es que mientras el Stadium era el equipo de las clases populares (mucho más modesto pero con mayor seguimiento social), el Deportivo era considerado el equipo de las clases sociales pudientes (mucho más poderoso en recursos, se permitía lujos como el de realizar fichajes de renombre, como el de J.L. Zabala, que sería el primer futbolista que, aportado por un equipo ovetense, alcanzase el entorchado internacional con España). Pero pese a ello, los stadiumnistas, con el legendario portero Óscar Álvarez (reserva del mítico Ricardo Zamora en la selección) al frente, casi siempre salían victoriosos en sus duelos directos.
La posibilidad de fusionar ambos conjuntos flotaba en el ambiente buscando, uniendo fuerzas, crear un equipo capaz de dominar a nivel regional para poder disputar el único torneo nacional existente, el Campeonato de España (la Copa del Rey), si bien se enfrió al lograr el Stadium (que se había trasladado a un nuevo campo llamado Vetusta) proclamarse por fin campeón de Asturias en la temporada 1924/25. Este logro fue algo excepcional y, con la creación del Campeonato Nacional de Liga en el horizonte, la fusión volvió a plantearse con más fuerza.

Fundación e inicios - 1926 - 1933.



Presentándose como inminente el inicio del Campeonato Nacional de Liga (en la práctica fue un largo proceso que no cristalizó hasta la temporada 1928/29, buscando consenso entre quienes defendían una Liga con un reducido número de equipos —los minimalistas— y quienes pretendían una mayor participación —los maximalistas—) se intensificaron las negociaciones para buscar la unión de los dos equipos de la capital. El objetivo era contar con un conjunto con potencial suficiente para subirse al carro de la nueva realidad que se avecinaba, con una competición liguera y el profesionalismo avanzando con paso firme, algo que se presumía imposible por separado tanto para el Stadium como para el Deportivo.
La figura Óscar Álvarez, favorable a la fusión, sería fundamental, lográndose que las comisiones gestoras de ambas entidades que se formaron, consensuasen las bases de un acuerdo que, tras ser aprobado por las respectivas asambleas, posibilitó que en la tarde del 26 de marzo se firmase el acta fundacional de una nueva sociedad que nacía bajo la denominación de Real Oviedo Foot-ball Club. Se adoptaron como sus símbolos los de la ciudad (el color azul y la Cruz de los Ángeles).
Bajo la presidencia de Carlos Tartiere desde el primer día, el objetivo era ambicioso, adaptándose a los nuevos tiempos que se presentaban en materia futbolística, una actividad que cada vez concitaba mayor seguimiento.
La nueva entidad se presentó en sociedad disputando un partido con el Arenas de Guecho el 1 de mayo de 1926 (Justo marcó el primer gol).
Cuando en la temporada 1928/29 por fin se inicia el Campeonato Nacional de Liga, los ovetenses quedan encuadrados en la 2.ª División, tras eliminar en la primera ronda de clasificación para logar una plaza en la máxima categoría al Iberia de Zaragoza y caer en la segunda con el R. Betis, en la prórroga.
En dura pugna por la supremacía del fútbol asturiano con el Sporting, comienzan a lograrse los primeros campeonatos regionales mientras se intenta el asalto de la 1.ª División, que llegará en la temporada 1932/33 al proclamarse campeón después de vencer por 5-1 en el encuentro decisivo al At. Madrid (19/03/1933), ya en Buenavista, el nuevo y flamante estadio que sustituía al de Teatinos. Inaugurado el 24 de abril de 1932 con el enfrentamiento entre las selecciones nacionales de España y Yugoslavia, el campo  vio cómo el debutante como internacional aquella tarde, el oviedista Isidro Lángara, anotaba el primer gol de su historia. Contaba con todo un hito arquitectónico, como era el de disponer de una tribuna de 100 m. de longitud cuya cubierta no tenía ninguna columna de sujeción que obstaculizase la visión del terreno de juego.
La línea atacante del ascenso, integrada por Casuco, Gallart, Lángara, Galé e Inciarte, sería bautizada como la “delantera eléctrica” por su facilidad goleadora, algo que se haría costumbre en los siguientes años, ya en la máxima categoría.

Los años dorados - 1933 - 1950. 


La presentación en la máxima categoría iba a dejar claro que el paso por la 1.ª División no sería anecdótico. El equipo que dominaba con insultante superioridad a nivel regional adjudicándose todos los campeonatos de Asturias y suprarregionales que disputaba, comenzó su andadura entre los mejores recibiendo en Buenavista al Barcelona el 5 de noviembre de 1933, derrotándole por un contundente 7-3. Es el mejor debut de un equipo en la 1.ª División española y pondría de manifiesto las características principales que iba a tener el devenir del conjunto azul en los siguientes años: un extraordinario ataque (la línea formada por Casuco, Gallart, Lángara, Herrerita y Emilín sería conocida como la segunda “delantera eléctrica”, quizás la mejor del momento) unido a una excesiva facilidad para encajar goles.
Con la base que había logrado el ascenso y fichajes sonados como el de Herrerita al máximo rival regional, aquel equipo que nutriría habitualmente de jugadores a la selección nacional finalizaría su primera campaña con los mejores siendo semifinalista de Copa y sexto en Liga, clasificación mejorada en las siguientes con dos terceros puestos.
Cuando más próximo se veía que aquel conjunto que se codeaba en los primeros puestos obtuviese algún título nacional, la Guerra Civil española partiría de cuajo las expectativas, destrozando un conjunto llamado a alcanzar importantes logros.
Terminado el conflicto bélico, a la reanudación de las competiciones el equipo estaba muy debilitado por las pérdidas sufridas en el campo de batalla (hombres como Casuco o Chus perdieron la vida) y de quienes por motivos políticos estaban fuera de España (Lángara, Castro o Sirio). Además, las secuelas de los bombardeos dejaron destrozado el estadio de Buenavista, con lo que la Federación, en una medida sin precedentes, concedió a los carbayones una dispensa especial por la que se les permitía estar una temporada sin competir mientras reconstruían el estadio, reservándoseles la plaza para reincorporarse a la siguiente, a cambio de que sus futbolistas fuesen cedidos a otros conjuntos durante ese tiempo (por ejemplo Herrerita y Emilín, los más apetecibles, jugarían esa temporada con el Barcelona).
La reincorporación a la competición en la temporada 1940/41 sería dura, con un puñado de los jugadores del gran equipo anterior a la guerra retornados de sus cesiones con cuatro años más, salvando la categoría las dos primeras campañas con grandes dificultades. Pero después volverían las clasificaciones entre los mejores (dos veces cuarto y otras dos quinto) aunque sin alcanzar el nivel de los años treinta, siendo el espíritu del equipo el mismo: un ataque demoledor (surgió la tercera “delantera eléctrica”, integrada por Antón, Goyín, Echevarría, Herrerita y Emilín) que obtendría goleadas históricas (9-2 al Sabadell, 6-0 al Barcelona o 7-1 al Real Madrid entre las más destacadas), manteniendo la vulnerabilidad defensiva, algo que era tónica general en el fútbol de la época pero que en el caso de los oviedistas era muy acentuado.
Con Carlos Tartiere al frente de la entidad, rechazando suculentas ofertas por las estrellas del equipo a la vez que se realizaban incorporaciones, con incluso el regreso del añorado Lángara en 1946, se reharía un equipo que se codearía con los mejores en la zona noble de las tablas clasificatorias durante toda la década.

Sin Carlos Tartiere - 1950 - 1958. 


