El Gijón decimonónico, de 1844 a 1865 |
Imagen anónima de la playa de San Lorenzo a finales del siglo XIX. El Comercio. |
Quizás hubiera más de 9.058 habitantes censados, si bien, escondidos de los censos por temor a ser incluidos en las levas de los ejércitos reales que buscaban carne de cañón para morir defendiendo una patria que no los defendía (al pueblo llano), sino que solamente servía a los oscuros y no tan oscuros intereses de algunos poderosos miembros de la aristocracia |
Imagen de una
maqueta del Gijón de 1820 que el Ayuntamiento de Gijón ubicó en su stand de la
Feria de Muestras del año 2005 y luego reutilizó en diversas exposiciones, y
otra de la Autoridad portuaria, podemos recrearnos en cómo era nuestra ciudad
cuando era poco más que un pueblo de 9.058 habitantes censados. (…). Facebook: Hernán Piniella Iglesias.
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Hernán Piniella IglesiasEn aquellos censos solo contaban como vecinos los varones cabeza de familia, mientras las viudas con hijos eran contabilizadas como medio vecino, el resto de habitantes, hijos, ancianos u otras personas que vivieran en la misma casa eran contados como almas. Otra manera de librase de las levas, a las que eran llamados los hijos de los Pecheros, amén de ocultarse, era declararse Hijosdalgo, el rango menos notorio de la nobleza y en Asturias más del 80% de los habitantes resultaron ser Hijosdalgo, por más pobres que fueran, algún privilegio debían de tener los paisanos de Don Pelayo. En la feligresía de San Juan de Tremañes a la que pertenecían el Natahoyo y Lloreda, había censados 112 vecinos y 538 almas en un total de 95 casas, 48 vecinos en Tremañes, 38 en el Natahoyo y 26 en Lloreda. En un terreno calizo de clima sano cruzado de Sur a Norte por dos ríos el Cutre o Cutis y el Tremañes o Pilón uniéndose ambos en el lugar del Natahoyo o Ataoyo con el arroyo de San Pedro, pocos metros antes de desaguar al mar, para cruzar sus cauces existían dos puentes de Piedra en El Natahoyo y Lloreda y uno de madera en Tremañes.