El 1 de abril de 1939 en Asturias, entre ejecuciones y rondallas
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Manifestación
en la Plaza Mayor de Salamanca para celebrar la toma de Gijón (1937). De
Desconocido - Biblioteca Virtual de Defensa: FOTOGRAFÍA DE UN DESFILE
FRANQUISTA EN SALAMANCA (MUE-120692) page 1. WIKIMEDIA. |
La victoria franquista fue celebrada
con banda de música y manifestaciones
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Una
estampa de la época: suministro de agua a la población en la calle Río San
Pedro, en Oviedo. La Nueva España. |
La Nueva España.
Con el fin de la guerra llegó el cambio de
hora. Lo de adecuarse al horario de verano ya funcionaba en la Asturias de la
inmediata posguerra, y así sucedió en los primeros días de abril de 1939. La
Asturias que recibió el 1 de abril, a las diez y media de la noche, el esperado
parte del fin de la contienda, era una región que despertaba lentamente,
calladamente a los nuevos tiempos. Casi medio año después de que las tropas
nacionales entraran en Gijón (21 de octubre de 1937) poniendo fin a la guerra
en Asturias y derribando el último baluarte del llamado frente norte, los
consejos de guerra eran casi diarios. Aquel 1 de abril del famoso «cautivo y
desarmado el Ejército rojo...», hubo fiesta en Oviedo, para quien podía
permitírselo.
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El 19
de enero de 1937 se fundó Radio Nacional de España por el general Millán Astray
en Salamanca. Fue creada por la Delegación del Estado para Prensa y Propaganda.
Sus estudios estaban en el Palacio de Anaya de la capital salmantina, sede de
la Oficina de Prensa y Propaganda, cuyos primeros directores lo fueron asimismo
de Radio Nacional de España. (…). Recuperando Memoria. |
Cuentan las crónicas que la gente salió a la calle tras escuchar
por Radio Nacional aquel patriótico «La guerra ha terminado». Salió hasta una
banda de música y algunos generalistas, y los chavales se entretuvieron en
hacer sonar los timbres de las casas y dar a los picaportes. No había que
madrugar, el 2 de abril era domingo. En Gijón, ese día, hubo manifestación
cívica que salió a media tarde de la plaza Mayor y acabó en la plaza del
Generalísimo (la actual plaza del Parchís), donde el alcalde Paulino Vigón lanzó
a los cuatro vientos una arenga patriótica.
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1945. El Antiguo Instituto Jovellanos, en la entonces Plaza
del Generalísimo de Gijón. COLECCIÓN DEL MUSEO DEL PUEBLO DE ASTURIAS. El Comercio.
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Cuentan los periódicos de la época
que hubo ovación especial al cónsul de Alemania en Gijón, de apellido Jaenicke.
Los «buenos» eran los alemanes, ya con Hitler bien pertrechado en el poder y
haciendo planes para la terrible tormenta guerrera que se avecinaba. El 27 de marzo Oviedo había enterrado a uno de
sus últimos muertos en combate. Se llamaba Joaquín Vigil-Escalera y tenía tan
sólo 19 años. Pero la vida seguía, qué remedio. Los escuetos comunicados de consejos
de guerra que publicaba la prensa acababan por sistema con alguna petición de
pena de muerte por parte del fiscal. Y el fiscal solía «tener razón».
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Un hombre contempla el cadáver de una mujer en la calle San Bernabé de Oviedo (1936). El Español. |
Entre ejecución y ejecución había que comer.
Funcionaba la Junta Harinopanadera Provincial, que era la encargada de decretar
los precios del pan en toda Asturias (una pieza de 450 gramos costaba 30
céntimos, que para los tiempos que se vivían no era poco). La radio era el mejor método para olvidar
penas, aunque fuera a medias. Pocos días antes del fin de la guerra civil la
F.E.T. 22 programaba a las doce del mediodía una larga sesión musical en
directo con la orquesta «Rialto», los cantantes flamencos Joaquín Jiménez «El
Zumbilla» y Vallejo «el más grande», la «estrella coreográfica Lolita Tamayo»,
la «pequeña estrella del varieté Paquita Baby» y «el fenómeno de la guitarra
Diego Amaya». Había otra forma de divertirse, más apasionada
pero también más arriesgada.
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¡Atención! Las enfermedades venéreas amenazan tu salud. ¡Prevente contra
ellas!
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Las guías médicas estaban llenas de especialistas
«en enfermedades secretas» que era una forma de interpretar las enfermedades
venéreas. Entre tanta fame de sexo y de la otra, el bar La Paloma, de Oviedo, y
el bar Centenario, de Gijón, proclamaban en anuncios su oferta variada en
marisco. Los dolores -los de la cabeza porque los
otros, los del corazón, no tenían cura tan sencilla- se aliviaban con
analgésicos de nombre extraño, sucedáneos de la aspirina de toda la vida. La
Instantina era de Bayer, como la Doloretas. Otra nos suena más, la
Cafiaspirina. Funcionaba la recaudación ciudadana de «plato único y día sin
postre», frase que se hizo popular para indicar qué flacos estaban los
bolsillos. Era voluntario, o casi. «Se pone en conocimiento de los vecinos de
la parroquia de Cenero que aún no han pagado el "Plato único" y
"Día semanal sin postre" que se les concede un plazo de tres días
para hacerlo efectivo».