Diecisiete años después del ascenso y tras una continuada estancia desde entonces en 1.ª División (trece temporadas sólo interrumpidas por la Guerra Civil y el año de dispensa), al término de la campaña 1949/50 los azules iban a ocupar plaza de descenso, si bien una reestructuración de la categoría les iba a brindar la posibilidad de mantenerse en la máxima categoría vía promoción a disputar con el Real Murcia, oportunidad perdida pues el 2 de julio de 1950, en eliminatoria a partido único disputada en Madrid, los pimentoneros derrotaron a los azules por 2-0 certificando el descenso de estos últimos a 2.ª División.
Era el fin de una era de gran brillantez para los azules, que se iba a ver acompañada a las pocas fechas (el 31 de ese mismo mes de julio) por una noticia trágica: el fallecimiento de Carlos Tartiere, el único presidente que había tenido la entidad, que durante los veinticuatro años de su mandato había logrado situar al Real Oviedo en la elite del fútbol nacional.
Sin Carlos Tartiere llegarían tiempos de vacas flacas. Sin su mecenazgo las estrecheces económicas obligarían al club a tener que desprenderse de los jugadores apetecibles para otros conjuntos, disminuyendo el potencial de un equipo que pasaría a ser lo que se conoce como un equipo ascensor, siempre en la zona alta de 2.ª División peleando por el ascenso pero al que le costaba mucho mantenerse en la máxima categoría cuando la alcanzaba. En los primeros años sin Carlos Tartiere los azules obtuvieron dos ascensos y participaron sin éxito en dos fases de promoción de ascenso, mientras en 1.ª División únicamente en una temporada iban a lograr la permanencia. 
Una de las consecuencias de las penurias económicas iba a ser la venta del estadio de Buenavista al Ayuntamiento de Oviedo en 1954, estadio que desde 1958 pasaría a llevar el nombre de Carlos Tartiere, como homenaje a quien había presidido la entidad durante su época más gloriosa.

Vuelve el esplendor - 1958 - 1965 


El ascenso logrado en la temporada 1957/58, certificado con una victoria a domicilio por 0-2 ante el Rayo Vallecano, iba a suponer el inicio de una edad de plata para el conjunto oviedista. Sin alcanzar el nivel de los años treinta y cuarenta, los azules se iban a mantener siete campañas consecutivas en 1.ª División, entrelazando aquellas en las que la permanencia se lograría con muchas dificultades (dos promociones para evitar el descenso fueron solventadas con éxito) con otras en las que se alcanzaría con holgura, no faltando alguna clasificación brillante, destacando sobremanera el tercer puesto de la temporada 1962/63, algo que la entidad lograba por tercera vez en su historia.
En todo caso, aquel conjunto volvió a tener la solidez suficiente para ser considerado un clásico de la máxima categoría, agrupando una serie de futbolistas de reconocido prestigio en el fútbol español como eran Toni, Marigil, Paquito, Iguarán, Girón, José María o un argentino que dejaría huella como Sánchez Lage, hasta el punto de representar al fútbol español en la Liga Internacional de Clubes que entonces se disputaba en EEUU, en lo que podría considerarse como el bautismo internacional de un equipo que, en aquellos años en los que las competiciones europeas y mundiales de clubes daban sus primeros pasos, se quedó sin participar en la incipiente Copa de Ferias a la que habría tenido derecho por su clasificación liguera, al no celebrarse en Oviedo una feria internacional de muestras, motivo del nacimiento de la competición que sería el germen de la Copa de la UEFA.
La guinda que para aquel conjunto solvente había significado el tercer puesto no podría ser disfrutada, pues vendría seguida de un desmantelamiento del equipo producto de la venta de los jugadores más relevantes, que tendría como consecuencia lógica la pérdida de categoría solamente dos años después.
Las siempre presentes estrecheces económicas llevarían a desprenderse de los jugadores fundamentales —no siempre a precios adecuados—, debilitándose mucho un equipo que luego, ya en 2.ª División, iniciaría un largo periodo de mediocridad que tendría durante muchos años como referencia más próxima de los buenos tiempos, esos primeros

La travesía por el desierto - 1965 - 1988



El retorno a 2.ª División en 1965, supondría el comienzo de una larga etapa muy gris en la historia de la entidad. Durante más de veinte años los azules iban a navegar casi siempre con más pena que gloria por la categoría de plata del fútbol español, lejos de aquel equipo que, en dicha categoría, siempre era claro aspirante a retornar con los mejores. Con escasas excepciones, la tónica habitual sería la de tener la permanencia en 2.ª División como única preocupación. Con una trayectoria paulatinamente descendente desde el principio, incluso tuvo que superar en la temporada 1970/71 una promoción para evitar caer en la 3.ª División.
Tras solventar aquel trance, los primeros años setenta serían los únicos de este periodo en los que, al menos, se retornaría a 1.ª División, si bien de manera fugaz, recordando al equipo ascensor de los años cincuenta, pues sólo en la campaña 1972/73 se conseguiría la permanencia. Esos pocos años alternando ambas categorías (tras caer a continuación, retornar la temporada siguiente y volver a descender inmediatamente) darían paso a que se tocase fondo en la segunda mitad de los años setenta.
Durante esa breve estancia entre los mejores se produjo un hecho noticiable como fue la consecución del gol número mil en la máxima categoría, obra de Marianín el 28 de enero de 1973 en el Vicente Calderón madrileño.
Después, de nuevo en 2.ª División, la temporada 1977/78 certificaría la trayectoria descendente hasta el punto de que los carbayones iban a jugar por primera vez en toda su historia por debajo de las dos primeras categorías del fútbol nacional. Descenderían a la recién creada 2.ª División “B” y, si bien el paso por ella sería sólo de un año, retornando a continuación, las siguientes temporadas serían las de un conjunto que deambularía por la zona baja de la 2.ª División “A”, salvándose in extremis en muchas ocasiones de volver a caer.
Con ocasión de la celebración en España del Campeonato del Mundo de fútbol en 1982, el estadio sería totalmente reformado, siendo demolida la conocida como “tribuna Sánchez del Río”, en homenaje al ingeniero que la ideó, única en su género al ser construida medio siglo atrás. El nuevo recinto se reinauguró oficialmente el 29 de abril de 1982 enfrentándose el Real Oviedo y la selección de Chile (0-0 fue el resultado final).
En medio del triste caminar por la categoría, un único momento de cierta celebración llegó en la temporada 1984/85, al alcanzar el primer y hasta el momento, único título de la entidad: la Copa de la Liga de 2.ª División, derrotando en la final al At. Madrileño después de firmar una trayectoria inmaculada. Se trataba de una competición oficial, aunque considerada “menor”, de la que únicamente se disputaron cuatro ediciones y que, compitiendo los equipos de cada categoría entre sí, otorgó a los azules como único premio jugar al año siguiente la misma competición pero con los equipos de 1.ª División, galardón nada relevante para un equipo que lo que necesitaba era retornar a la Liga de 1.ª División, algo que llegaría de manera imprevista, cuando un proyecto de futuro planteado a medio plazo, con el retorno al banquillo de Vicente Miera en 1987, daría sus frutos a las primeras de cambio poniendo fin a más de dos décadas sin casi alegrías.

13 años en la élite - 1988 - 2001. 


