Hermanos Guilhou, banqueros a su servicio. (Art. Actualizado - Enero 2019)
Jean Antoine Numa Guilhou. Ayuntamiento de Mieres |
Hermanos Guilhou, banqueros a su servicio. Ilustración de Alfonso Zapico |
El Café Anglais, en París, fue uno de los restaurantes más elegantes en la Francia del Segundo Imperio y a él acudían los aristócratas a presumir y los banqueros a cerrar negocios de alto nivel. Una noche cenaba en el suntuoso local el duque de Abrantes, todavía joven e impetuoso, cuando observó que al comensal de al lado le servían unos riñones «a la brochette». Inmediatamente hizo notar su disgusto ordenando al camarero en voz alta para que todo el mundo pudiese oírlo que le cambiase a otra mesa «alejada de aquel señor que es capaz de comer eso a la hora de cenar». El cliente pareció no sentirse ofendido y siguió dando buena cuenta del plato de vísceras, luego pidió su cuenta y al salir se acercó a la mesa del duque insolente: «Señor, usted no come riñones, pero seguro que se quiere batir conmigo por la mañana». Todas las miradas se posaron en el retado que no pudo hacer otra cosa que aceptar.