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La
catedral de Oviedo después de los combates de las guerra Civil. Todocolección. |
Los periódicos aún recordaban en forma de
esquela a algunos de los marineros asturianos muertos en el naufragio del
crucero «Baleares», sucedido un año antes en aguas del Mediterráneo. En marzo de 1939 hubo nuevo Papa, el cardenal
Pacelli que pasó a la Historia como Pío XII. Por aquellos días moría el
arqueólogo Horward Carter, el hombre que descubrió la tumba de Tutankamon. Todavía no se especulaba con la maldición del faraón. El primer premio de la
Lotería Nacional en un sorteo ordinario ascendía a la astronómica cifra de
100.000 pesetas. En Gijón se presentaba la maqueta de la futura nueva iglesia
de San Pedro, con un perfil tal cual la conocemos hoy. El 3 de abril era detenido en Madrid el
director de «Avance», el periodista asturiano Javier Bueno. Las multas por
adulteración de leche estaban a la orden del día, y las había de 500 pesetas,
una ruina.
Funcionaban las delegaciones de Orden Público, las entidades
encargadas de dispensar los salvoconductos para viajar por España, y los jueces
trabajaban a destajo: «José María Sopeña, juez instructor de diligencias
contra... Hago saber: que por la presente se cita y requiere a todas las
personas de derechas que hayan sufrido prisión por las hordas marxistas durante
el dominio rojo». El general Aranda, el factótum de la defensa numantina de
Oviedo, es ascendido a general de división. Pronto caería en desgracia, dicen
que por apoyar las tesis de los aliados en la II Guerra Mundial. Los cines asturianos habían abierto sus
puertas, algunos con evidentes heridas de guerra. Y los asturianos veían
«Shanghai», con Charles Boyer y Loretta Young, una chica de ojos esmeralda. O a
Clark Gable y Norma Shearer en «Alma libre». O las nacionales «Madre Alegría» o
«Reina por nueve días». En vísperas de la Semana Santa el cine ovetense Santa
Cruz proyectaba «Gólgota», al precio de «a peseta por butaca, sin impuestos». Un anuncio de la época: «En ferrocarril
Infiesto-Berrón se extravió libreta conteniendo fotografías y documentos.
Entregarla en la jefatura de la Falange más próxima». Y otro: «Mutilados: piernas y brazos
artificiales, según los últimos modelos. Instituto Ortopédico, León».
A Belarmino Tomás la guerra le sorprende casi
en la frontera de los sesenta años. En agosto de 1937 fue nombrado presidente
del Consejo de Asturias y León, en el que tuvo un especial protagonismo en el
final de la guerra en Asturias. El 20 de octubre de 1938 huyó desde El Musel,
luchó en otros frentes y se exilió a México, donde murió en 1950.
José Miaja
El general Miaja fue una de las bestias negras
de Franco en el plano militar durante los tres años de contienda. Había nacido
en Oviedo en 1878, fue ministro de la Guerra y presidente de la Junta de
Defensa de Madrid. Tuvo protagonismo en algunas de las batallas míticas de la
guerra civil, como la de Brunete. Exiliado en México, falleció en el año 1958.
Antonio Aranda
El general Aranda es el gran protagonista de
la defensa de Oviedo. Un hombre con biografía llena de sombras, del que se dijo
que había trabajado como espía del Reino Unido. Pero sobre todo un gran
estratega. En 1936 era coronel, en 1939 ascendió a general. Acabó arrestado en
1943 por conspirar contra el régimen. Murió en Madrid en 1979.
Higinio Carrocera
Carrocera fue uno de los líderes militares
republicanos en Asturias. Nacido en Barros en 1908, fue protagonista de la
batalla del Mazucu, la primera gran resistencia militar asturiana por el
Oriente. Salió de El Musel en el vapor «Llodio», fue apresado, pasó por
diversos campos de concentración y fusilado en mayo de 1838. Tenía 30 años.
FUENTE: EDUARDO GARCÍA. Artículo
publicado por la Nueva España el 02-04-2009. Ver enlace. ___________________________________________________________________________
AUTORES.
Eduardo García García (Oviedo, 1957), escritor y periodista de LA NUEVA ESPAÑA. Afincado desde niño en
Gijón, promovió y coordinó la Biblioteca Gijonesa del siglo XX, editada con el
patrocinio del Ayuntamiento de Gijón, siendo autor además del primer título de
la colección, "Un tiempo, una ciudad, las fotos de un siglo". Otros
libros de este periodista asturiano son "La transición en Asturias";
"Asturias, un viaje al paraíso", "La Gota de Leche" y
"Un Ayuntamiento al Norte". Otros libros de este periodista asturiano
son "La transición en Asturias"; "Asturias, un viaje al
paraíso", "La Gota de Leche" y "Un Ayuntamiento al
Norte". La Nueva España.
EL BLOG DE ACEBEDO. (ANTOLOGÍA DE LA HISTORIA). La
Historia es una disciplina académica que aspira a comprender el pasado y la
forma en que se ha configurado el presente. Es necesaria para entender, para
cambiar y para saber cómo ha llegado a existir la sociedad en la que vivimos.
“El único deber que tenemos con la historia es
reescribirla”. (Oscar Wilde)
El Blog de Acebedo se
adentra en la historia de nuestra tierra, TODO SOBRE ASTURIAS, MIERES Y
CONCEJO. navegar en este blog, es conocernos mejor a nosotros mismos y
nuestra dilatada historia. Como decía el poeta mierense Teodoro Cuesta
García-Ruiz (09/11/1829 – 01/02/1895), “soy d´esa villa y á honra tengo
haber nacío n’ella”. FUENTE. El Blog de Acebedo.
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última vez el 24 de julio de 2023 a las 08:46 horas.
Un gusto leerte siempre Eduardo, es admirable tu manejo de la documentación. Te mando un abrazo. Fdo. Pedro C. Martínez pecarmas@gmail.com
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