Cuando Vicente Miera retornó a la entidad oviedista en 1987 para entrenar de nuevo al conjunto que ya había dirigido en los años setenta, el planteamiento acordado con el entonces presidente José Manuel Bango era el de hacer un proyecto sólido que, a medio plazo, pudiese llevar a plantearse el salto de categoría con unas bases sólidas. Pese a ello el caso es que la temporada concluiría con los azules jugándose el ascenso en una promoción (sistema que volvía a aplicarse después de muchos años apartado) con el R. Mallorca. El 2-1 del partido de ida disputado en Oviedo —con un gol de Carlos cuando se jugaban los minutos de prolongación— unido al empate sin goles del encuentro de vuelta en las islas, significaron la vuelta de los azules a la 1.ª División doce años después.
El inesperado éxito hizo que la explosión de júbilo que se viviría en Asturias desbordase todas las previsiones. El centro de la región se vio colapsado con motivo del retorno del equipo, originándose una recepción que desbordó todas las expectativas, con varios cientos de miles de personas celebrándolo.
Aquel sorprendente ascenso sería el inicio de una prolongada estancia en la máxima categoría, hasta el punto de igualar la marca de trece temporadas consecutivas en 1.ª División de la época dorada de la entidad (en aquella ocasión con el lapsus provocado por la interrupción de la competición por la Guerra Civil y el posterior año de excedencia concedido al conjunto ovetense).
Y no sólo se obtendría el logro de la permanencia, sino que se iba a alcanzar la clasificación para disputar una competición europea por primera vez en la historia (las anteriores clasificaciones de los azules en los primeros puestos habían tenido lugar cuando todavía no existían): la Copa de la UEFA en la campaña 1991/92, en la que el conjunto oviedista caería en primera ronda frente al Genoa italiano, con un gol en el último minuto del encuentro de vuelta en tierras transalpinas.
Sucedieron a esa exitosa temporada otras también brillantes que convivieron con aquellas en las que se obtuvo la permanencia con apuros (teniendo que recurrir incluso a la fase de promoción para salvarla en la 1997/98, enfrentándose a Las Palmas), si bien el equipo se mantuvo durante toda la década entre los mejores, vistiendo la elástica oviedista grandes jugadores de primer nivel mundial.
En 1992 el Real Oviedo, como la mayoría de equipos españoles, se vio obligado a convertirse en SAD (Sociedad Anónima Deportiva). El capital inicial fue de 605 millones de pesetas.
La normativa en materia de seguridad en los recintos deportivos obligó a convertir las localidades de pie de los estadios en otras de asiento, con lo que la notable reducción de aforo del estadio Carlos Tartiere motivó la construcción de un nuevo campo. El Nuevo Estadio Carlos Tartiere, con 30.500 localidades, pasaría a ser el terreno de juego del conjunto carbayón desde la campaña 2000/01. Se inauguró oficialmente con un partido Real Oviedo – Partizán (0-2) disputado el 20 de septiembre de 2000, aunque tres días antes ya había sido testigo del choque liguero entre los oviedistas y Las Palmas.
Si bien los primeros meses tras la mudanza servirían para acumular una gran racha de resultados como local, con el cambio de siglo se confirmaron los negros presagios con los que había dado inicio la temporada con el lamentable fallecimiento en accidente del jugador azul Petr Dubovsky. Pese a no haber ocupado plaza de descenso durante casi toda la Liga, en la última jornada, con extraños comportamientos en otros campos de equipos implicados, una derrota en Mallorca —el mismo lugar donde se había obtenido el ascenso en 1988— iba a certificar el descenso a 2.ª División. Se ponía fin a trece temporadas consecutivas con los grandes, dando paso a la que iba a ser época más negra en la historia de una entidad que acababa de celebrar sus 75 años de vida.

La lucha por la supervivencia - 2001 - 2013


Después de trece años seguidos en 1.ª División, el objetivo al caer en la 2.ª División “A” fue el de retornar de inmediato, realizando una apuesta arriesgada que buscaba regresar a la máxima categoría, único sitio donde se presumía factible combatir los problemas económicos que acechaban al conjunto azul y que eran generalizados en todos los equipos. La no consecución del ascenso provocó que estallasen problemas de todo tipo, saliendo a relucir una multimillonaria deuda que ponía el futuro de la sociedad muy en entredicho.
Eugenio Prieto, el presidente del club durante los trece años en la máxima categoría y ese primero en 2.ª División en el que no se logró el ascenso, abandonó la entidad, sustituyéndole Manuel Lafuente, quien logró in extremis al término de esa temporada 2001/02, evitar el descenso administrativo con el que se castigaba a los equipos que tenían denuncias de futbolistas por deudas.
En la siguiente, con una plantilla debilitada, una calamitosa temporada llevaría a los azules a terminar la Liga en penúltima posición, descendiendo a 2.ª “B” por segunda vez en la historia, lo que iría acompañado de un nuevo descenso, en esta ocasión administrativo, al negarse los componentes de la plantilla a retirar las denuncias que habían interpuesto contra la entidad, rechazando los compromisos de pago que se les ofrecieron. Tras unas trepidantes jornadas, al cierre del plazo, en agosto de 2003, con un doble descenso, el Real Oviedo se encontraba en 3.ª División, sin jugadores y con una deuda agobiante que había obligado a entrar en proceso concursal como único medio para intentar evitar la desaparición.
En esa crítica situación, desde la alcaldía de la ciudad, el primer edil Gabino de Lorenzo impulsaría un nuevo equipo bautizado como Oviedo ACF, creado desde el modesto conjunto del Astur de la 3.ª División, para convertirlo en el nuevo conjunto representativo de la capital asturiana en sustitución del Real Oviedo.
Con la afición oviedista rebelándose, entregada sin reservas a la causa de salvar a su equipo, se fueron dando los pasos necesarios para reflotarlo, algo que en muchos momentos parecía imposible. Y es que desde lo que se conocía como “los barrizales” del fútbol regional, en 3.ª División, una categoría impropia del Real Oviedo, la fidelidad de la afición se puso de manifiesto mucho más allá de lo previsible, trabajando y colaborando en todo aquello que fuese necesario para que la entidad siguiese con vida, con un número de abonados y de asistentes a los encuentros (hasta por encima de los 25.000 espectadores) superior incluso a los de algunos equipos de 1.ª División. Mientras, en lo deportivo se volvía poco a poco a la normalidad de lo que ha de ser un club de fútbol —pese a que se tardaron dos temporadas en lograr el ascenso desde la 3.ª División a la 2.ª “B”— y en los despachos Manuel Lafuente logró que se solventase el proceso concursal firmando un convenio de acreedores que posibilitaba la supervivencia de la sociedad.
Cuando parecía que lo peor había pasado, los siguientes consejos de administración que se pusieron al frente del club llevaron a cabo una gestión extradeportiva que llevaría a que, lejos de completar el proceso de recuperación que posibilitaba el convenio firmado, se reprodujesen los problemas, volviendo a estar en peligro la subsistencia de la entidad. Y en lo deportivo se firmaría el mayor borrón de la historia azul, pues la temporada 2006/07 culminaría con el retorno a 3.ª División, esta vez por deméritos deportivos, tardándose de nuevo dos temporadas en retornar, al menos, a 2.ª “B”.
La gestión llevada a cabo hizo que en pleno verano de 2012 se volviese a vivir una situación límite. En esta ocasión tomó el mando de la entidad un nuevo equipo directivo bajo la presidencia de Toni Fidalgo, el cual se vio obligado a convocar una ampliación de capital que, de no tener éxito, obligaba a proceder a la liquidación de la sociedad. Y aquí de nuevo la afición escribiría una página de la historia azul con letras de oro, como en 2003 pero además desembolsando en la suscripción de acciones los casi dos millones de euros que eran necesarios para evitar el fin de una entidad que contaba ya con más de 86 años de vida. En esta ocasión, gracias a mecanismos como los que ofrecía internet y las redes sociales, el movimiento por la salvación se globalizó, alcanzando multitud de países por los cinco continentes, lo que sirvió para que el proceso culminase con la entrada como accionista de referencia del grupo empresarial de Carlos Slim, empresario de referencia mundial.
Con las renovadas fuerzas adquiridas por todo lo sucedido, desde la 2.ª “B” se intenta el retorno a la LFP, primer paso de lo que ha de ser el regreso del Real Oviedo a su sitio natural, la 1.ª División del fútbol nacional.

FUENTE:  http://www.realoviedo.es

La historia (completa) del fútbol en Gijón (Asturias)

Real Sporting de Gijón, un grande del deporte rey
Escudos del Real Sporting de Gijón, S.A.D. Evolución histórica. Escudos y uniformes del fútbol español. © Vicent Masiá Pous. V-397-16 Registro de la Propiedad Intelectual de la Comunidad Valenciana. Reservados todos los derechos. (…) Saber más... La Futbolteca.

La historia del Real Sporting comienza el 1 de julio de 1905, cuando Anselmo López funda un equipo al que llama Sporting Gijonés
El uniforme oficial actual del equipo consta de camiseta a rayas verticales rojas y blancas, representando los colores de la bandera de Gijón, pantalones azules y medias azules con detalles rojiblancos. La camiseta ha permanecido invariable a lo largo de la centenaria historia del club, por lo que es el equipo profesional español que más años lleva vistiendo camiseta rojiblanca; sin embargo, el resto de elementos de la equipación han ido sufriendo diferentes modificaciones (pantalones blancos, negros o azules; medias blancas con vueltas rojas, azules con vueltas rojiblancas, rojas con tres bandas finas blancas en la vuelta y rojiblancas a franjas, así como negras con vueltas rojiblancas). El segundo y tercer uniforme también han ido cambiando a lo largo de la historia: blanco, azul, rojo, negro, verde o amarillo. (…). Saber más... WIKIPEDIA.

Sporting - El Comercio - Real Sporting de Gijón
Los orígenes.
Corría el año 1905. En el domicilio de Anselmo López se produce una reunión de jóvenes entusiastas del fútbol. Sobre las hojas de un cuaderno de notas se escriben unas palabras que certifican, oficiosamente, la aparición de un nuevo equipo en la ciudad. Su nombre era Sporting Gijonés. Los primeros entrenamientos y partidos se disputaron en la arena de la playa de San Lorenzo. Justo enfrente, en los antiguos locales del Ateneo, estaba la primera sede social del club. No es difícil imaginar la escena: acodados en la barandilla de un muro que por entonces sólo llegaba hasta el martillo de Capua, los gijoneses animaban, comentaban y seguramente criticaban ya las acciones de los primeros jugadores de un equipo que acabaría convirtiéndose en el más importante símbolo de Gijón.

5 de octubre de 2013

La historia pasó por Ceceda (Nava-Asturias)

Ceceda, reseña histórica  (artículo extraído del blog Escabecheru)
Vista antigua de Ceceda. Escabecheru
Breve aproximación a una historia de Ceceda
Hórreo Xuegu la bola. Escabecheru
Escabecheru.
Plantear una aproximación a la historia de Ceceda debe partir de tres premisas:
1º.- La realidad histórica de Ceceda está de ligada inevitablemente a la de los territorios del concejo de Nava (y también de Piloña y Cabranes) y más tarde a la de Asturias y España.
2º.- Las dificultades que derivan de la escasez de fuentes y documentos, libros e investigaciones implica que sólo es posible esbozar pinceladas fragmentarias, escuetas anotaciones y apuntes, referencias dispersas, hipótesis y especulaciones que intentan completar las enormes lagunas que acompañan a las escasas certezas que nos ha dejado la profundidad y lejanía de los tiempos remotos y la ausencia de fuentes de conocimiento suficientes.
3º.- El esfuerzo y el sentido de intentar recopilar y recuperar la historia, tradiciones, costumbres, personajes y cultura de Ceceda se justifica en el interés de que de las generaciones que conviven en este arranque del siglo tomen conciencia de la necesidad de conservar la memoria de sus antepasados y la necesidad de proteger el patrimonio cultural y natural escabechero para construir un presente mejor.
Busto de Roel en su monumento sito en el campu la Iglesia. Escabecheru
1.- Tiempos prehistóricos y antiguos
De la presencia humana en  tiempos prehistóricos en el territorio de Ceceda nos quedan como referencia los yacimientos, restos fósiles e instrumentos líticos encontrados en las excavaciones y lugares mencionados en las fichas arqueológicas del Concejo de Nava. Las piezas líticas encontradas, lascas y útiles tallados – casi siempre en cauces fluviales, encontrados en yacimientos al aire libre, por lo que no hay información estratigráfica y la precisión cronológica es escasa- son hallazgos de carácter esporádico  que estarían relacionadas con las actividades depredadoras de los pobladores del Paleolítico superior, habitantes de cuevas, cavernas y refugios.
Hacha de talón de dos asas de tipo bretón de la Edad de Bronce del estilo de las encontradas en Pruneda. Escabecheru
Túmulos como el de la Quinta o La Pucherina estarían vinculados tal vez a comunidades neolíticas y creencias de ultratumba. La mejora de las actividades agrícolas  y cambios culturales que supone  la aparición de la metalurgia (Bronce y posteriormente hierro) en los dos últimos milenios antes de Cristo  quedaría registrada  en el  lote de hachas  de bronce de Pruneda – hachas de talón, actualmente en el Museo Arqueológico Nacional- y en el castro de la “Coroña de castru”: “Todos los habitantes de las montañas son sobrios: no beben nada, a no ser agua, duermen en el suelo y llevan cabellos largos igual que las mujeres, aunque para los combates ciñen su frente con una banda. Los hombres van vestidos de negro, llevando casi todos ellos el sago, con el que duermen en sus lechos de paja; utilizan vasos labrados de madera, como los celtas, y las mujeres llevan vestidos con adornos florales.”  Estrabón.
Monedas romanas. Escabecheru
Inscripciones (lápida  de Cuenya), monedas  encontradas a finales del XIX y algunos restos confirman la hipótesis del poblamiento del territorio de Nava y Ceceda en época romana. Es posible que ya entonces las aguas de Fuensanta fueran utilizadas por sus propiedades medicinales.
Reportaje de la revista Blanco y Negro dedicado al homenaje al Doctor Roel en Ceceda en 1932. Escabecheru
2.- Edad Media
A comienzos de la  Edad Media  la historia   de estos territorios se vincula a la formación del reino de Asturias, a un primitivo poblamiento aldeano y a una agricultura de cereales y frutales. Encontramos ya alguna documentación específica, con la aparición de nombres de lugares del concejo. Se trata de una interminable sucesión de acontecimientos entre los que destacamos donaciones y cesiones, otorgacion de heredades, fundaciones de monasterios – el de San Bartolomé de Nava-, creación de cotos,  poder de  la nobleza local  amparado por el poder regio – primero en la familia de los Álvarez de Asturias y más tarde en  las de Nava y Noreña. Pero sobre todo. la concesión de una  Carta Puebla y Fuero al territorio de Nava –semejante al de Benavente- por el rey  Alfonso X en 1270 dotará de entidad jurídico-administrativa al territorio.
Enrique IV de Castilla (miniatura de un manuscrito del viajero alemán Jörg von Ehingen, circa 1455). De Desconocido author - Cropped from File:ENRIQUEIV.jpeg, Dominio público, WIKIPEDIA
Este privilegio de villazgo –incluido el de celebrar mercado semanal los sábados- será confirmado posteriormente  por Enrique IV en 1458 prueba de la necesidad de delimitar la competencia de las diferentes jurisdicciones medievales en conflicto: la eclesiástica, la nobiliaria, la real y la concejil. De la parroquia de  Ceceda dedicada a San Miguel, hay noticias en los siglos XIII-XIV y se cita en el inventario de Gutierre de Toledo (1385). Alguna fuente menciona  la posibilidad de que Doña Jimena, la esposa del Cid fuera natural de Nava.  Estas serían algunas circunstancias destacables de un  lejano medievo.
  Inscripción del palacio de Alfonso III en el museo arqueológico. Escabecheru
3.- Tiempos de la Edad Moderna
La  denominada Edad Moderna  comienza en el siglo XV con una familia. La casa de Nava, que empieza a destacar y que tendrá continuos enfrentamientos con otras Casas para obtener su hegemonía sobre estas tierras. Los monasterios de San Bartolomé de Nava y Santa María de Villamayor son anexionados por el monasterio de San Pelayo de Oviedo. Hubo diferentes focos de lucha entre el coto eclesiástico y la Casa de Nava, siendo el propio corregidor el que pusiera freno a estos enfrentamientos, aunque los problemas continuaron durante los, durante los siglos XVI y XVII. Hay constancia de revueltas y enfrentamientos motivados por los conflictos jurisdiccionales y señoriales propios del Antiguo Régimen de los reinos peninsulares y europeos. La población esencialmente campesina de entonces tendría que afrontar estos  enfrentamientos –en ocasiones armados- al mismo tiempo hambrunas y epidemias. Parece ser que la población fue diezmada por una importante peste a mediados del siglo XVI. Nada extraño que esta circunstancia  se repitiera con frecuencia. Se considera que Ceceda fue un gran centro económico en el siglo XVII: a esta época se atribuye la construcción de la capilla de Santa Lucía y el puente medieval que la une con su Vega.
Capilla de Santa Lucía del siglo XVII. Escabecheru
En el siglo XVIII datamos la fundación de la Cofradía de la Virgen de Carmen. También  tenemos algunas referencias  a  Nava y Ceceda en el Catastro de Ensenada (1750_1754). En los montes comunales se refiere una cabaña ganadera –preferentemente  de ganado vacuno y ovino, pero también consta cabrío, caballar y colmenas- y en los valles sembrados cercados dedicados al cereal, la escanda, el maíz y las alubias que junto con los productos de las huertas familiares aportarían la alimentación básica.  Las Respuestas Generales para formar el catastro llamado de Ensenada permiten también conocer cuáles eran las características del trabajo de los artesanos y de las manufacturas a mediados del siglo XVIII. El catastro enumera también 35 molinos harineros de los cuales 7 estarían en Ceceda y otros oficios e industrias artesanales como herreros, carpinteros, canteros, tejedores y sastres, madreñeros, cesteros. Pero destaca  en Ceceda la existencia de cinco hornos de “cocer ollas” que pagaban por diezmo “de diez una, sean grandes o pequeñas las que se fabriquen”. Sobre esta tradición  de producción de ollas de barro en Ceceda hay referencias de que ya en el siglo XVI llegaban a Oviedo. Y tras el Catastro de Ensenada (1750_1754) que como vemos recoge este oficio, Tomas López (1789) habla de fábrica de loza muy antigua en Ceceda, Jovellanos, en 1791, describe brevemente la producción de estos utensilios y Madoz (1850) alude a una fabrica de ollas de barro, que está en decadencia… (veáse los alfares de Ceceda).
Referencia a Ceceda en el Catastro de Ensenada. Se pueden ver las respuestas generales de Nava microfilmadas en la página web del Ministerio de Cultura.  Escabecheru  
Para finales del siglo XVIII, tenemos el importante testimonio en los Diarios de Jovellanos (1790-1801). De  las observaciones que el ilustrado asturiano hace de las actividades  productivas de los pueblos asturianos podemos inferir algunas nociones de las actividades agrícolas y ganaderas y de las “industrias rústicas” asociadas. La plantación de una gran variedad de clases de  manzanos, de los que se obtenían las manzanas que, aunque se podían consumir  crudas y asadas, se utilizaban “principalmente para sidra” que se conservaba en toneles; la cría de cabezas de ganado vacuno y también ovino y  cabrío; la tradición de “ricos y regalados quesos”; la manteca o mantequilla que, cocida y entripada,  podría llegar a venderse incluso en los mercados de Castilla y en Madrid;  los martinetes de cobre, en los que se fabricaba “toda clase de utensilios de cocina”; los “infinitos telares de lienzos y colchas ordinarias“, repartidos en las parroquias rurales ,especie de industria casera; los batanes de mantas y sayales fabricados también por los mismos campesinos para su propio consumo; fraguas para la fabricación de artefactos de labranza;  herreros para hacer  calderos, sartenes y cucharas de hierro; carpinteros, albañiles, sastres…y fabricantes de zuecos de madera y de almadreñas o “madreñas”.
Retrato de Jovellanos en el Museo Lázaro Galdiano, c.1797. De Antonio Carnicero - GasparmelchorDeJovellanosAntonioCarniceroMancio, Dominio público, WIKIPEDIA
Pero como hemos mencionado, la alusión directa que hace Jovellanos en sus Diarios  a Ceceda recoge noticias sobre la industria  alfarera tradicional de fabricación de ollas de barro: una “industria popular” típica, complementaria de la agricultura en la que “fabricaban sólo mujeres debajo de los hórreos y en las corradas de sus casas”. Aunque la tradición oral se ha perdido y no quedan piezas de aquel arte artesano Jovellanos destaca tres notas curiosas: a) Son mujeres las únicas artesanas, b) Usan un antiquísimo torno de mano parecido al de Zamora (Carvallino, Pereruela), aunque con notas típicas que lo caracterizan; y  c) En sus transacciones usan aún el trueque: “las cambian (las vasijas) por hierro y frutos”.  Era una cerámica de barro fino -de color amarillento- fabricada exclusivamente  por las mujeres debajo de los hórreos o en las corradas de sus casas mediante un sencillo torno con el que daban forma a vasijas de  diferentes formas y tamaños que luego eran objeto de trueque por frutos y objetos de hierro. Para seguir la pista de las peculiaridades de este trabajo artesanal, Pin  Ureta nos remite a los estudios de Pérez Vidal y José Manuel Feito. Su decadencia aparece constatada en el Diccionario de Pascual Madoz (1846). En los últimos años del siglo XIX y principios del XX, las nuevas industrias provocaron una crisis que la llevaron al borde de la extinción a la mayo parte de los alfares.
Edición de 1953 de los Diarios de Jovellanos (1790-1801) en los que se alude a la tradición alfarera de Ceceda. (Alsa ha editado un libro y una página interactiva sobre los viajes de Jovellanos). Escabecheru
Desde mediados del XVIII se incrementa también el  tráfico comercial con los municipios limítrofes y Castilla –existen censados arrieros que traen vino de Castilla-, se consolida la administración concejil y  de justicia –dos jueces, uno elegido por los nobles y otro por los labradores- y aparecen los primeros servicios sanitarios y educativos con un rudimentario servicio médico municipal  y una escuela de “primeras letras”. Perviven aún los cotos o enclaves señoriales como el de Tresali y La Vega y la población se incrementa hasta 614 vecinos en el concejo.  El nuevo siglo traerá cambios profundos que se irán manifestando lentamente en el territorio español, asturiano, naveto y escabechero.
CECEDA NAVA ASTURIAS POSTAL FOTOGRAFICA 1910. Todocolección
4.- El siglo XIX 
De la  historia con mayúsculas, poco sabemos de Ceceda del siglo XIX. Algunas alusiones circunstanciales al concejo de Nava durante la guerra de independencia, repercusiones de la supresión de jurisdicción y cotos señoriales, desamortizaciones eclesiásticas  y alguna noticia sobre alguna incursión carlista en Ceceda: Durante la carlistada ( la tercera guerra carlista entre 1872 y 1876), Ceceda estuvo ocupada por las tropas del general vasco Pablo Sanz que tomaron Oviedo  y dejaron en Ceceda un destacamento para vigilar los lugares estratégicos desde El Cantón, el Campulotu y Solapeña”. La revolución liberal y la industrialización que germinaban en el mundo urbano decimonónico tardarán años en llegar al mundo rural en general y al asturiano en particular.  Se articula el espacio y la administración pública local con  la incorporación de los cotos a la jurisdicción del concejo de Nava y la mejora de comunicaciones que luego veremos. La industrialización dejará poca huella en el XIX, la minería será marginal y la agricultura y ganadería son la base económica de un mundo claramente rural. mercado semanal de los sábados en Nava  en el que  predominan las transacciones de ganado, productos agrarios y artesanales (útiles de labranza  o cacharros de loza fabricados en los viejos alfares de Ceceda.
Escudo heráldico de la casa y solar de Nava, una de las familias nobiliarias con más antigüedad de Asturias. Escabecheru
Durante el siglo más que industrias sobreviven los tradicionales molinos, batanes y lagares. La tradicional  riqueza escabechera  ha sido la agricultura y la ganadería, el ganado vacuno, la manzana y la sidra, la pesca de trucha y anguila, la explotación forestal. A mediados del siglo XIX tenemos la 
radiografía  de  Ceceda que  Sánchez Miñano y Madoz  recogen en sus diccionarios y cuya información resumimos a continuación:Ceceda o la feligresía de San Miguel de Ceceda  en la provincia y diócesis de Oviedo, partido judicial de Infiesto y Ayuntamiento de Nava que comprende además La Vega, la Faya, Fresnadiello, Lienra, Grandiella y Las Bisecas. Terreno desigual con libre ventilación, clima  propenso a fiebres, dolores de costado, erisipelas y reumas. Escuela de primeras letras con 80 niños y maestro de 900 reales de sueldo anual. Parroquia con un cura de segundo ascenso y de patronato real. Cinco fuentes de buenas aguas y dos paseos con arbolado. Una ermita con el título de Santa Catalina que nada de particular ofrece. Caminos transversales y malos salvo el de Santander a Galicia.
Foto de Madoz publicada en La Ilustración de Madrid en 1870. Pascual Madoz nació en Pamplona el 17 de mayo de 1806 y falleció en Génova el 13 de diciembre de 1870. wikiwand.
El correo se recibe de Infiesto, tres veces por semana por balijero.  Terreno de buena calidad fertilizado por el río Pra en el que confluyen el de la ranera y el de Espinaredo. Producción de trigo, escanda, centeno, maíz, nueces, avellanas, miel, frutas y hortalizas; se cría ganado vacuno, de cerda y lanar;  caza y pesca de diferentes especies. Tres molinos harineros que se mueven poco por falta de aguas; y una fábrica de ollas de barro que está en decadencia. Operaciones comerciales de habas, avellanas y castañas e importación de géneros de vestir y otros necesarios. La población es de 60-100 vecinos y 300-450 almas.  Se cuentan 400 casas. Desde mediados del siglo XIX será el balneario de Fuensanta el centro  dinamizador de la zona con servicio de carruajes y diligencias  que traían “agüistas” desde Oviedo. La actividad del balneario se incrementará en los años siguientes -con la llegada del ferrocarril a Nava y la construcción del apeadero de Nava- hasta su decadencia tras la guerra civil y su conversión desde 1968 en la actual fábrica de embotellado de aguas A finales del siglo XX la llegada del ferrocarril (línea Oviedo-Infiesto hacia 1891) y la mejora de las comunicaciones  por carretera  vieja traerán lentamente los cambios de los nuevos tiempos.
Construcción del ferrocarril 1881. Escabecheru
5.- Ceceda del XIX al XX
En 1900 la población del concejo superaba los 6000 habitantes. Ceceda era una de las parroquias más pobladas. Los años que nos llevan del siglo XIX al XX – la época en la que nacieron nuestros abuelos, los de la generación del baby boom – son tiempos de cambios. Muchos de los que nacieron entonces tuvieron que emigrar y algunos fueron a hacer las Américas (ver Museo de Indianos). La situación precaria de gran parte de la población rural obligó a “hacer de la necesidad virtud” y muchos escabecheros tuvieron que compartir su amor a la aldea con la necesidad de emigrar: muchos partieron  a Cuba, a Méjico y Argentina para ganarse la vida. La magnitud de los cambios de fin de siglo queda magníficamente retratada por Alfonso Rodríguez en las páginas que abre su libro sobre el Doctor Roel: “Se dice que una persona que hoy tenga más de 65 años vivió más cambios técnicos y más cambios en el acceso a bienes y servicios en su vida que otra que anteriormente hubiera vivido los quinientos años anteriores, tal es la cantidad de mejoras técnicas y de bienestar concentradas a partir de la segunda mitad del S XX. 
El doctor Roel, benefactor esencial  en la historia de Ceceda. Escabecheru
Sin embargo, durante el relevo entre los siglos XIX y XX, Ceceda vivió uno de los momentos más importantes de su historia. Por su ubicación privilegiada vio como la nueva Carretera Nacional pasaba al lado del rio Pra y después la vía del ferrocarril (1891) inauguraba el tramo Oviedo-Infiesto con paradas en Les Arriondes y Carancos” El tren fue la auténtica revolución en el transporte, el tren permitió transportar viajeros y mercancías en cantidades solo conocidas hasta entonces en barco, fue el tren el medio que acabó con las hambrunas periódicas, la última que cayó sobre España en 1887. El tren acercó en pocas horas de viaje a muchos asturianos a Oviedo y Gijón, dos pequeñas ciudades provincianas que en aquella época no llegaban a los 30.000 habitantes y el tren también podía cruzar la Cordillera, aparecer en la Meseta y llegar a Madrid, toda una aventura. Y es que en Asturias se iba antes a Cuba, Méjico o Argentina que a Madrid. De finales de siglo es también la ampliación del alumbrado eléctrico, ya presente en ciudades y villas. Precarios tendidos eléctricos con cables de cobre al aire llevan a las casas la energía necesaria para alumbrar tímidamente las casas con bombillas de 15 W. Ceceda se abastecía de luz gracias a una turbina instalada en el molino de Basoreu”.
Retrato de Juan Antonio Llamedo. Escabecheru
Centenario Fundación Roel, Alfonso Rodríguez, pp. 15 y 16, 2009. De esta época, a caballo entre los dos siglos, coinciden además en Ceceda dos figuras cuyas obras significaron cambios tan importantes como la mejora de las comunicaciones y a los que debe Ceceda su configuración actual. Son los dos grandes benefactores del cambio de siglo: el Doctor Roel y D. Juan Antonio Llamedo. El Dr. Faustino García Roel (1821-1895)  nació casualmente en Ceceda y agradecido, en su testamento dejó una donación económica que sirvió para construir la traída de agua y el alcantarillado, equipamientos que hoy consideramos básicos pero que hace un siglo eran todo un lujo. Hoy la Fundación Roel administra este legado. Otro de los personajes decisivos  fue Don Juan Antonio Llamedo, hijo de un modesto labrador de La Cueva, emigrado a Cuba y Méjico y ejemplo de indiano que logró el éxito con su esfuerzo y tesón.  A Juan A. Llamedo debe Ceceda la construcción de la Iglesia Parroquial y la Escuela tal como las conocemos hoy día.
(...) la iglesia de San Miguel de Ceceda. La iglesia actual consta de nave única, dividida en tres tramos, crucero y capilla. En la parte derecha derecha del crucero se encuentra el altar con la imagen de la Virgen del Carmen, adquirida en Buenos Aires por los lugareños en 1953.(...).  Escabecheru
Compró el terreno y trasladó el cementerio hasta La Fontanina ( que se encuentra  a la salida de Ceceda, camino de la Cuesta y Pruneda) donde se encuentra actualmente. Además pagaba caja y  entierro a los indigentes de la parroquia.  También se le debe la  Plaza de la Rendona,  dónde se encuentra la casa de su familia, una gran casona de estilo colonial de inspiración modernista que llaman La Casa Nueva-  que también es obra suya: allí se encontraban  unos huertos que compró y acondicionó, plantando luego alrededor unas acacias para ser plaza pública  de esparcimiento de los vecinos. La verja de la parte posterior tiene el típico coup de fouet del Art Nouveau. También  podemos mencionar a Adolfo Fernández Vega   que nació en Infiesto en abril de 1857 y cursó la carrera de Medicina en la Universidad de Madrid, en la que se doctoró con la tesis Neumonías. En 1899 realizó la especialidad de Oftalmología y regresó a Oviedo, donde ejerció su profesión. Sus últimos años los pasó en Ceceda, donde contribuyó en varias mejoras del pueblo, entre ellas la donación de terrenos para la instalación del depósito de agua. Fallecido el 12 de mayo de 1936, En su memoria se instaló en 1955 el busto  -de Víctor Hevia- que está en la plaza que lleva su nombre a la entrada de Ceceda. Sus descendientes, son los Fernández Vega, una familia de oftalmólogos que tienen su casa en la parte alta del pueblo (El Campulotu)
Adolfo Fernández Vega en su finca de CecedaEscabecheru
6.- El siglo XX
En  aquel mundo rural de la época de la Restauración (Alfonso XII, Regencia de María Cristina y reinado de Alfonso XIII hasta 1931) con la que entramos en el siglo XX los escasos  cambios  vendrán con la mejora de las comunicaciones y, en el caso de Ceceda, con la incidencia de las donaciones de los benefactores mencionadas.  En la primera década del siglo XX se acentúa la emigración, principalmente hacia Cuba y Argentina. En 1908 se crea en Ceceda un sindicato agrícola con el objetivo, entre otros, de atender, según consta en los estatutos, a través de Bolsas de auxilio “ a los socios inválidos, ancianos y pobres( Andrés Martínez Vega, p.53). Los trabajadores asturianos forman entidades filantrópicas  no sólo en su provecho sino también para  prestar ayuda económica y educacional a  sus aldeas y municipios de origen. Tal ese el caso, por ejemplo, del  Club Concejo de Nava  (Instrucción, Recreo y Beneficiencia) fundado en La Habana en julio de 1913. En los años veinte asistimos a una mejora de la red escolar. En 1918 sólo existían las escuelas unitarias de Ceceda y Nava, la primera gracia a al beneficiencia del Doctor Roel. Durante la Dictadura de Primo de Rivera y la República se crearon otras en Cuenya, Pruneda, Cesa y Tresali entre otros lugares Para el conocimiento de al emocionante  “pequeña historia“  de la vida cotidiana de las  primeras décadas del siglo XX son esenciales los recuerdos de  infancia e investigaciones  de Pin Ureta. En realidad, más allá del costumbrismo y de la anécdota tenemos muy  poca  historia conocida de Ceceda durante  la República, la guerra y el franquismo. Tiempo de silencio, tiempo de sombras.
Placa conmemorativa a Juan Antonio Llamedo en la Casa Nueva. Escabecheru
Durante la II República, en 1932 se levanta otro de los iconos de Ceceda que encontramos en el campo de la Iglesia: el  monumento conmemorativo a la memoria del Doctor Roel. La estatua, un busto encargado a Arturo Sordo, se financió con donativos populares y se inauguró el 10 de julio de 1932 con presencia del ministro de fomento Álvaro de Albornoz, las diputadas nacionales Margarita Nelken y Victoria Kent, el gobernador civil Alonso Mallot, el presidente de la Diputación Provincial Ramón González Peña y numerosos representantes del mundo de la medicina. De ese mismo año data la  placa conmemorativa a Juan A. Llamedo en la Casa Nueva. Durante la guerra civil, Asturias, Nava y Ceceda quedaron enmarcadas en la zona republicana entre 1936 y octubre de 1937, fecha en la que estos territorios fueron incorporados al estado franquista que se estaba constituyendo. La posguerra trae hambre, miseria, represión, mercado negro, racionamiento y silencio acompañando a la penuria económica. Hubo una larga  guerra, una posguerra aún más larga y una dictadura interminable.En  Ceceda en los cuarenta vinieron las obras de saneamiento y alcantarillado junto al afirmado de calles.
Las escuelas de Ceceda tienen más de siglo y medio de existencia. En la actualidad se conservan las dos aulas, una de ellas destinada para la Educación Infantil y la otra para la enseñanza de los ciclos de Primaria. Escabecheru
Con la  apertura de finales de los  cincuenta se intenta reactivar la economía con iniciativas como el cultivo de lúpulos para fabricar cerveza. Pero la sociedad rural no da para cubrir las necesidades de la población y muchos escabecheros recurrieron de nuevo a la emigración hacia las zonas industriales o mineras de la región, a la Europa industrializada y a Madrid y Barcelona. En 1958 se construyó una zona ajardinada junto a la escuela aprovechando la compra por parte del Ayuntamiento de un terreno en el Campo de la Iglesia para destinarlo a espacio público. En los sesenta la canalización del agua se extiende a otros sitios de Ceceda. En 1962 se concede el agua al barrio de Ali. En 1965 se aprueba conceder el agua a Les Arriondes , Los Pontones Fresnadiellu, La Faya y La Trancada. En los años cincuenta y sesenta el destino fue la ciudad, muchos fueron a Madrid. Desde entonces Ceceda se convirtió también en un pueblo familiar de veraneo. Los escabecheros siguieron emigrando a las ciudades en los años del desarrollismo,  pero muchos  vuelven en las vacaciones de Navidad, Semana Santa y verano con los que se quedaron (“vuelve, a casa vuelve por Navidad”…). Se produce un lento mestizaje entre lo rural y lo urbano. En los años de la infancia y adolescencia de los hijos del baby boom, hijos de escabecheros, escabecheros de sangre.
Lo viejo y lo nuevo se solapan a través de lentos cambios en los sesenta y setenta. Una vara de hierba, símbolo de las labores campesinas y ganaderas escabecheras en una fotografía de los setenta.. Escabecheru
7.- Ceceda viaja del XX al XXI
Con la llegada de la democracia y las elecciones municipales de 1979. regresa el voto popular a la elección política. El silencio escasamente roto se ha convertido en garantía de convivencia en la que el olvido impide que nada salga a la superficie. La participación popular y juntas vecinales han permitido mejoras en servicios, infraestructuras y comunicaciones. El mestizaje de la Ceceda rural y emigrante con la urbana  que va y viene y los cambios de  estructura económica española casi han  hecho desaparecer  del carro, la tenada, la leche y  el hórreo y han traído nuevas formas de explotación agro-ganadera, industrias agroalimentarias turismo rural, construcción y actividad terciaria. Tambie´n nuevas formas de vida y mentalidades.  Para nuestra generación, la que nacimos entre los cincuenta y sesenta, entramos  en lo que podemos llamar la   memoria de la historia vivida.
La escuela de Ceceda de principios de siglo recogía niños de otras parroquias de alrededor, que no tuvieron escuela hasta la segunda década del XX y estaba saturada, en las fotos que existen se cuentan hasta más de 70 alumnos con el maestro y otras tantas alumnas con la maestra y de todas las edades. No se podía aprender en este estado más que lo básico. Escabecheru
En 1982, recordamos como la selección argelina fue recibida en  Ceceda –donde se hospedaba el equipo de fútbol- con cohetes cuando venció a Alemania en el Mundial de fútbol. Desde entonces siguen pasando muchas cosas, algunas de la cuáles merecen ser recordadas y están quedando y quedarán recogidas en la web y en el blog escabecheru. La pequeña y la gran historia,la de los que vienen y la de los que se van, la de todos.  La vida escabechera se revitalizó con la llegada del  Mercáu astur, que desde 2001 a 2010 se convirtió en una memoria de nuestro pasado. En 2009 fue declarada fiesta de interés turístico regional, El pueblo se  transformaba en esos  días  recuperando retazos de la antigua vida rural; artesanos trabajando en su oficio, vendedores de productos, puestos de comida, pasacalles, música tradicional, danzas, juegos infantiles y muchas más actividades en el Campu la Iglesia.  Durante un par de días volvía  la indumentaria del traje campesino, las tradiciones. “la llingua”  diversiones, juegos  y cuentos que evocabann, entre gaitas y tambores un bucólico pasado rural y artesanal perdido y revivido entre  cuélebres, gaitas y tambores.
  Cartel del Mercáu astur de Ceceda de 2004. Escabecheru
Y así llegamos a la Ceceda actual, la del siglo XXI. Una Ceceda con poca natalidad en la que nos abandonan poco a poco los más mayores y la ilusión, como siempre, reside en los más jóvenes. Un pueblo que sigue haciendo historia y generando noticias. Una Ceceda  menos poblada y más envejecida, pero que l de alguna manera lucha por recuperar su latido, porque es  la aldea de nuestros antepasados, un pueblo irrepetible, maravilloso en el que un carreterín simboliza la subida al paraíso y “La Fontanina”, nuestro cementerio, el sereno reposo de la nostalgia de todos nuestros seres queridos, los de la gran familia extensa escabechera.  El espíritu de la Ceceda eterna que llevamos en el corazón.
Portada del álbum conmemorativo con motivo de la llegada a Ceceda de la imagen de la Virgen del Carmen en 1953.  Escabecheru
FUENTES Y DOCUMENTACIÓN
Esta aproximación histórica a Ceceda se ha realizado a partir de la información -véase:
Documentos para la Historia- encontrada en  diferentes blogs y webs en la Red, en algunas fuentes clásicas que se refieren a Ceceda como las de Jovellanos, Sebastián Miñano, Pascual Madoz,  en los libros parroquiales que aún se conservan en la rectoral de nuestra parroquia, en obras de indagación como las de Pin Ureta, Alfonso Rodríguez, Andrés Martinez Vega, Saúl Torga Llamedo-,  en algunos libros de viajes como  los de Manuel de Foronda –De llanes a Covadonga (1893)- o  de Juan Antonio Cabeza, en noticias  diversas y artículos como los de Leocadio Redondo, cronista oficial de Nava o la periodista Mariola Menéndez, en las fichas arqueológicas del concejo de Nava de Ramón Fernández Rañada y en las siempre efímeras y frágiles –si no somos capaces de registrarlas y fijarlas a tiempo- fuentes orales.
Procesión Carmen 1916. Escabecheru
FUENTE: Escabecheru - Blog de documentos sobre Ceceda. Artículo publicado por <<Escabecheru>>. "Blog de documentos sobre Ceceda" 
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Que visitar
La historia del establecimiento comienza en el año 1934, fecha en la que Francisco (Pancho) y Amparo, regresan de Cuba y deciden poner un negocio en Ceceda, pueblo natal de Amparo.
Construyen una edificación en la que el bajo se destina a negocio y la planta alta a vivienda. Bajo el nombre comercial de Casa Pancho ponen en funcionamiento un Bar/Tienda en el que se podían adquirir bebidas, comida (la poca que había en aquellos tiempos), calzado, ropa, utensilios de cocina, etc.
Por la falta de mercaderías, como consecuencia de la Guerra Civil, Casa Pancho tuvo que permanecer cerrada desde 1937 hasta 1940, año en el que inició de nuevo su actividad. Desde 1940 hasta 1960 el negocio continuó regentado por Pancho y Amparo, siendo lugar de reunión de los vecinos del pueblo y de los alrededores; fue en aquel entonces cuando se hicieron famosas las partidas de bolos, que en la bolera que tenía el establecimiento, tenían lugar los domingos.

El Restaurante casa Colo en Ceceda. Comarca de la Sidra
Debido al fallecimiento de Pancho en el año 1960, se hace cargo del negocio el segundo de los hijos del matrimonio, Colo. A finales de los años 60, Colo y su mujer Lolina deciden cerrar la tienda y en el lugar que ésta ocupaba construyen un comedor para 20 personas y comienzan a dar comidas. Los primeros comensales del negocio fueron los encargados de las obras de ampliación de la carretera nacional 634, que en aquellas fechas se estaba realizando. Poco a poco y con mucho esfuerzo el negocio fue cogiendo fama, siendo muy recordadas las sesiones vermut de los domingos después de misa donde se servían croquetas, empanadillas, tortilla de patata y mejillones a la marinera. A mediados de los años 70 y debido al incesante aumento de clientela, el negocio empezaba a quedar pequeño, por lo que construyen una terraza sobre el precioso valle, con capacidad para 70 personas. Es a finales de los años 80 cuando la 2ª planta de la casa –destinada hasta ese momento a vivienda– se modifica, instalándose 3 pequeños comedores; asimismo y debido a su ya escaso uso, en el lugar donde estaba ubicada la bolera se construye una terraza de verano. A finales de los años 90, la hija de Colo y Lolina, Loli, coge las riendas del negocio, continuando la tradición y saber hacer que ha hecho de este Restaurante uno de los más conocidos y valorados de Asturias.
Un filete al queso con su guarnición. | Ana Paz Paredes. LNE
FUENTE: CASA COLO 
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AUTORES.

ESCABECHERU. La intención de este blog es recopilar y clarificar la información existente, aportar ideas y sugerir líneas de investigación con el ánimo de conocer mejor el pasado de Ceceda, transmitir el interés por saber más cosas sobre nuestro pueblo e implicar a las nuevas generaciones en el afán por descubrir nuestras raíces en las vidas de nuestros antepasados., dialogar con el pasado y encontrar sus huellas en el presente. Para esta finalidad contamos con la información  y documentación –escasa, fragmentaria y dispersa-  que hemos encontrado en diferentes blogs y webs en la Red, en algunas fuentes clásicas que se refieren a Ceceda como las de Jovellanos, Sebastián Miñano, Pascual Madoz,  en los libros parroquiales que aún se conservan en la rectoral de nuestra parroquia, en obras de indagación como las de Pin Ureta, Alfonso Rodríguez, Andrés Martinez Vega, Saúl Torga Llamedo- ,  en algunos libros de viajes como  los de Manuel de Foronda –De llanes a Covadonga (1893)- o  de Juan Antonio Cabeza, en noticias  diversas y artículos como los de Leocadio Redondo, cronista oficial de Nava o la periodista Mariola Menéndez, en las fichas arqueológicas del concejo de Nava de Ramón Fernández Rañada y en las siempre efímeras y frágiles –si no somos capaces de registrarlas y fijarlas a tiempo- fuentes orales. (…). Saber más…

EL BLOGDE ACEBEDO (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.

“El único deber que tenemos con la historia es reescribirla”. (Oscar Wilde)

El Blog de Acebedo se adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo haber nacío nella

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